La intensidad y frecuencia de los huracanes en las costas del Golfo de México se ha incrementado de manera gradual y se puede constatar con registros existentes desde 1890, afirmó Carlos Welsh Rodríguez, investigador que forma parte del Programa de Estudios de Cambio Climático de la Universidad Veracruzana (PECCUV). 

Al impartir la conferencia “¿Nos debe importar eso que llaman cambio climático?”, el académico adscrito al Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) señaló que, con base en un estudio en el que se analizó el incremento en frecuencia e intensidad de los huracanes, se confirmó la hipótesis. 

“Nos interesaba saber si ha aumentado la frecuencia y la intensidad de los huracanes; la frecuencia se refiere al número de eventos por año y la intensidad está asociada a la velocidad de los vientos que se presentan”, explicó. 

El periodo de estudio abarcó de 1990 a 2011, aunque desató polémica ante la Secretaría de Protección Civil estatal porque argumentaban que no era posible que en una serie tan corta se pudieran presentar tantos fenómenos, continuó el académico. 

“Si en 1990 hubo uno y para 2010 hay siete, se puede considerar como un incremento”, dijo al señalar que su interés era responder por qué se estaban generando patrones de huracanes que llegan a las costas no de forma individual sino sucesivamente, uno inmediatamente después de otro, “el problema ya no es que entre un huracán sino la cantidad de agua asociada”. 

Al analizar el número de personas afectadas por determinados eventos, añadió que la onda tropical que en 1999 impactó el puerto de Tuxpan lo dejó inundado por mes y medio. 

Los huracanes más recientes son “Karl” y “Dean” en 2010 y Stan en 2005, a este último lo calificó como “brutal” y fue de categoría 5. 

En la investigación efectuada se contabilizó el registro de los huracanes desde 1950, asociándolos con el incremento de la temperatura. 

“Lo hicimos por década y demostramos que en la cuenca del Golfo de México se ha incrementado en 500 por ciento la presencia de eventos, pueden revisar nuestros datos que hicimos en colaboración con historiadores de la Universidad de Alicante (España) que tienen registros desde 1890.” 

Reconoció que es probable que el incremento de la temperatura se deba al cambio climático “pues para que se generen los huracanes son necesarios dos elementos fundamentales: el vapor de agua, que sólo se puede crear cuando la temperatura del agua en superficie salta; y una baja presión que permita la formación del huracán”. 

La formación de bajas presiones y el aumento en la temperatura se han incrementado de manera exponencial en el Golfo de México y posiblemente esto propicia el aumento de los huracanes y en las precipitaciones, continuó Welsh Rodríguez. 

En cuanto al impacto en términos financieros, dijo que se calcularon nueve mil 578 millones de pesos en pérdidas tras el paso del huracán “Dean” y en el caso de “Franklin” en 2017, se calcula un daño por 373 millones de pesos. 

Recordó que en la página de Internet del PECCUV (www.uv.mx/peccuv/) están disponibles los resultados de esta investigación para su consulta. 

El catedrático acudió a la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) invitado por el Centro de Negocios Internacionales, la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) y el Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN). 

UV/David Sandoval Rodríguez