Debilitado por las masivas manifestaciones en su contra, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, se vio forzado a renunciar el viernes tras dos años y medio en el poder. La filtración de cientos de chats entre Rosselló y sus colaboradores el 13 de julio reveló una sucesión de comentarios despectivos, misóginos u homofóbicos dirigidos a funcionarios y personajes públicos y reconocidas figuras públicas, causando un repudio generalizado de la opinión pública. El domingo pasado 750,000 puertorriqueños salieron a la calle, mientras el goteo de chats del CPI ponía al descubierto, además del lenguaje soez de Roselló y sus colaboradores, un aceitado entramado de corrupción con contratos públicos. Asuzados por celebridades como el  el actor Benicio del Toro y los cantantes Ricky Martin, Daddy Yankee, Residente y  Bad Bunny, los manifestantes permanecieron en las calles toda la semana hasta la caída del gobernador.

La filtración fue conocida “Ricky Leaks” porque en uno de los chats el músico fue objeto una burla homofóbica por parte de un colaborador de Roselló, sin que nadie en el grupo de chat reaccionara. La periodista Omaya Sosa fue una de las grandes protagonistas del levantamiento popular, ya que lideró el equipo del Centro de Periodismo de Investigación que obtuvo, curó y publicó las 889 páginas de diálogos de Instagram entre Roselló y su círculo rojo.  Ganadora en 2018 del premio COLPIN, el más importante para la investigación periodística en latinoamérica, por su cobertura de las muertes no reconocidas del Huracán María, Sosa brindó detalles del proceso popular que se llevó puesto al gobernador puertorriqueño. Lo hizo en el podcast Medio Extremo-Filtraciones, en diálogo con el editor de Página/12 Santiago O´Donnell

Para la periodista puertorriqueña, los funcionarios expuestos en las filtraciones estaban operando políticamente en horas laborales, utilizando recursos del Estado. “Es el uso de recursos públicos en su máxima expresión: hablas con funcionarios públicos de situaciones públicas que ocurren tomando decisiones de naturaleza pública”, remarcó.

A modo de contexto, Sosa explicó que las filtraciones de Telegram aparecieron dos días después de otro hecho que sacudió a la opinión pública puertorriqueña. “Se radicaron acusaciones por lavado de dinero contra dos de los jefes de las agencias más importantes del gobierno de Puerto Rico, el Departamento de Educación y la Agencia de Administración de Seguros y Salud”, sostuvo la periodista. Ambos funcionarios fueron arrestados rápidamente.

En un principio, solo cuatro periodistas tuvieron acceso a fragmentos de los chats entre el gobernador y once de sus colaboradores. Sosa dijo que al escuchar esos fragmentos  decidió pedirle a su fuente los diálogos enteros para evitar manipulaciones, o el uso selectivo de la información. Al cabo de algunas semanas las fuente accedió y el CPI obtuvo el set completo de las filtraciones. “Decidimos publicarlo esa misma madrugada”, afirmó la periodista. Lo primero que descubrieron fue replicado por varios medios: “Se podían leer barbaridades, muchas de ellas dirigidas a mujeres y homosexuales. Hasta los muertos del huracán María aparecen insultados”, recordó.

Los chats filtrados también evidenciaron persecución a fuerzas opositoras: “Incluso personas que no forman parte del gobierno, daban órdenes de utilizar recursos públicos para perseguir opositores o despedir a funcionarios. Por ejemplo, un colaborador decía que deseaba entrarle a tiros a la alcalde de San Juan, y el gobernador, lejos de calmar las aguas, reaccionaba de manera positiva al comentario”, contó la investigadora del CPI.

La filtración de Rosselló es la segunda surgida de Telegram en Latinoamérica, tras el descubrimiento de los chats del ex juez Sergio Moro en Brasil. «No creo que sea casual que pase en Telegram, porque los funcionarios que buscan manifestarse en secreto se han movido a esa plataforma creyendo que Whatsapp ya no era confiable», explicó Sosa, a lo cual agregó: «Cuando tienes a doce personas participando de un grupo, olvídate de la seguridad y cuán encriptado seas. Sólo se requiere que uno pase para adelante esos mensajes, o que caiga en desgracia, para que todos los demás caigan con él”.

La periodista se refirió también a los alcances de la filtración: «Para el CPI es muy importante el chat, pero nosotros ya veníamos investigando la corrupción en la administración pública. El chat terminó de amarrar muchos cabos sueltos”. La filtración pasa de ser una mera herramienta a tener otro espesor si se la logra complementar con fuentes, entrevistas y un fuerte trabajo que permita ponerla en contexto, tarea a la que se abocaron el propio CPI y otros medios del país caribeño.

La secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez, estará al frente del gobierno de Puerto Rico hasta las elecciones del 20 de noviembre de 2020. Vázquez es la segunda en la línea sucesoria: el primero es el ahora ex Secretario de Estado Luis Rivera, pero renunció días atrás, salpicado también por las filtraciones. La sucesora de Rosselló tampoco está exenta de escándalos. Colectivos feministas del país cuestionaron su paso por la Oficina de los Derechos de las Mujeres, que remató con una frase desacertada: para defenderse de la violencia doméstica, afirmó, “las mujeres deberían estar armadas”. Vázquez también fue acusada de intervenir de manera indebida en investigaciones, y de cancelar fondos a entidades que pedían su renuncia al Departamento de Justicia.

Al asumir la gobernación de Puerto Rico, “Ricky” Rosselló había prometido una gestión transparente que se caracterizaría por el pago de la deuda pública. Su administración, en cambio, se destacó por una agresiva reforma laboral, un déficit de 70 mil millones de dólares, y un índice de pobreza cercano al 40 por ciento. Más aún la corta gestión del gobernador Rosselló estuvo marcada por el paso del huracán, que desnudó la débil infraestructura del país. La gestión pública frente a la emergencia agravó aún más la tragedia, lo cual se evidenció en el colapso del sistema de salud. Tras la lista oficial de 64 fallecidos, la investigación de Sosa llegó a detectar a alrededor de 4 mil víctimas fatales.

Esta semana Rosselló se convirtió en el primer gobernador en la historia de Puerto Rico que no logra completar su mandato.

Con información de Página/12