Inició la purga en la Fiscalía. Luego de que la semana pasada se manejaron algunos nombres para entrar al relevo en la FGE –algunos de los cuales tuvieron que ser desmentidos por la propia institución-, este martes inició la limpia de la fallida estructura montada durante la administración de Miguel Ángel Yunes.

Son varios y poderosos los operadores que se encargan de esta tarea. La falta de experiencia y conocimiento de la institución por parte de la fiscal encargada, Verónica Hernández Giadáns, obliga a que algunas decisiones se tomen incluso fuera del estado, aun cuando en ello quede en entredicho la autonomía. Eso no es algo que preocupe en este momento.

El regreso de Jorge Winckler es materialmente imposible. La causal de su remoción es válida y no hay prueba en contrario. De haber contado con su certificación,  seguramente la habría publicado en la primera plana de algún medio nacional y varios periódicos afines en el estado para desacreditar al Congreso que lo removió. Pero no fue así. Hoy el fiscal suspendido está más preocupado por su libertad que por regresar al cargo.

Y lo mismo pasa con el titular de la Fiscalía Anticorrupción Marcos Even Torres Zamudio, quien se va por la misma puerta por la que llegó: la de atrás. Con ellos seguramente irán cayendo como fichas de dominó los fiscales regionales -a quienes el Gobernador ha pedido directamente su remoción, disfrazada de la revisión de su desempeño- y los puestos claves de donde saldría el nuevo Fiscal, cuando el pleno del Congreso nombre al definitivo.

Muchos de ellos, según se sabe, ya estarían promoviendo amparos para evitar las órdenes de aprehensión en su contra. Cuentan que las travesuras son muchas y que la justicia operó más para fines electorales.

Por lo pronto, la noche del lunes fue cesada Gabriela Reva Ayón, quien no tuvo tiempo siquiera de resguardar los documentos que la pudieran comprometer. Por ello, prefirió poner tierra de por medio y ni siquiera preparó una entrega-recepción que la librara de la guadaña. No se nombró a nadie en su lugar, luego del escándalo mediático que generó la eventual llegada de un ex futbolista.

Este martes el presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, José Manuel Pozos Castro, confirmó que el fiscal especial Anticorrupción, abandonó su responsabilidad, luego de la remoción de Jorge Winckler Ortiz. La graciosa huida en busca de librar la cárcel, tampoco lo salvará de toda la responsabilidad política y administrativa por el abandono del cargo.

Si bien ya se hizo del conocimiento público, la Fiscal encargada Verónica Hernández tendrá que notificar al Congreso local para iniciar el proceso de designación del titular de esa Fiscalía Especializada. No es un tema menor. De acuerdo al criterio de prelación que establece la ley, quien ocupe esa posición es un candidato natural a ocupar la titularidad de la Fiscalía. La propia Hernández Giadáns tiene muy claro el proceso y la función que deberá desempeñar en estas semanas.

La ley establece que, a partir de que el cargo quede vacante, el Congreso contará con veinte días naturales para integrar una lista de diez candidatos aprobada por las dos terceras partes de sus miembros presentes. Hay que recordar que en este momento el Congreso se encuentra en receso y es la Comisión Permanente la que ha asumido –incluso al margen del reglamento- estas tareas. No hay prisa pero todo urge.

El resultado de la elección de dirigente estatal del PAN el domingo pasado podrá acelerar las cosas. Más allá de las conjeturas de un eventual acuerdo de la nueva dirigencia con el gobierno estatal, lo cierto es que la remoción del coordinador parlamentario quita del camino cualquier obstáculo. Ya antes el diputado Enrique Cambranis –uno de los candidatos a pastor panista- habría votado en contra del bloque yunista.

La operación en el Congreso local, la remoción del fiscal y la purga en la Fiscalía, así como el proceso de remoción de las áreas estratégicas para preparar la nueva designación ha sido operada en las grandes ligas. No había margen de error para que las tribus morenistas locales lo echaran a perder de nuevo.

Ya sólo falta remover a las decenas de policías que siguen apostados a las afueras de la Fiscalía. Algo que causó nota nacional, e incluso, la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Pero ahí siguen.

La Fiscalía representa un antes y un después de este gobierno.

Las del estribo…

  1. “Ni Dios lo mande” habría dicho el Presidente de la Jucopo del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, al ser cuestionado sobre la continuidad de Lorenzo Portilla en el ORFIS. Ahora que las aguas azules toman otro cauce, es muy probable que “Diosito” lo escuche y el actual Auditor General muerda el polvo. Ahora sí, parece que ya hay gobierno.
  2. No todo lo que se dice de Veracruz es malo. La diputada federal mejor evaluada del país es veracruzana, es xalapeña. Se trata de Dulce María Méndez Dauzón, hija del ex alcalde Armando Méndez de la Luz. Según la organización “Buró Parlamentario” lo ha hecho mejor que cualquiera de los viejos lobos de mar que habitan el Congreso. Hay que aprendernos ese nombre.