En muchos sentidos, Morena y sus gobiernos siguen siendo un enigma. No se trata sólo de su ideología política, su inexperiencia e incapacidad en el gobierno, sino también por una serie de valores contradictorios que lo mismo puede transitar de la expedición de una cartilla moral utilizada hace un siglo, a una serie de iniciativas que buscan despenalizar el aborto y el consumo lúdico de la marihuana (cannabis). ¿Cuál de todos esos es realmente Morena?

Salvo en el tema de la cartilla moral, iniciativa propia del Presidente López Obrador, en los otros espinosos asuntos ha preferido mantenerse al margen, dejando que sean los grupos parlamentarios de Morena en las Cámaras quienes se encarguen de las cuestiones que siguen siendo un tabú y teme de debate en México.

Aún no está claro si Morena empieza a tomar distancia del Presidente o el colmillo retorcido del mandatario le sugiere que sea su partido quien pague el costo político de despenalizar estas conductas; en todo caso, una eventual aprobación social de las reformas, sería el momento idóneo para que las reclamara como suyas, sin tener que pasar el trago amargo del rechazo de la Iglesia y muchos grupos conservadores.

Así, mientras integrantes de comunidades evangélicas están listos para operar como distribuidores oficiales de la Cartilla Moral que se promoverá en el Gobierno de López Obrador, en las Cámaras corren sendas iniciativas para garantizar la interrupción legal del embarazo en todo el país –como ya sucede en la ciudad de México y próximamente en Oaxaca- y convertir la cannabis en el nuevo gran negocio del gobierno de la cuarta transformación.

La cartilla moral ha sido un tema que se ha llevado con pinzas. Si bien las iglesias Cristianas Evangélicas empezarán a repartir 10 mil ejemplares de la cartilla moral en sus 7 mil templos de todo el país para promover «una transformación espiritual» de la sociedad mexicana, la iglesia católica ha mostrado su rechazo a esta iniciativa.

En julio pasado, monseñor Alfonso Miranda, Obispo Auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), aseguró que no van a participar en la distribución del panfleto. “Nosotros estamos tratando otros temas; nuestro trabajo, nuestros programas, nuestros planes, son diferentes, dijo. Tal vez por ello, la versión impresa del viejo documento emitido inicialmente por Alfonso Reyes espera mejores tiempos para salir a la luz pública.

Para lo que no hay tiempo qué esperar es para la despenalización del aborto y la cannabis. Luego de la aprobación del Congreso de Oaxaca, el tema volvió a la agenda nacional y ha sido retomada por Morena, en la búsqueda por cumplir su compromiso a miles de organizaciones y activistas a favor de estos derechos de la mujer.

Este lunes, el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados informó que presentará una iniciativa de reformas al Código Penal Federal y la Ley General de Salud para despenalizar la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación en todo el país.

Con esta disposición, estados como Veracruz tendrán que armonizar sus normas en este sentido; hasta ahora, las bancadas del PAN y una fracción de Morena han mostrado abiertamente su rechazo. De acuerdo con cifras oficiales, en la Ciudad de México, de los 214 mil 165 casos de interrupción del embarazo 65 mil 091 provenían de otros estados, entre ellos veracruzanos, donde casi medio millar de mujeres han recurrido a la capital del país para someterse al tratamiento.

Grupos en pro de la familia y afines a la Iglesia no acaban de deglutir la noticia cuando este martes el mismísimo coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, presentó una iniciativa para legalizar el uso lúdico de la cannabis.

La propuesta tiene una adición más: sería una empresa estatal –Cannsalud–, la encargada de la producción, distribución y comercialización de la yerba, dejando fuera del negocio a varias empresas que ya se lamían literalmente los bigotes, como es el caso del expresidente Vicente Fox.

La noticia brincó el charco. El diario español El País dio cuenta de que México dio un paso más en la legalización de la marihuana con la propuesta para la creación de una empresa pública que tendrá el monopolio de la comercialización de la planta. La abrumadora mayoría de Morena en ambas cámaras –señala el artículo-, permitirá que salga adelante sin complicaciones la legalización durante una votación que se realizará antes de fin de mes.

No falta mucho para que sepamos si se trata de una doble moral, de caminos diferentes entre el Presidente y Morena, o de recuperar el apoyo de amplios grupos de activistas que le habían retirado su apoyo. Mientras, lo de la cannabis no tiene otro propósito que el de la recaudación.

Las del estribo…

  1. La ley mordaza que han impuesto a los funcionarios de la Secretaría de Salud en el tema del dengue, no es más que una muestra más de que el problema es más grave de lo que se reconoce. Las jurisdicciones sanitarias no inventaban las cifras, sólo las daban a conocer. Hemos vuelto a los tiempos del monólogo, como en la pasada administración.
  2. Pues será el sereno, pero en procuración de justicia no hay mucha diferencia entre el gobierno anterior y el actual. Por ejemplo, el Gobernador sigue siendo el vocero de la Fiscalía, tal y como lo hacía Yunes. Tampoco la hay entre la fiscal emergente y Jorge Winckler: los homicidios y feminicidios siguen al alza sin que haya ningún resultado de las investigaciones ni castigo a los responsables. ¿A quién le echamos la culpa?