La Fiscalía General del Estado (FGE), a cargo de Jorge Winckler Ortiz, es de las peor evaluadas del país; su nivel de confianza es de -5 por ciento, por debajo del promedio nacional (-7.8%), resultado nada alentador que revela que además de la desconfianza ciudadana, no están realizando su trabajo como deberían lo que se traduce en impunidad.
Así lo indican datos proporcionados en el documento “Hallazgos 2018. Seguimiento y evaluación del sistema de justicia penal en México”, publicado por México Evalúa, centro de investigación y monitoreo de la operación gubernamental.
En éste, se detalla que la desconfianza a las autoridades representa el 16.5 por ciento de las causas por las que delitos no fueron denunciados o investigados, superado por el de pérdida de tiempo que representa un 34 por ciento.
En cuanto a las investigaciones iniciadas durante el 2018, nuevamente la Fiscalía General de Veracruz fue mal evaluada, al estar entre los 21 estados cuyas investigaciones determinadas —en más del 50 por ciento— se hicieron a través de “archivo temporal”, lo que significa que se guardaron en el escritorio del Ministerio Público quedando detenida cualquier actividad investigadora, por lo que en realidad no fueron resueltas.
Asimismo, se encuentra por debajo de la media nacional (3.9) en cuanto a porcentaje de asuntos que fueron vinculados a proceso durante ese mismo año, al tener el 1.4 por ciento, lo que quiere decir que la mayoría de las investigaciones no son judicializadas.
Estos resultados, contribuyen de manera significativa a que el índice de impunidad del Sistema de Justicia Penal en Veracruz se encuentre entre las tasas más altas a nivel nacional, con el 99.8 por ciento, incluso superando al promedio nacional de 96.1 por ciento.