De las 48 empresas constructoras que fueron denunciadas ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía General de Estado (FGE) porque incumplieron con la conclusión de obras en planteles educativos, 30 de estas resultaron “fantasmas”, sin domicilio fiscal donde encontrarlas, informó el titular de la secretaría de Educación Veracruz (SEV) Zenyazen Escobar García.

Explicó que el dictamen de la unidad interna de Protección Civil de la SEV, determinó que hay infraestructura dañada en “varios planteles”, a causa del sismo del 19 de septiembre del 2017.

Refirió que en años anteriores el gobierno federal envió 680 millones de pesos para la reparación de las escuelas afectadas por el sismo pero no se hicieron.

Especificó que la secretaría de Infraestructura y Obras Públicas y la SEV continúan en el análisis de las escuelas que debieron repararse y cuáles fueron las empresas constructoras que no terminaron las obras.

“Son más o menos 48, hay en todo el estado, no puedo dar el número total de escuelas. Las obras que nos dejaron inconclusas fueron 800, las que logramos rescatar del presupuesto 2018 son 500, y nos faltan todavía bastantes, de las cuarenta y tantas son 30 fantasmas contratadas en la pasada administración, hemos buscado el domicilio fiscal y no lo encontramos”, dijo.

Al incumplir administraciones estatales y empresas constructoras con las reparaciones, la SEV interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República y la FGE.

“No tengo el dato de (cuánto recurso se les dio a estas empresas) pero fue más del 50 por ciento del monto de las obras” señaló.

El secretario comentó que de manera reciente iniciaron la reconstrucción de la escuela primaria en Cosamaloapan con una inversión de 4.5 millones de pesos, y en también tratan de reparar otra localizada en el bulevar de Coatzacoalcos.

Sin embargo, hay escuelas primarias como “La Patrona” ubicada en Córdoba, con una antigüedad de 500 años, que sufrió afectaciones por el sismo del 2017, deben ser demolidas seis aulas, pero los maestros, maestras y padres de familia se niegan a abandonarla.
AVC/Verónica Herrera