Para el año 2020, la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) planea gastar 7 mil 683 millones 314 mil pesos con la intención de abonar recursos públicos a la banca privada, como parte de la deuda que les fue heredada.

Sin formalizar la reestructuración de la deuda pública, se proyecta el gasto de más de 2 mil 900 millones de pesos que se destinarían, la mayor parte, para amortizar los pasivos, lo que implica un 62 por ciento más de lo que se gasta actualmente.

El incremento en el pago de la deuda implica un monto mayor al aumento total del presupuesto estatal, que es de apenas mil 800 millones de pesos de lo que se gasta en la actualidad.

El anteproyecto de presupuesto que se entregó al Congreso local, y que se tiene que aprobar antes del 31 de diciembre, programa el pago de 3 mil 17 millones 121 mil 396 pesos para la amortización de la deuda, lo que implica un 800 por ciento más de lo que se paga en la actualidad. Este año se abonarían 375 millones 957 mil pesos.

Para el pago de interés, se programaron 4 mil 575 millones 905 mil 530 pesos, un monto 256 millones 889 mil 725 pesos más de lo que se etiquetó este 2019. En cuanto al monto para gastos de la deuda se mantiene el pago de 45 millones 288 mil pesos.

Cabe hacer mención que el Congreso local aprobó la reestructuración de la deuda pública por 41 mil 769 millones de pesos, aunque la licitación que emitió la Sefiplan proyecta la renegociación de pasivos por 38 mil 790 millones de pesos, mil 576 millones de pesos más de lo que les fue heredado por Miguel Ángel Yunes Linares.

Además, se emitió una segunda licitación para contratar créditos como garantía de pago oportuno por 5 mil 818 millones de pesos, que se cubrirá en un periodo de 300 meses o 25 años, por lo que la renegociación podría incrementar pasivos en 8 mil millones de pesos.

Los bancos que atendieron la convocatoria y adquirieron las bases de la licitación son: Santander, Banobras, Banamex, Multiva, Banorte, Banco Azteca, Banca Afirme; Scotiabank, y Banco del Bajío.

AVC / Isabel Ortega