Este domingo, periodistas de Coatzacoalcos, Acayucan, Las Choapas y el puerto de Veracruz salieron a manifestarse para protestar por el asesinato de Jorge Celestino Ruiz Vázquez, corresponsal de un periódico xalapeño en el municipio de Actopan.

Ellos, como seguramente también los demás periodistas veracruzanos, demandan que en este deleznable caso se haga justicia pronta y expedita, lo que obviamente implica que la Fiscalía investigue con pulcritud y pruebe plenamente la responsabilidad de quien o quienes resulten ser los autores materiales e intelectuales de la muerte del comunicador, sin dar espacio a la mínima duda o sospecha, para que al momento de dictar sentencia el juez correspondiente aplique todo el peso de la ley.

Y es que la peor injusticia que se podría cometer en agravio de la víctima es que su homicidio terminara politizándose, al pretender responsabilizar a priori de su muerte al presidente municipal José Paulino Domínguez Sánchez, a quien tendenciosamente se ha expuesto ante la opinión pública como sospechoso de este crimen sólo porque el periodista hizo algunas publicaciones en contra de la administración del edil panista, pero sin que hasta el momento existan elementos contundentes que pudieran comprobar la autoría del munícipe actopeño en este atentando criminal, lo que evidentemente viola su derecho de presunción de inocencia.

Por eso resulta grave que la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), a través de un comunicado oficial, exigiera a las autoridades correspondientes seguir “a profundidad” una sola línea de investigación: lo relacionado con la actividad periodística de Jorge Celestino Ruiz por los señalamientos que hizo presuntamente contra el alcalde desde octubre del 2018 ante la Fiscalía General del Estado, según la carpeta de investigación CI/114/2018/PC.

¿Con este antecedente, y ya con otro nuevo grupo en el gobierno estatal, de un partido diferente al suyo, habría sido tan burdo el munícipe del PAN de mandar a asesinar al periodista por cuestionar a su administración, lo que obviamente –como ahora ha ocurrido– lo colocaría como el principal sospechoso de su homicidio?

Por eso, este sábado, ante los señalamientos en su contra, el alcalde Domínguez Sánchez tuvo que salir a expresar públicamente que está en la mejor disposición de coadyuvar con las autoridades correspondientes para que se esclarezcan estos hechos, pues aclaró que, en efecto, Jorge Ruiz había presentado una denuncia por daños a dos vehículos de su propiedad el 24 de octubre de 2018, pero que extraoficialmente se enteró que el periodista acusaba como posibles responsables “a empleados del Ayuntamiento que presido”, por lo que en ese momento dio instrucciones “para que las personas señaladas se presentaran a aclarar los hechos ante la Fiscalía General del Estado y coadyuvaran con el esclarecimiento de los mismos”.

Pero el edil panista sostuvo que “no estoy involucrado en la carpeta de investigación citada ni en los hechos lamentables que ocurrieron este viernes.”

¿De veras no habrá otras líneas de investigación qué seguir? La Fiscalía está obligada a investigar todo y a todos. Indagar también a otros posibles resentidos por sus demás publicaciones. A ver si no salen con tremenda sorpresa.