Para Martha Munguía Zatarain, académica del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV), la risa es un modo de conocer al ser humano y a la cultura. Se trata de una manifestación que incluso fue prohibida, principalmente a las mujeres, en la Edad Media y actualmente se fomenta en los medios de comunidad pero de manera alienante. “La risa está estrechamente ligada al desarrollo cultural que tenemos. Por ejemplo, los medios de comunicación han fomentado una risa tonta, alienante, no liberadora; entonces vale mucho la pena justamente contestar desde nuestro compromiso social cómo la cultura genera por naturaleza una risa liberadora, crítica; una risa que pone en cuestión los poderes establecidos y cómo esta risa incluso se puede volver arte verbal.”

Es más, para ella si como humanidad queremos conocernos y ver cómo hemos cambiado, es fundamental saber de qué, cómo, para qué y con quién nos reímos. “Una cosa interesante de la risa es que siempre implica la otredad, siempre nos reímos con el otro. Es muy difícil que tú sola te rías, puede ocurrir, pero siempre es con relación a alguien”.

Su expresión es rotunda: “No hay modo de entender al ser humano, en toda su complejidad, si no incorporamos esta faceta de la existencia que hemos tenido descuidada por tanto tiempo”.

Bajo esa premisa planteó que durante mucho tiempo se ha dicho que la literatura mexicana es triste, trágica, sentimental, melancólica y no es verdad. Todo lo contario, “tenemos una fuerte cultura humorística, que tal vez dice más de nosotros que esta otra vertiente seria”.

La risa estaba prohibida 

De acuerdo con Martha Munguía, vale la pena recuperar esa parte del ser, de la identidad, porque es una forma de conocer nuestra cultura, de ahí que junto con Claudia Elisa Gidi Blanchet, también académica del IIL-L, crearon en 2016 la colección Al vuelo de la risa, bajo el sello de la Editorial UV y de Ficticia.

Al vuelo de la risa es parte de las actividades del proyecto colectivo de ciencia básica “Manifestaciones estéticas de la risa en la literatura hispanoamericana”, que recibió apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por primera vez en la convocatoria 2007 y llegó a una pausa en este agosto.

A este proyecto colectivo de ciencia básica –en el que también participaron dos investigadoras de la Universidad de Sonora: Rosa María Burrola Encinas y Rita Plancarte Martínez– también pertenece la colección de opúsculos Relámpago la Risa (https://bit.ly/2YMl2tb).

“Este proyecto de investigación tenía varias facetas: continuar con el trabajo de hacer estudios sobre la risa como una forma de expresión artística, particularmente en la literatura. Pero para eso evidentemente también nos interesa mucho otro tipo de enfoques; por ejemplo, la risa como manifestación cultural tiene una historia, no se ha reído siempre de la misma manera ni de las mismas cosas. Tampoco ha sido igual el modo en el que se ha valorado la risa.”

Recordó que en la Edad Media la iglesia propuso la idea de prohibir la risa, particularmente en las mujeres, porque era concebida como una manifestación del diablo. Entonces, “si las mujeres se reían quería decir que no podían controlar su cuerpo y había que empujar por todos los medios para evitarlo”.

Por otro lado, la academia y los grupos de intelectuales han tenido una mirada despectiva hacia la risa. “La han visto como una manifestación oscura”. Es en los últimos años que la risa como manifestación cultural, incluso artística, se ha reivindicado.

Al vuelo de la risa. La colección

En esta colección se habla de géneros “desdeñados” o “poco explorados”, explicó la también coordinadora de los Posgrados del IIL-L, Martha Munguía Zatarain. Tal es el caso de la farsa y la comedia, o figuras históricas en la literatura ligadas a la risa, como el loco (en https://www.ficticia.com/catalogo/tag/27 es posible conocerla a detalle o adquirir sus volúmenes).

Al vuelo de la risa la conforman: Estética de la risa. Genealogía del humorismo literario, de Luis Beltrán Almería; Historia de la risa y de la burla de la Antigüedad a la Edad Media, de Georges Minois (con la traducción de Jorge Brash); Las mujeres y la risa en la literatura medieval, de Lisa Perfetti (también traducida por Brash); ¿Un mundo al revés? La tradición fársica en hispanoamérica de Dahlia Antonio Romero; Sales cervantinas. Cervantes y lo jocoserio, de Isabel Lozano-Renieblas y Fernando Romo Feito.

Historia de la risa y de la burla del Renacimiento a nuestros días de Georges Minois; Locura e imaginación. Grotesco en la literatura hispanoamericana, de Martha Munguía; Muerte y risa en la literatura. Trazos de un enigma, de Claudia Gidi.

La colección puso una pausa en este agosto con Luces sobre el género cómico, selección y traducción del poeta e integrante del IIL-L, el ya citado Jorge Brash.

La obra está conformada por tres textos: Ensayo sobre la comedia y las manifestaciones del espíritu cómico de George Meredith, así como El argumento de la comedia y La caracterización de la comedia shakespeariana de Northrop Fry.

Al vuelo de la risa ha alentado los estudios literarios en torno a la risa, ha tenido buena acogida entre la comunidad académica y universitaria, para muestra Estética de la risa. Genealogía del humorismo literario de Luis Beltrán Almería, es un volumen que está agotado.

“Necesitamos apoyos para continuar con este tipo de investigaciones, que no son productivistas, pero rinden muchos frutos a largo plazo”, remarcó Martha Munguía.

UV/Karina de la Paz Reyes