Los números que proporcionó de forma reciente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que durante junio del presente año se abrieron en Veracruz 136 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso; 22 por feminicidio; y 21 más por secuestro.
Son cifras preocupantes, dado que de esas cifras se desprende que el 22 por ciento de los feminicidios que se registran en el país tienen su origen en territorio veracruzano; es decir, de cada 5 asesinatos de mujeres por razón de género, uno se registra en la entidad. No es un asunto menor.
De igual manera, los números del Secretariado Ejecutivo indican que casi el 28 por ciento de los secuestros ocurridos en México se registran en Veracruz, entidad que acumula en el año 25 mil 860 delitos; 715 homicidios dolosos; 2 mil 249 lesiones dolosas; 98 feminicidios; 181 secuestros; 10 mil 415 robos; 952 robos a casa habitación; y 3 mil 317 robos de autos. Todo un récord.
Sin embargo, al margen de la comprensible preocupación de los veracruzanos por las cifras de los delitos de alto impacto, los números del presente año consignan una mejora, con relación a 2018, cuando era gobernador Miguel Ángel Yunes.
Comparando: durante el primer semestre de 2019 se han consignado 25 mil 860 delitos en la entidad; en el mismo periodo del año pasado fueron 32 mil 572.
En los primeros seis meses del presente año ocurrieron en la entidad 715 homicidios dolosos; en el mismo periodo de 2018 fueron 805. En ese punto, aunque en menor proporción, también hay un avance, dado que en 2019 ocurrieron 90 homicidios dolosos menos que el año pasado.
No es todo: en el primer semestre de 2019 la fiscalía estatal, que es la fuente de origen que alimenta el sistema que maneja el Secretariado Ejecutivo, consignó 10 mil 415 robos, en tanto que el año pasado, a estas alturas ya había en Veracruz 12 mil 594; es decir, en un año se bajó ese delito en casi 20 por ciento.
En feminicidio y secuestro, ilícitos escandalosos por su propia naturaleza, no hay avance alguno en la entidad, pero en los delitos que representan un atentado contra el patrimonio de las personas, como el robo, el robo a casa habitación, el robo de vehículos y a transportistas, los números no son malos. De hecho, la entidad no se ubica en la lista de las que presentan las tasas más altas por cada 100 mil habitantes.
En el tema particular del secuestro, el problema ha sido utilizado como argumento para criticar la supuesta ineficiencia del área de seguridad pública del gobierno estatal; sin embargo, en gran medida tiene razón el gobernador veracruzano cuando señala que si la fiscalía estatal cumpliera su parte, investigara y capturara a los integrantes de las bandas que se dedican a dicho ilícito y que operan en la entidad, los números no serían tal altos como los que se registran en la actualidad.
Otro punto llama la atención: Cuitláhuac García no llegó al gobierno estatal con el argumento, en campaña, de que era un especialista en seguridad –como sí lo hizo Yunes Linares–; a pesar de ello, el actual ejecutivo veracruzano, en los hechos y de acuerdo con las cifras, ha ofrecido mejores cuentas hasta ahora. @luisromero85