No entienden la gravedad de sus actos o el millonario negocio bien vale el escándalo; resulta que la falsa austeridad en la Secretaría de Salud del Estado ha servido para simular compras, adjudicar contratos de manera directa y esconder el último y millonario negocio: la prestación del servicio integral de hemodiálisis para los hospitales pertenecientes  a los servicios de salud de Veracruz.

Según documentos obtenidos por este columnista, como resultado de la Licitación Pública Nacional LPN-103T00000-013-19, la Secretaría de Salud que encabeza Roberto Ramos Alor, adjudicó el contrato a la empresa GIFYT S.A. de C.V., filial de Esterinova de Puebla, la misma que fue señalada por realizar actos de corrupción, conflicto de interés y presentar documentación falsa durante el tiempo que también prestó sus servicios al IMSS y a la propia Secretaría de Salud.

En julio de 2015, medios locales dieron cuenta de la inauguración de una clínica de hemodiálisis que prestó servicios al IMSS y al ISSSTE, así como a pacientes particulares con insuficiencia renal, sin embargo, con base en la página www.compraver.gob.mx se pudo verificar que las empresas GIFYT S.A. de C.V y Grupo ICTZE S.A. de C.V, estaban descalificadas para hacerlo.

A pesar de ello, el entonces subsecretario de Salud, Arturo Navarrete Escobar, dio su aval a la nueva empresa cuyo nombre comercial era «Clínica de Excelencia en Hemodiálisis Xalapa», que además se aseguró era de su propiedad. Desde hace tres años se ubica en la calle Revolución y Manuel C. Tello, frente al mercado de La Rotonda.

Sin embargo, aún con estos antecedentes, los incólumes funcionarios de la 4T decidieron que era la mejor opción y le adjudicaron el millonario contrato, como parte de la red de intereses que se han tejido al interior de las Secretarías de Salud y de Finanzas.

En todo caso, la adjudicación hecha a favor de la empresa GIFTY no pasaría de ser un acto más de corrupción, sino que a pesar de que ya se encuentra en servicio –el contrato durará lo que resta del año–, ha incumplido con el contrato y lo estipulado en las bases, obligando a los pacientes a que asistan a las instalaciones de la empresa y se realicen los procedimientos fuera de los hospitales, con el riesgo sanitario que ello implica.

Según el aviso hecho por escrito a los pacientes de la clínica de hemodiálisis del hospital Luis F. Nachón, quienes requieran del servicio tendrán que asistir a las instalaciones de la Rotonda en Xalapa. Lo mismo sucede en el resto de los hospitales que subrogaron este servicio a la empresa.

El objetivo principal de tener las unidades de hemodiálisis en los hospitales es atender de manera inmediata a la población vulnerable que requiere del tratamiento. De acuerdo al protocolo, se debe atender con especial cuidado a los pacientes críticos que se encuentran hospitalizados y que su condición física no les permite abandonar sus instalaciones para dirigirse a una clínica privada o una unidad subrogada.

A pesar de que los principales hospitales de los servicios de salud de Veracruz (Río Blanco/Yanga, Poza Rica, Caev, Luis F. Nachón, el hospital regional de Veracruz y Coatzacoalcos, entre otros) cuentan con unidades de hemodiálisis dentro de sus instalaciones, desde hace varios años son operadas por diferentes proveedores que han sido adjudicados con equipos y personal propios para brindar el servicio.

Y seguramente hay algo que no le han dicho al Gobernador. La Empresa Esterinova fue adjudicada de manera directa para prestar este servicio durante los dos años de la administración de Miguel Ángel Yunes, misma que subrogó el servicio a GIFYT y a sus clínicas privadas. El negocio bien vale una traición.

A partir de este mes que inició formalmente la prestación del servicio por parte de la empresa GIFYT, las propias autoridades de la Secretaría de Salud han dado indicaciones a sus pacientes para que se trasladen a las clínicas privadas, favoreciendo el incumplimiento del contrato.

Las consecuencias están a la vista. Esta misma semana, pacientes que estaban en el área de terapia intensiva del CAEV y que no podían abandonar el hospital, no pudieron recibir tratamiento porque la empresa no ha hecho la sustitución de los equipos. Quien no pueda salir del hospital, sencillamente no recibe su tratamiento de hemodiálisis, algo que han solapado las autoridades.

Los casos de pacientes que han sido expuestos por la voracidad de los funcionarios públicos es un escándalo. La historia apenas empieza.

Las del estribo…

  1. El dictamen sobre la reestructura de la deuda pública del estado está en la agenda del día de hoy, en lo que será la última sesión ordinaria de este periodo. Sin embargo, gracias a los kamikazes de Morena, su contenido ha corrido veloz por las redes sociales y los medios de comunicación. Al interior del Congreso, todo apunta a que desde la delegación federal van a dinamitar los acuerdos.
  2. Certificados de alfabetización se vendía hasta en cinco mil pesos, acusa el director del IVEA. Ahora se entiende cómo fue que muchos neo funcionarios de la 4T jarocha iniciaron el camino que los llevó a obtener su título gansito y no tener impedimento para ocupar la silla.