Uno de los pocos vestigios que quedan del convento de la Natividad de María, es un dintel, que actualmente se exhibe en el Ágora de la Ciudad, en el que está labrada una leyenda que dice:

«Acabose esta iglesia el año 1556, reinando el Emperador Don Carlos V y su hijo el Rey Felipe Nuestros señores, y gobernando la Nueva España su IIImo Visorey Don Luis de Velasco con cuyo favor se hedificó».

En 1824, en ese inmueble se realizó el primer Congreso Constituyente del Estado de Veracruz, en el que fue nombrado el primer gobernador, Miguel Barragán. En la segunda mitad del siglo XIX, tras la promulgación, por el presidente Benito Juárez, de la Ley de la Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, pasó a ser propiedad del Estado. No se le dio uso ni mantenimiento y en 1884 su deterioro era tal que el gobernador Juan de la Luz Enríquez decidió demolerlo y en su lugar construir un parque. En 1892, se inauguró la primera etapa del Parque Juárez.

A finales del siglo XIX, la familia García Teurel adquirió una parte del predio. En la segunda década del siglo XX, ese terreno fue adquirido por la familia Jenkins para construir el Salón Victoria, un espacio de recreación social en el que se desarrollaban funciones cine y de teatro, bailes y otras actividades. En los años cincuenta, el salón cerró sus puertas y el inmueble fue donado al Gobierno del Estado. Desde ese momento hasta 1975, el recinto albergó al Archivo General del Estado. Después permaneció en el abandono hasta 1978 cuando, según informa el portal Xalapa, «el Gobernador del Estado Lic. Rafael Hernández Ochoa autorizó se diera el inmueble en comodato al DIF estatal para desarrollar el proyecto de centro cultural que había propuesto el Patronato Pro Centro Cultural que presidía la Sra. Rebeca Bouchez Gómez. Los arquitectos Víctor Loyo Ramos y Enrique García Ramírez fueron los responsables de realizar la obra.

«De noviembre de 1978 a agosto de 1979, se desarrolló el proyecto socio cultural con la supervisión y control financiero del DIF FONAPAS – VERACRUZ. El proyecto socio-cultural se llevó a cabo al mismo tiempo que el proyecto arquitectónico de remodelación y adecuación de los espacios existentes. El Ágora de la Ciudad contaría con galería para exposiciones y sala de conferencias, auditorio, cafetería, terraza y oficinas. Para el programa cultural, se establecieron actividades como talleres libres para niños, cine de arte, teatro, música, danza, mesas redondas y seminarios».

El centro cultural recibió el nombre Ágora de la Ciudad y se inauguró el 11 de agosto de 1979. Aunque con altibajos, desde entonces se ha convertido uno de los lugares emblemáticos de la cultura xalapeña, veracruzana y nacional. Cine, teatro, danza, artes plásticas, música, literatura han encontrado en el lugar un albergue que no solo ha permitido la divulgación de sus manifestaciones, sino que a través de los múltiples talleres de todas las disciplinas que se han realizado, ha incentivado la formación y la creación artísticas.

En 1999, para celebrar el vigésimo aniversario, se realizó una remodelación integral que estuvo a cargo de uno de los arquitectos veracruzanos de mayor prestigio, Bernal Lascurain Rangel, él es el artífice de la imagen actual del edificio.

El año pasado, el Ágora de la Ciudad, que seguía siendo administrada por el DIF, pasó a manos del Instituto Veracruzano de la Cultura y su coordinación fue encomendada al cineasta Gustavo Vega, quien le ha imprimido una interesante dinámica en la que el cine ha jugado un papel protagónico pero no exclusivo, la galería ha tenido exposiciones constantes y se han desarrollado varias actividades más.

El 11 de agosto se cumplirán cuarenta años de la inauguración, por ser domingo, la celebración se hará el sábado 10, a las 18:00 horas se inaugurará una exposición que recoge parte del acervo visual acumulado en los 40 años de historia; a las 19:00 horas, en el auditorio se realizará un concierto de jazz a cargo de una banda liderada el emblemático bajista Lucio Sánchez. Además de ese festejo, todo el mes de agosto tendrá una cartelera especial. Hay que asistir a la fiesta del sábado y estar pendiente de todas las actividades con las que, durante todo el mes, el Ágora de la Ciudad celebrará sus primeros 40 años de vida.

 

 

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