Es cierto, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez puede ser un hombre honesto, a prueba de todo, bien intencionado y contar con otras virtudes que abrevó en su infancia educado en el seno de una familia modesta, con principios y valores como las de antes, confirmada por sus convicciones de hombre de izquierda comprometido con el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien ha acompañado desde los inicios de la lucha callejera y los recorridos por el país conviviendo con los mexicanos más desposeídos, los que sobreviven de milagro porque a los hombres del poder no les ha venido en gana atenderlos. Pero todo esto no es suficiente para mantener impoluta una estructura administrativa del tamaño de la del gobierno que encabeza. Nunca debe descartar que personas a las que sumó a su equipo se rodearon de expriistas y expanistas de lo más corrupto que con sus acciones se encargan todos los días de empañar la imagen de un gobierno que quiere combatir la corrupción. Un caso es el de Miguel Ángel Vega García, excolaborador cercano en Sedatu y Sedesol, de Rosario Robles Berlanga, acusada de encabezar la llamada “estafa maestra” de la que funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto, principalmente Miguel Ángel Osorio Chong, obtuvieron miles de millones de pesos sustraídos del erario público. Así como este corruptazo, hay otros en distintas áreas de la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Una revisadita al área de transporte público de la Dirección de Tránsito del Estado y ahí encontrarían docenas de ratas que a diario se ensañan con los transportistas, a quienes cínicamente extorsionan a cambio de hacerles un trámite que no tiene costo; o con los propietarios de las grúas, verdaderas mafias delictivas que dejó sembradas ahí desde Fidel Herrera Beltrán y, a la fecha, extrañamente continúan robando a automovilistas. ¿Y qué nos dicen de notables priistas como Ulises Rodríguez Landa, alumno predilecto de Carlos Brito, quien está involucrado y denunciado penalmente por el asunto de las empresas fantasma del gobierno de Javier Duarte, junto con Vicente Benítez?… Entre más pronto Cuitláhuac pase la escoba, como él dice parafraseando a AMLO, de arriba hacia abajo, menos daño le harán esos pillos tanto al Gobernador como a Veracruz… La corrupción es un mal parecido al cáncer, apareció hace tiempo y ha ido creciendo hasta la metástasis. Más vale un grito a tiempo.