En la Fiscalía General del Estado sigue la limpia de prácticas que en el pasado atentaron contra la procuración de justicia en Veracruz.

Particularmente, el órgano autónomo implementa acciones para abatir el enorme rezago heredado y, a la par, castigar a quienes incumplieron con el deber legal que les fue encomendado.

La Fiscalía determinó abrir carpetas contra ex funcionarios que en el pasado reciente impidieron el seguimiento de investigaciones en diversos casos. Se habla de que al menos diez fiscales de Veracruz están en el ojo del huracán, aunque la cifra podría incrementarse conforme avancen las indagatorias.

En algunos casos ya se iniciaron medidas legales que podrían llegar a la inhabilitación de ex funcionarios.

En casos poco graves, las sanciones se ubicarían en descuentos a la nómina de quienes cometieron irregularidades.

De acuerdo con las leyes vigentes, la Fiscalía tiene un plazo de seis meses para resolver una carpeta de investigación; sin embargo, el rezago detectado podría ubicarse en 60 mil carpetas; es una locura por donde se le vea; y refleja la ineficiencia de quienes tuvieron bajo su responsabilidad la procuración de justicia.

En otra pista, también en la Fiscalía, ha iniciado una persecución contra quienes incurrieron en otro tipo de Irregularidades; es el caso del Jaime “N”, detenido este jueves por elementos de la Ministerial.

El caso no pasó inadvertido en redes sociales, dado que el acusado por el presunto delito de ejercicio indebido del servicio público es hijo del ex titular de la Secretaría de Seguridad.

Ese caso fue turnado a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción. Jaime “N” salió en libertad muy rápido, debido a que el delito que se le imputa no es considerado grave; sin embargo, quedó como ejemplo de los nuevos tiempos que corren en la Fiscalía.

En ese caso, el acusado ocupó un cargo para el que no cumplía con los requisitos legales establecidos; la ley indica que para ser nombrado en el espacio que le fue asignado, los aspirantes deben tener al menos 25 años de edad y contar con una experiencia laboral, en el ramo del derecho, de tres años.

Esta persona, sin embargo, sólo tenía 24 y estaba recién titulado; es decir, no cumplía con los requisitos y aun así fue beneficiado con el cargo, en un caso que se presta a la interpretación de un posible tráfico de influencias, dado que el acusado es hijo del ex secretario de seguridad pública.

Y como ese, hay decenas de casos de abusos de quienes al parecer llegaron con el propósito no de procurar justicia, sino de hincarle el diente al presupuesto público.

Son prácticas que, a juzgar por las medidas instrumentadas por los actuales responsables de la Fiscalía, buscan desterrarse de Veracruz.

De entrada, quienes siguen de cerca el trabajo que se realiza en la oficina que encabeza Verónica Hernández Giadáns observan que el ritmo de las capturas y del seguimiento a las carpetas indica que la FGE no cerrará el primer semestre de 2020 con el enorme rezago que le dejó el periodo de Jorge Winckler.

@luisromero85