Titán es un mundo sorprendentemente complejo. En la superficie de esta luna de Saturno hay tres grandes mares y un accidentado relieve, moldeado por la erosión. Vastas dunas se extienden en la línea de su ecuador, grandes llanuras en las latitudes medias y terrenos abruptos con grandes lagos cerca de polos. Ríos de metano líquido y de otros hidrocarburos han tallado cañones estrechos y profundos en su suelo. Ahora, todas estas cordilleras, acantilados y volcanes han sido recogidos en el primer mapa geológico de este satélite, que se publica este lunes en la revista Nature Astronomy.
Titán es el único satélite natural del Sistema Solar que tiene una atmósfera densa y el único cuerpo fuera de la Tierra que presenta lagos y mares permanentes. Por eso constituye también un importante laboratorio para entender mejor los procesos que crearon nuestro propio planeta. «La cartografía completa de Titán nos ha permitido distinguir los diferentes accidentes que hay en su superficie -montañas, dunas, cráteres, etc.- y determinar sus edades relativas», explica Anezina Solomonidou, investigadora en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) en Madrid y coautora del trabajo. «Las investigaciones futuras se podrán beneficiar de esta categorización y gracias a ello podremos comprender la misteriosa conexión que existe entre la corteza y el interior, así como los procesos que gobiernan su compleja superficie.
Después de identificar las principales formas geológicas que forman el astro, los autores pudieron determinar su edad relativa y su distribución geográfica. «Las dunas y los lagos son relativamente jóvenes, mientras que los terrenos húmedos o montañosos son los más antiguos», escriben en el artículo. La relación espacial y de superposición entre esos accidentes es clave porque permite a los expertos reconstruir la evolución del paisaje y, con ello, comprender los procesos que han impulsado los grandes cambios.
Las grandes masas líquidas de Titán no son de agua, sino de metano y etano. En su clima -por debajo de 184º centígrados- las condiciones permiten que los hidrocarburos coexistan en estado líquido, hielo y vapor. Eso permite un ciclo de fenómenos climáticos y geológicos que han dado origen a su forma actual. Sin embargo, esta dinámica también crea una atmósfera nebulosa que dificulta la observación y el estudio de la superficie. En este caso, los investigadores han utilizado datos de los instrumentos infrarrojos y de radar a bordo de Cassini, la sonda cuya misión acabó en 2017 con su desintegración en la atmósfera de Saturno tras 13 años en órbita.
Llanuras orgánicas
Los grandes lagos de Titán se concentran en los polos, mientras la mayor parte del resto del satélite está cubierta por llanuras orgánicas, aunque su naturaleza exacta aún no se conoce: «Sabemos que el material que compone estas llanuras, que cubren gran parte de la superficie de Titán, se genera por la fotoquímica de metano y nitrógeno a gran altitud en la atmósfera y está que depositado en la superficie y después procesado» explica Solomonidou. «Nuestro trabajo a partir de ahora es identificarlo».
A pesar de que existen grandes diferencias de temperatura y condiciones ambientales, la luna de Saturno comparte muchas características con la Tierra en el momento en que surgió la vida. Por eso Titán despierta gran interés entre los científicos.
«En la Tierra no podemos variar las condiciones, como la temperatura de la superficie y la densidad atmosférica, para confirmar cómo se ocurren realmente algunos procesos geológicos», explica Rosaly Lopes, geóloga del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena (California), y primera autora del artículo. «Pero recurriendo a Titán, podemos ver cómo esos procesos que nos son familiares podrían cambiar cuando se alteran esas condiciones».
El Mundo/ Amado Herrero
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