Rancho Viejo, Mpio. de San Andrés Tlalnelhuayocan, Ver. – Defender el maíz criollo y la milpa, optar por los productos locales del campo, y reivindicar el derecho a una buena alimentación, fueron varias de las consignas que se lanzaron este domingo durante la realización de la V Feria de la Milpa “Niños heredando milpa”.

En el “Día nacional del maíz”, hombres y mujeres del campo, con apoyo de organizaciones sociales, el Ayuntamiento de Xalapa y la Universidad Veracruzana (UV), montaron un foro para dar a conocer la importancia de la comida saludable y también para llamar la atención sobre la pérdida cultural de nuestro país.

A la vez chefs y especialistas en nutrición, además de cocineras tradicionales, dieron cátedra sobre la preparación de guisos con productos orgánicos, libres de grasas y pesticidas y presentaron una muestra gastronómica con tamales, gordas y picadas vegetarianas, maíz criollo asado, pan artesanal y todo tipo de productos de la región elaborados por campesinos e indígenas.

Miguel Ángel Escalona Aguilar, integrante de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UV, indicó que se eligió el 29 de septiembre para celebrar al maíz criollo pues este día es cuando “se cosechan los elotitos para comer tiernitos”.

En este sentido lamentó que México pierda con celeridad la cultura del maíz criollo o nixtamalizado, que comieron nuestros antepasados, a cambio de un maíz de procedencia desconocida y harinas con las que se elaboran las tortillas industrializadas que todos ponemos en nuestra mesa

“Somos hombres y mujeres de maíz, hay que ratificarlo todos los días comiendo buen maíz pero que sea maíz criollo, quizás el maíz es la única especie vegetal que ha evolucionado con el hombre y si desaparece el hombre desaparece el maíz”.

Puso como ejemplo que la gente prefiere comer elotes en las calles, que es un tipo de maíz híbrido, que no sabe a nada y cuyo sabor se tiene que disfrazar con crema, chile, mayonesa y queso, sin saber que el maíz criollo aun solo hervido, tiene un mejor sabor.

“El maíz no va a desaparecer mientras haya hombres y mujeres que lo cultivan, se puede contaminar con transgénicos, puede haber riesgo en una variación, pero el maíz mientras haya gente en el campo va a seguir activo”.

Otro caso es el de la tortilla, elaborada de una harina que no se conoce su origen y que ya se considera un alimento industrializado y procesado, que nada tiene ya de cultural.

“A mí me parece que no podemos hablar de nuestra mexicanidad, viva México, si no reivindicamos a la tortilla como un alimento sagrado, los invito a que coman una tortilla de maíz nixtamalizado, la tortilla es uno de los inventos de la humanidad más importantes, es muy completo, nos da fibra, calcio, minerales, carbohidratos, proteínas, es un alimento super funcional, pero nixtamalizada”.

Por todo ello recomienda a la población preguntarse qué es lo que estamos comiendo todos los días, cuál es su origen y a quien entregamos nuestro dinero, porque al consumir productos locales, de personas que bajan de las montañas a ofrecer sus productos, además de que son más sanos, el dinero se queda en nuestras regiones.

“Entonces la idea es que en el maíz la meta no solo encierra el elemento alimento, también la economía local, lo cultural, son parte de este patrimonio que como mexicanos tenemos, todos tenemos la obligación de revalorar estos derechos”.

Por último, Escalona Aguilar llamó también a defender la milpa, sitio de cultivo no solo del maíz, sino de la calabaza, el frijol, los quelites, los chiles, los tomates, los cafetales,

“Hagamos una alianza, busquemos a las personas locales que bajan a vender nuestros productos, compremos productos locales, que son más sanos, hagamos esta red solidaria, entre la sociedad y el campo, no olvidemos que ahí estamos juntos y hay que reivindicar el derecho de una buena alimentación”.

AVC