Orizaba, Ver.- Una guerra es distinta al combate a la delincuencia, los militares están preparados para combatir contra una nación, de ahí que el ingreso de la Guardia Nacional para salvaguardar la integridad de los ciudadanos, es un tema que sigue siendo un foco de atención para los especialistas en derechos humanos.

Al respecto, Rodrigo Lledó Vázquez, codirector de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR) explicó que al saber de la noticia en España y otros países, generó preocupación el tema ya que la formación de policías y el ejército es distinto.

«El Ejército tiene otras competencias, cuando hablo de competencias me refiero a preparación, el Ejército está preparado para una guerra y la verdad es que esta metáfora contra la delincuencia, no deja de ser simplemente una metáfora, porque la policía tiene una mejor preparación en la investigación del crimen y en cambio el Ejército tiene una preparación para ir a la guerra y derrotar a un enemigo, sin que haya un proceso previo de investigación».

Expresó que ante la controversia que se ha generado por el tema de la legítima defensa en México, existen características que se deben cumplir para actuar como tal, sobre todo los uniformados al responder ante una agresión.

Dentro de estas características están consideradas: la inminencia de la amenaza o la agresión y la segunda es la proporcionalidad del medio empleado, es decir que, no cualquier policía puede en cualquier momento hacer uso de la fuerza que considere.

«Tiene que cumplir con ciertos requisitos estrictamente plasmados en la constitución pero también en la normativa internacional de Derechos Humanos».

AVC