En México se estima que al menos 2.5 millones de personas viven con psoriasis, de las cuales hasta un 30 por ciento puede desarrollar un cuadro clínico moderado o severo.

Especialistas de la Fundación Mexicana para la Dermatología señalaron que está enfermedad no sólo deteriora la calidad de vida del paciente, también genera rechazo social debido al “desconocimiento de que se trata de un padecimiento inflamatorio crónico que afecta principalmente la piel, pero que no es contagioso”.

En conferencia de prensa, Lorena Estrada Aguilar, jefa del departamento de dermatología del Hospital Regional “Adolfo López Mateos” del ISSSTE,  detalló que en nuestro país hay 2 mil 500 dermatólogos, aunque no todos están certificados, “enfrentamos el desafío de que estamos mal distribuidos, pues la mayoría labora en las grandes ciudades, y prevalece una baja presencia de esta especialidad médica en las áreas rurales”, por lo que no descartó que exista un su registro de la enfermedad, pues en promedio un paciente puede tardar más de ocho años en acceder a un diagnóstico correcto.

La psoriasis, cuyos principales síntomas incluyen inflamación y enrojecimiento de la piel en codos, rodillas, manos, pies, pliegues axilares y piel cabelluda, aunque puede presentarse también en cualquier parte del cuerpo, acompañado de escamaciones blancas, denominadas placas, puede generar dolor, comezón, ardor, e incluso, sangrado.

Estrada Aguilar destacó que debido a que el padecimiento afecta principalmente la piel del paciente, se presenta además una carga social y estigmatización que genera depresión, vergüenza, aislamiento y deterioro de la calidad de vida de los pacientes, que muchas veces desconocen que tienen esta enfermedad por un mal diagnóstico. Agregó que si bien aún no tiene cura, existen tratamientos que la hacen controlable.

La Jornada.