A principios de año platiqué con Arantxa Peláez y me comentó que La Calandria —el trío de son jarocho que formaron hace tres años Alejandra Paniagua, Raymundo Pavón y ella— había sido invitado a participar en el festival Somos Latinoamérica, cuya edición 2019 se realizará en Bruselas, Bélgica, pero que para asistir era requisito haber grabado un disco. Emprendieron una fuerte campaña para obtener los recursos necesarios para la grabación y producción del material fonográfico y para el viaje a Europa; el disco ya es una realidad y va a ser presentado el próximo viernes en Cauz y en septiembre en la Ciudad de México. Volví a platicar con ella:
«Ya teníamos planes de grabar este año pero no sabíamos cuándo, un poco por falta de tiempo y también por falta de dinero, pero en enero surgió una invitación para que nos presentáramos en un festival en Bruselas y nos pedían como requisito tener un disco grabado, entonces nos pusimos manos a la obra, primero para conseguir el dinero que necesitábamos. Hicimos una campaña de Kickstarter con la que pudimos hacer el fondeo y cuando vimos que era viable, empezamos a planear toda la producción. El disco ha ido de la mano con el viaje porque es el mismo repertorio y el material que llevamos. Para la producción del disco y para el viaje, no solo contamos con el fondeo, también hubo mucha gente que nos apoyó.
«El disco es homónimo, se llama La Calandria. Desde el principio, nuestra música es una reinterpretación del son a partir de lo que pueda dar cada instrumento. Todos tenemos distintas influencias musicales de un montón de lugares, distintos maestros, distintas escuelas, distintos gustos, etcétera. La Calandria es un trío y no es común en el son jarocho, ahora se ven más seguido formatos más pequeños, pero en general, es más habitual ver en el escenario diez jaranas, dos marimboles y tres leonas, y formatos muy grandes. Sabíamos que era un reto hacer un trío porque conocemos el gusto del público que escucha el son jarocho —que principalmente es la gente del Sotavento— y sabemos que el criterio está basado que debe haber una fuerza muy grande y a veces pareciera que entre más fuerte, mejor, a la gente le gusta más, pero elegimos ese formato porque nos sentimos muy cómodos tocando juntos y porque queríamos que se escuchara muy clara la voz de cada instrumento, que cada uno tuviera su lugar, y trabajar con lo que cada instrumento pudiera dar. Tenemos muy claro que somos nosotros los que estamos tocando pero creemos que el instrumento es el que te pide lo que tienes que darle y a partir de eso crear un diálogo entre la jarana tercerola, la leona y el arpa.
«Nuestra interpretación de los instrumentos no es del todo tradicional: el arpa no es un arpa jarocha tradicional, su construcción es una mezcla entre arpa paraguaya, celta y algo de jarocha; es un arpa que tiene palancas, como un arpa clásica, pero el tamaño es distinto. En la leona se pueden escuchar influencias muy claras de la guitarra cuarta —o media guitarra, como también le dicen— que es como la leona chica que se encuentra mucho en los llanos de Hueyapan de Ocampo, de Corral Nuevo, en la zona olmeca que tiene una tierra muy roja. Y Raymundo tiene influencias muy claras de de la jarana huasteca, el cuatro venezolano, el charango y rasgueos de otras guitarras pequeñas de Latinoamérica, primas hermanas de la jarana jarocha.
«Con la leona me atrevo a hacer cosas que no son comunes en la técnica de las guitarras de son tradicionales, como tocar sin espiga o darle otros ataques distintos, arriesgarme en la armonía o hacer glissandos, cosas que en un fandango no se logran distinguir por la cantidad de instrumentos que hay y que un trío te permite explorar.
«Hablando de lo musical, siempre tratamos de mantener la esencia de lo que nos da cada son, porque cada son tiene un tratamiento distinto, por ejemplo, hemos trabajado sones durante tres años y aún no estamos completamente convencido de que ese es el sonido que debe de fluir; hay sones que hemos tocado desde hace un buen rato y decidimos no incluirlos en este disco porque creemos que todavía falta encontrar esa voz que nos está pidiendo, y hay otros sones que montamos en dos días e inmediatamente nos dimos cuenta de que así era como debían de sonar. Otra cosa que hacemos, y que a la gente le gusta mucho, es la versada.
«En el disco hay once sones, tres de ellos son como bonus track porque son individuales, uno es de arpa sola, otro de jarana sola y el otro de leona sola. Lo hicimos pensando en ser fieles a este concepto que tenemos de darle su voz a cada instrumento.
«Estamos muy agradecidos con todas las personas que colaboraron con nosotros, el diseño fue hecho por el Estudio Cuatro Ojos, que está conformado por Lorena Ortega y Manuel López, quienes hicieron un gran trabajo. Las ilustraciones de portada y contraportada están hechas por Pedro Hace —así se hace llamar—, de FIKKA Casa Ilustración. Las fotos están hechas por Polo&Storch, es un estudio de fotografía y diseño conformado por Perla Polo y por Carlos Storch. El tratamiento de los textos está hecho por Elisa Hernández, tanto los versos como la reseña de presentación, es un trabajo súper minucioso.
«Nos interesaba mucho conformar un equipo de gente que entendiera y transmitiera el concepto del grupo, y logramos reunir personas que admiramos muchísimo, que hacen un trabajo visual interesante y que tienen conocimiento no solo del son jarocho, sino de las músicas tradicionales de México y, sobre todo, de la lírica popular.
«Los principales patrocinadores fueron Cauz, en Xalapa, y Raíces, Centro Cultural, en la Ciudad de México. Vamos a presentar el disco el 9 de agosto en Cauz y el 24 de septiembre en Raíces Centro Cultural. Esos dos centros culturales fueron quienes más nos apoyaron y estuvieron al pie del cañón desde el principio, es gente que apoya a la cultura, son muy importantes en sus ciudades y están siendo testigos de la escena emergente, de lo que está sucediendo musicalmente en México. Esos dos lugares son los puntos de venta del disco, también pueden encontrarlo con Tere Osorio, de Culturaama, y en la página de Facebook de La Calandria.
«Nos vamos a Europa el 25 de septiembre, vamos a presentarnos en dos sedes del festival Sonamos Latinoamérica: Bruselas y Barcelona, además vamos a hacer una estancia en Francia. Estamos chambeando muy duro para llevar algo muy chido».
Ver también: La Calandria, su disco y su vuelo rumbo a Bélgica
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