La tribuna estaba lista para una sesión extraordinaria llena de emociones; los últimos acontecimientos sobre la destitución y la ejecución de órdenes de aprehensión en contra del fiscal del Estado y sus cercanos colaboradores, las denuncias públicas sobre los millonarios desvíos de la administración de Miguel Ángel Yunes y la promoción de un juicio político en contra del gobernador Cuitláhuac García y la desaparición de poderes del estado, pronosticaban una larga y enconada jornada para designar a la nueva titular del ORFIS.

Pero resulta que los panistas no metieron ni las manos. Hace mucho que no se nombraba por unanimidad a un funcionario de ese nivel, sin siquiera subir a tribuna para defender o criticar el perfil del aspirante. Al menos en esta batalla, Morena se hizo del fuerte sin disparar un solo tiro, algo que a muchos extrañó, incluso al próximo líder de la bancada azul, Enrique Cambranis.

Como en el deporte, ni los fanáticos del equipo ganador esperaban un triunfo tan holgado, por goleada, sin el menor esfuerzo. Todavía por la mañana del jueves, corrían versiones sobre la inconformidad de la terna, por su filtración a medios, e incluso, por el propio perfil de Delia González Cobos, nueva titular del organismo. Todos fueron chismes de corredor; con 48 votos a su favor –dos diputadas no asistieron a la sesión- fue la sesión más breve en lo que va de esta Legislatura.

Las razones pueden ser muchas. Algunas de las más creíbles es que se honrarán acuerdos respecto del nombramiento de los nuevos magistrados y que también habría consenso respecto del presupuesto del Congreso que se aprobará en sesión extraordinaria el próximo viernes. No falta quien asegure que también fue una muestra del cambio de ruta que seguirá el PAN tras el resultado de la elección de su dirigente estatal.

Y no deja de llamar la atención la capitulación del PAN porque el ORFIS será seguramente la llave para abrir el cerrojo del desorden administrativo de la administración anterior. Si bien Lorenzo Portilla ya habría abierto algunos expedientes –incluso su última actividad como Auditor General fue presentar denuncias por desvíos superiores a los 4 mil millones de pesos-, ahora tendrán, desde la Fiscalía y el ORFIS, todas las herramientas para acorralar a sus vituperados adversarios.

Ayer se vio un Congreso relajado, pacificado. Los diputados de todos los partidos aprovecharon para hacerse selfies y platicar sobre los temas pendientes en comisiones. Los asesores panistas ni se inmutaron ante la pasividad de los legisladores que en vez de defender la plaza, prefirieron estrechar la mano de la nueva titular del ORFIS. Al final del día, todavía hay muchos intereses que defender más allá de la acera de Encanto.

Vaya, ni siquiera la bomba molotov que lanzó uno de los suyos -José Magdaleno Rosales Torres- les pudo echar a perder la fiesta a los de Morena.

Horas antes del inicio de la sesión, el diputado local por el distrito de Medellín denunció que los Secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, Eric Cisneros Burgos y Hugo Gutiérrez Maldonado- no cuentan con la certificación del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), lo que le habría costado el puesto –y seguramente la libertad- al ex fiscal Jorge Winckler.

“Tengo información de que el día de ayer (miércoles) los citaron en la Ciudad de México (…) para hacer un examen de confianza”, dijo el ínclito Magdaleno, algo que ni los panistas se atrevieron a denunciar. Incluso, llegó a pedir la destitución de ambos funcionarios, miembros de su partido, bajo el mismo argumento.

La indiscreción obligó al Gobernador Cuitláhuac García a salir en defensa de sus colaboradores y justificar que aún estaban en tiempo para presentar estas evaluaciones. Sin embargo, es un despropósito político que hayan pasado nueve meses sin presentarlas, a sabiendas de que ese sería el argumento para remover al fiscal. Como fuere, quien hizo pública la información ayer departía alegremente con sus pares.

En medio de la nube de reporteros, el Presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, y el Presidente de la mesa Directiva, José Manuel Pozos Castro –ambos de Morena-, también tuvieron que pasar el trago amargo y asegurar que habría el mismo trato para los miembros del gabinete estatal en caso de no aprobar los exámenes de evaluación y control de confianza.

Sin duda, la denuncia de Magdaleno los tomó por sorpresa. El Congreso no tiene facultades para la destitución de los funcionarios del gabinete porque no es la instancia que los nombra, como si sucede con el titular de la Fiscalía General del Estado. El propio Pozos Castro tuvo que evadir el tema cuando se le cuestionó si actuarían de la misma forma que con Winckler, es decir, la destitución.

El autogol no pasó a mayores… por ahora.

Las del estribo…

  1. Curioso que fueran precisamente Eric Cisneros y Hugo Gutiérrez los únicos señalados de no presentar sus evaluaciones de control de confianza, los mismos que en la semana fueron señalados por medios nacionales como candidatos a dejar el cargo luego del primer informe de gobierno. La versión es inverosímil, lo cierto es que alguien muy poderoso les está tendiendo la cama.
  2. Y ayer, mientras casi una docena de policías municipales sometían a un ciclista presuntamente por ofender a uno de los oficiales allá por el rumbo del estadio xalapeño, a media cuadra del edificio del Ayuntamiento un solitario ladrón asaltaba un negocio de pollos y a sus clientes. Esa es la realidad, no la que nos pretende imponer el presidente municipal y su estulticia.