El Presidente López Obrador ya se dio cuenta que el dinero no alcanza. Que repartirlo discrecionalmente no genera más empleo, más inversión ni resuelve el problema de pobreza. Que la única manera de obtener más recursos para realizar los proyectos prometidos es recurrir a la deuda pública o aplicar nuevos impuestos. En campaña prometió que no sucedería ninguna de las dos cosas.
Pero entonces, ¿por qué si el Presidente se comprometió una y otra vez a no aplicar nuevos impuestos, la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso insiste en revivir la tenencia vehicular para el próximo ejercicio fiscal? Trasladar el costo político al Congreso –engañando que no se trata una decisión presidencial- generaría más de 100 mil millones de pesos a las desfondadas arcas del gobierno federal, directamente del bolsillo de los ciudadanos.
Este lunes, el morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, insistió en rescatar la tenencia vehicular en todo el país para el próximo año, argumentando en que esta acción podría recaudar recursos suficientes para apoyar a los municipios más marginados.
Tratando de justificar lo evidente –la creación de un nuevo impuesto- dijo que así se resolverían “con mucho los problemas y el déficit gubernamental”, y de manera “casi inmediata”, la escasez de recursos en las distintas entidades del país.
Dicho de otra manera, el gobierno federal busca trasladar su déficit al contribuyente, además de sacudirse la carga presupuestal de las participaciones federales a los municipios. Para darnos una idea de las prioridades: tan sólo el tren maya, podría costar entre cinco y siete veces lo que se pretende recaudar con el pago de tenencia.
En dos ocasiones –primero el 9 de abril y luego el 14 de junio-, López Obrador ha dicho que su gobierno no impondrá la tenencia, e incluso dijo que era una invención de sus opositores. «No se va a imponer la tenencia porque es increíble cómo inventan cosas nuestros adversarios, los del partido conservador y muestran el cobre. No cabe duda de que la verdadera doctrina de los conservadores es la hipocresía, son muy cretinos», dijo el Presidente en conferencia de prensa.
Y la tribuna se llena de preguntas: ¿Quién miente, el Presidente o los diputados de Morena? Si han sido los diputados de Morena quienes han insistido en revivir la tenencia, ¿son ellos a quienes señala como sus adversarios y los acusa de ser conservadores, hipócritas y cretinos? ¿Quién está enseñando verdaderamente el cobre en un doble discurso frente a los ciudadanos que deben pagar ese impuesto?
Fue en abril precisamente cuando Ramírez Cuéllar planteó por primera vez que unificar desde la Federación las reglas de este impuesto ayudaría a fortalecer las finanzas públicas.
“La propuesta de federalizarlo va en el sentido de homogeneizar las bases de la tributación así como de terminar con la dispersión, la anarquía y la falta de compromiso de los estados para ejercer sus facultades tributarias en beneficio de las finanzas públicas”, dijo en un comunicado, lo que mereció el ataque del Presidente no a su compañero de partido, sino a sus adversarios políticos.
¿Acaso un diputado puede actuar libremente en un partido donde no se mueve la hoja de un árbol sin el consentimiento del Presidente?, claro, salvo los casos de Monreal en el Senado y de Porfirio en la Cámara de Diputados. ¿Lo puede hacer a sabiendas que López Obrador ha rechazado este impuesto de manera abierta? Es una falta de respeto a la inteligencia de cualquiera.
El caso de la tenencia vehicular podría seguir el mismo guión de otras decisiones tomadas supuestamente a la distancia del Presidente –como la ampliación del mandato en Baja California y la Ley Garrote en Tabasco-, quien ha justificado respetar la autonomía de los congresos locales; en este caso, se trata de Morena, la fracción mayoritaria en la Cámara de Diputados. Nadie comprará ese caramelo.
La diferencia entre las reformas aprobadas por los congresos y la imposición del impuesto sobre la tenencia vehicular es que las primeras pueden ser combatidas desde su constitucionalidad ante la Suprema Corte; en el caso del nuevo gravamen, este es una facultad del Congreso en la integración de la Ley de Ingresos, y por tanto, su aplicación sería jurídicamente correcta.
Cuando en uso de sus facultades, el morenista Ricardo Monreal propuso la eliminación de comisiones bancarias –lo que desató el júbilo de los usuarios de la banca y la ira de los dueños extranjeros de los bancos-, fue el propio Presidente quien dijo que esa propuesta no se aplicaría, al menos en los primeros años de su administración. Y la iniciativa pasó a mejor vida.
Como fuere, la imposición de la tenencia vehicular parece una celada orquestada desde Palacio Nacional. Veremos a quien acusa en la mañanera de este martes.
Las del estribo…
- Hoy inicia el proceso para la elección del nuevo titular del ORFIS. Los adversarios de Antonio Portilla han filtrado que está inhabilitado para la reelección y los sueldos que habrían estar devengando él y sus colaboradores. El actual titular del ORFIS no tiene muchos amigos en el Congreso. Por otro lado, al caballo negro del morenismo lo arrastró el tsunami de la “estafa maestra”. Corren apuestas.
- Son varias las ocasiones que se ha dicho que el principal enemigo de Morena es Morena. La elección de la Presidencia del Congreso puso en evidencia divisiones y rencores que ni el Presidente puede controlar. El pleito Monreal-Batres-Polenvsky es una probadita de la crisis que viene para el partido en el poder.