Como lo anticipé en mi anterior Hora Libre, este lunes el delegado de la Secretaría del Bienestar en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ha confirmado oficialmente la visita este viernes del presidente Andrés Manuel López Obrador a Veracruz, donde visitará los municipios de Atzalan y Papantla.
Lo hará, según el funcionario federal, para supervisar los trabajos de relanzamiento del programa IMSS Bienestar, algo que ha distraído sus últimas giras por los estados del país, donde ha visitado clínicas y hospitales rurales del IMSS, en que se ha topado con una realidad distinta a la que él mismo ha tratado de imponer, como si solo con su atención las cosas cambiaran, las farmacias de los centros de salud se colmaran de medicamentos, hubiera personal médico y de enfermería suficiente y se brindara una atención del nivel del otorgado en los países nórdicos, como ha prometido que sucederá.
En su novena visita desde que tomó protesta del cargo (la primera de ellas, recordemos, fue el 2 de diciembre de 2018 para acudir a un mitin en la calle de Enríquez frente a Palacio de Gobierno con un gobernador de su partido), y la octava en lo que va de este año, López Obrador vendrá a la comunidad de Plan de Arroyos, del municipio de Atzalan, y de ahí partirá al norte del estado, donde presidirá un evento en Papantla.
En la Sierra Centro de Veracruz visitará al Hospital Rural IMSS Oportunidades que se ubica en Plan de Arroyos, una congregación más grande que la cabecera municipal, Atzalan, y que ha sido el imperio de Alba Leonila Méndez Herrera, una mujer poderosa que con el PAN fue alcaldesa, diputada local y diputada federal, y tras su salida del blanquiazul por distanciamiento con Miguel Ángel Yunes Linares, fue candidata a la gubernatura.
No será el primer Presidente de la República en pisar esa tierra, dominada por gavillas de criminales que han convertido a la región en un verdadero riesgo para propios y extraños. El primero en acudir fue su hoy archienemigo, Felipe Calderón Hinojosa, a quien el sábado pasado en Aguascalientes denominó el Comandante Borolas. Fue él quien inauguró este hospital del IMSS, más grande y moderno que el de Martínez de la Torre, que él mismo ordenó construir para favorecer a su gran amiga y aliada Alba Leonila Méndez.
Según Manuel Huerta, el propósito de la visita es el relanzamiento de estas instalaciones hospitalarias, que incluye la recontratación de personal, la compra de medicamento y el lanzamiento de nueva infraestructura “La base será el IMSS Bienestar, pero también se espera que en septiembre se podría aprobar el Instituto del Bienestar para los no derechohabientes”, dijo.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara, dijo que el compromiso es construir un sistema de salud que atiendan a todos las personas. “Una de las bases fundamentales del lanzamiento son recursos del seguro popular, que se utilizarán para garantizar este proyecto”.
¿Qué verá AMLO en los hospitales de Atzalan y Papantla?
En un comunicado de prensa, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció que fortalecerá el servicio que brinda a la población más vulnerable atendida en los Hospitales Rurales (HR) IMSS-Bienestar en Papantla y Plan de Arroyos, derivado de un diagnóstico realizado por su Delegación Norte en Veracruz, y que señala las necesidades de dichas clínicas.
En el caso del HR de Plan de Arroyos, la población que atiende es de más de 5 mil habitantes y su zona de servicios médicos abarca 164 mil 918 beneficiarios en 12 cabeceras municipales. En una jornada normal hay seis egresos hospitalarios, 67 consultas, 120 estudios de laboratorio, dos intervenciones quirúrgicas y dos partos.
Tiene 30 camas censables, 16 no censables y cuatro consultorios de medicina familiar. Además de las especialidades en medicina interna, cirugía general, ginecología, obstetricia, pediatría, anestesiología, urgencias, un quirófano, tococirugía con una sala de expulsión, farmacia, laboratorio de análisis clínicos, rayos X, medicina preventiva, trabajo social, psicología, nutrición y un módulo de salud ginecológica. Se dio inicio a gestión para la colocación de un puesto de sangrado.
En lo que respecta al HR de Papantla, es necesario dar mantenimiento a las unidades mezcladoras del sistema de enfriamiento de urgencias y tococirugía; reacondicionar sanitarios para mujeres y hombres; dar cobertura a plazas de servicios generales, dos plazas de citología y de personal 08 de diversas categorías.
La población adscrita en el HR de Papantla es de 19 mil 397 beneficiarios, y su influencia como zona de servicios médicos es de más de 242 mil personas asentadas en 18 municipios, en su mayoría de la etnia totonaca. En promedio, diariamente realiza 10 egresos hospitalarios, brinda 119 consultas, practica cuatro intervenciones quirúrgicas, analiza 188 muestras de laboratorio y atiende cuatro partos.
El nosocomio cuenta con 45 camas censables y 16 no censables, consultorios de medicina familiar y de especialidades, como medicina interna, cirugía general, ginecología, obstetricia, pediatría, anestesiología, urgencias, quirófano, tococirugía con sala de expulsión, farmacia, laboratorio de análisis clínicos, rayos X, módulo de medicina preventiva, trabajo social, psicología, nutrición, módulo de salud ginecológica, laboratorio de enfermedades metabólicas congénitas y laboratorio de citología.
En ambas clínicas funciona un Centro de Atención Rural al Adolescente (CARA), así como un albergue para brindar una estrecha y permanente interrelación de atención y acción comunitaria.
En medio del cambio, el Orfis no pierde el paso
Aunque está en juego la elección del nuevo Auditor del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), en el que varios buscan la titularidad sin conocer bien a bien cuáles son los asuntos sobre los cuales habrán de incidir, la mayoría de ellos condenados a postergarlos por el largo aprendizaje, lo cierto es que se están realizando mil 468 auditorías integrales a las Cuentas Públicas del ejercicio 2018.
Según datos de este programa que hace algunos meses está en marcha, de esas casi mil 500 revisiones, 741 son auditorías financieras presupuestales, 627 son auditorías técnicas a la obra pública, 75 son auditorías en materia de Deuda Pública y Obligaciones, 17 auditorías coordinadas con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), 2 auditorías de legalidad, 2 Dictámenes Jurídicos, 4 auditorías sobre el desempeño que incluyen las auditorías instruidas por el Congreso del Estado; así como 155 revisiones en materia de Deuda Pública y Obligaciones, y 25 evaluaciones de participación ciudadana.
El Orfis, presidido por Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, no ha parado, pese a los frentes mediáticos que se abrieron por celos o competencia política; la dependencia ha cumplido con el viejo principio de “trabajo mata grilla”.
Hay que recordar que el proceso para nombrar a un nuevo Auditor o mantener al actual se realiza a la par de un duro trabajo para calificar el comportamiento de los funcionarios municipales (alcaldes, tesoreros, ediles), que ese año cumplieron el primero de los cuatro de sus respectivas gestiones, así como el del gobierno de Veracruz en el segundo y último ejercicio presupuestal correspondiente a la gestión de Miguel Ángel Yunes Linares.
Tomando como base el Plan Maestro 2012-2019, el Orfis ha buscado dar cumplimiento a la misión institucional, apoyándose de los principios éticos que lo rigen para lograr resultados confiables y transparentes.
Destaca en el trabajo del cierre de este periodo, que ha presidido Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, la Fiscalización Superior a la Cuenta Pública 2018, en donde el Orfis ha programado diversas auditorías financieras presupuestales, técnicas a la obra pública, de legalidad, deuda pública y disciplina financiera, de desempeño o cumplimiento de objetivos, en su caso integrales, así como auditorías por mandato del Congreso del Estado, con el fin de evaluar los resultados de la gestión financiera de los entes fiscalizables del Estado y comprobar si cumplieron con los objetivos de sus planes y programas señalados en sus presupuestos.
Muchos yunistas dentro y fuera del Congreso local rezan porque el actual Auditor, Toño Portilla, sea cambiado; saben que la incursión de un nuevo funcionario (sobre todo si es maleable) les puede dar la pauta para salvar el pellejo, porque justamente en 2018, año electoral considerado crucial para sus ambiciones de mantener el poder, no tuvieron todo el cuidado para justificar los tradicionalmente ocultos flujos millonarios de recursos públicos a la campaña de Miguel Ángel Yunes Márquez, tanto en el gobierno estatal como en el de varios municipios, como el de Veracruz, a cuyo titular, Fernando Yunes Márquez, ya se sabe que el Orfis le desgranará una serie de observaciones administrativas que pueden convertirse incluso en procesos penales.
Para colmo, a diferencia de la Cuenta Pública 2017, cuando la Comisión de Vigilancia del Congreso estaba en manos de diputados panistas, quienes incluso faltaron a la ley para salvar a ayuntamientos y dependencias del gobierno estatal panista, hoy domina la comisión un gran contingente de diputados de Morena, que pueden poner en graves aprietos al exgobernador, a varios de sus exfuncionarios y a alcaldes que creían que el manto familiar de los Yunes los salvaría de graves desviaciones de recursos públicos.
El trabajo no es menor. Toño Portilla sabe que la perseverancia es una de las más grandes virtudes del ser humano y así le ha exigido a su equipo de trabajo. Llegar hasta el último día, cumpliendo con lo que mandata la ley. Quienes lo conocen saben que tiene todo el conocimiento y la experiencia para consolidar el trabajo del Orfis en un periodo más, pero esa será decisión de las y los diputados. Eso, sin embargo, no lo distrae. Está concentrado en trabajar, en dar resultados y entregar una institución fuerte, sólida, que ha dado resultados a los veracruzanos.
Mal haría el Congreso en poner a un improvisado porque, en lo que aprende, seguro se le va la liebre azul.
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