A mediados de septiembre, un video subido a redes sociales causó enorme enojo e indignación debido a que se mostraba con toda crudeza la contaminación del Río Blanco, un afluente que recorre varios municipios del centro del estado. Las montañas de basura y palizada apenas dejaban entrever el agua que arrastraba con dificultad los residuos.

Días después se supo que empresas y gobiernos municipales utilizaban el río como basurero a cielo abierto, lo que provocó que más de 60 toneladas de basura se acumularan a lo largo de varios kilómetros. Pese a la gravedad del asunto no pasó de reclamos a las autoridades responsables y multas mínimas a las empresas. Para los particulares, bien vale la pena pagar la multa y evitar construir sus propias plantas de tratamiento y reciclaje de residuos.

Hace algunas semanas, en un encuentro de un grupo de reporteros con el Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, el funcionario dio a conocer la intención del gobierno estatal de establecer un gravamen a las empresas y particulares que contaminen. No se trata, dijo, de una medida recaudatoria sino de enfrentar el gasto que realiza el gobierno en la atención de sitios contaminados y pasivos ambientales.

Es un impuesto que se aplicará a quien contamine. No importa si se trata de empresas particulares o del estado, como en el caso de Pemex; y refirió que en esta disposición entran hoteles que emiten su drenaje al mar, todos los ingenios azucareros que descargan sus desechos a los ríos, las minerías y basureros a cielos abiertos. “Es básicamente ponerles un impuesto por la contaminación para que el gobierno pueda atender estos fenómenos”, explicó.

Aunque no se había hecho público, este impuesto ambiental ya viene considerado en el Proyecto de Presupuesto que se entregó al congreso del Estado. Lima Franco explicó que se definirán tasas para cuatro actividades, pero la base gravable será en función del metro cúbico, tonelada o la cuantía de carga contaminante.

Según la iniciativa, se proyecta un impuesto por metro cúbico a la remediación ambiental en la extracción de materiales para cementeras, caleras, pedreras, bloqueras, minas y Pemex. Para ingenios, plantas industriales y procesadoras de alimentos se propone un impuesto por la emisión de gases a la atmósfera, cuya base gravable será la cuantía de carga contaminante, según confirmó el titular de Sefiplan en una entrevista concedida la semana pasada a El Heraldo de México.

El proyecto también considera un impuesto por metro cuadrado a la emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua, el cual pagarían las plantas de tratamiento residual, las industriales y procesadoras de alimentos, así como los ingenios. Además, hay un impuesto por tonelada al depósito o almacenamiento de residuos para diversos depósitos. De aprobarse los impuestos ambientales, Veracruz sería la segunda entidad en aplicarlos, pues Zacatecas ya los instrumenta, dijo.

Las consecuencias de la crisis ambiental y ecológica que vive Veracruz son muy preocupantes. Veracruz, es el estado con mayor presencia de sitios contaminados y pasivos ambientales del país.

Durante 2018 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) registró un total de 73 sitios contaminados distribuidos en 46 municipios veracruzanos, donde los eventos de contaminación fueron provocados, en su mayoría, por el manejo de residuos sólidos urbanos, así como hidrocarburos, actividades mineras, industrial, comercial y de emergencias ambientales, sin que hasta el momento existan trámites de conclusión de programas de remediación para pasivos ambientales en la entidad.

De acuerdo con de esa dependencia, Veracruz es la entidad con mayor presencia de sitios contaminados en modalidad de pasivos ambientales, de los cuales 42 tienen prioridad alta, 25 prioridad media y 6 prioridad baja, que suman un total de 73 de sitios contaminados y potencialmente contaminados.

La Semarnat describe que un sitio contaminado es “aquel lugar, espacio, suelo, cuerpo de agua, instalación o cualquier combinación de éstos que ha estado en contacto con materiales o residuos que, por sus cantidades o características, pueden representar un riesgo para la salud humana, otros seres vivos y los bienes o propiedades de las personas”.

Es evidente que existe una gran impunidad por el incumplimiento de la normatividad ambiental, la aplicación discrecional de la ley y la politización de los asuntos ambientales, lo que genera confusión entre la ciudadanía y desalientan su participación en la resolución de los problemas ambientales.

Las del estribo…

  1. A Toño Reyes lo conocí hace treinta años, siendo él ya un joven líder campesino. Más tarde, fue alcalde de Tenampa y por muchos años ha sido líder de la CNC en Huatusco, un lugar donde lo conocen y lo quieren bien. Treinta años después sigue siendo el mismo hombre sencillo de campo. La vida lo enlutó con una tragedia y hoy otra tragedia lo llevará al Congreso de Veracruz en lugar de Juan Carlos Molina. Él hubiera preferido que no ocurriera ninguna de las dos.
  2. La estridencia de los últimos acontecimientos ha robado reflectores a la reestructuración que hace Marlon Ramírez de los Comités Municipales del PRI. Luego de la última elección, hay poco que perder, por eso es que tiene la oportunidad de oro de empoderar liderazgos sin padrino. ¿Hasta dónde llegará el PRI en la próxima elección? Hasta donde Marlon los lleve.