La semana anterior el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo la espartana idea de ordenar a los alcaldes del sur de Veracruz que “ofrezcan trabajo” al menos a 100 migrantes que pasen por sus ciudades, lo que hizo que los munícipes respingaran.
Y es que esto representará un gasto mensual de 390 mil pesos por ayuntamiento según dijo el diputado Juan Manuel de Unanue, presidente de la Comisión de Migrantes.
Estamos hablando que la bronca se la quiere endosar el presidente a municipios como Acayucan, Las Choapas, San Juan Evangelista, San Andrés, Jáltipan, Meyacapan, Texistepec, Moloacán, Cosoleacaque y Sayula de alemán, por citar algunos. Todos jodidos, con problemas de desempleo y endeudados hasta con los abarroteros. Lo mismo pasa con Coatzacoalcos y Minatitlán donde la violencia ha cerrado negocios y ha corrido a los empresarios.
Hasta la secretaria del Trabajo y fan de AMLO, Guadalupe Argüelles Lozano, levantó la ceja.
Cuidadosa de las formas dijo que no replica la estrategia porque es respetuosa de las ordenes de López Obrador, pero que no se puede obligar a los alcaldes a dar trabajo a los indocumentados, ya que los ayuntamientos son autónomos.
Como si la autonomía le importara al presidente.
Por lo pronto, varios alcaldes se han negado en redondo a acatar la orden porque simple y sencillamente no tienen fuentes de trabajo qué ofrecer. Otros, dijeron que con gusto aceptan siempre y cuando “los de casa lleven mano”.
Uno me comentó vía telefónica: “Hombre, que no la chingue el presidente. ¿De dónde quiere que dé chamba a 100 migrantes si el municipio no tiene ni para ofertar veinte empleos? Además, ¿de dónde carajos voy a sacar para pagarles?”
Vaya con las incongruencias, por un lado, la 4T exige contratar y por otro despide sin compasión. En estos siete meses de Cuitláhuac como gobernador han sido despedidos 2 mil 600 burócratas, entre sindicalizados y personal de confianza.
Esa cantidad representa a igual número de familias que de la noche a la mañana se quedaron sin sustento. Si tomamos como base que una familia veracruzana se compone en promedio de papá, mamá y tres hijos, estamos hablando de 13 mil personas que están pasando un trago muy amargo.
¿Por qué los despidieron? Lupita Argüelles lo explicó: “Porque estamos con la política de austeridad y no es que despidamos a la gente; simplemente estamos poniendo orden en todo el gobierno”.
Ah vaya, si no son despidos ¿qué carajos son? Y si de poner orden se trata, con que despidan a Cuitláhuac, Eric y Hugo se alivianaría el gobierno. ¿No ha pensado en esa solución la funcionaria?
En el renglón de las sorpresas, el subsecretario de Promoción y Atención Turística, Iván Martínez Olvera, dijo que Xalapa podría tener un crecimiento turístico mayor que el de Cancún.
Por su parte, el alcalde de la sufrida ciudad capital, Hipólito Rodríguez Herrero, manifestó que por el sargazo en Cancún los turistas buscan opciones como Xalapa.
¿Qué se meterían estos señores?
Cancún es el sitio turístico más caro del país donde más que derramar, sus visitantes desparraman dinero en dólares. Xalapa es una ciudad barata y su turismo es de medio pelo hacia abajo. El 90 por ciento de los hoteles de Cancún son de cuatro o cinco estrellas. ¿Cuántos hoteles de esa categoría tiene Xalapa? En época vacacional la ocupación hotelera en Cancún es en promedio del 100 por ciento. En Xalapa apenas araña el 29 por ciento.
Cancún tiene un mar inigualable (el sargazo es aparte) y sus zonas arqueológicas son de las más visitadas del mundo. Xalapa tiene el parque Juárez, el de Los Tecajetes, el Museo de Antropología, comercios cerrados, abundante desempleo, un inamovible primer lugar nacional en feminicidios, una inseguridad que nomás no baja y su atracción principal: los encuerados de los 400 Pueblos.
Pero Martínez Olvera estaba eufórico: “Para poder primero hay que intentarlo y tener la expectativa. Y tenemos la expectativa y las ganas y estamos trabajando en eso”.
¿Cuánto presupuesto se invertirá en la ideota? Eso no lo dijo.
Después de oír semejantes babosadas no queda duda: con tantita imaginación y un poco de lo que se meten ese par, cuando quieras lector, Xalapa tendrá el crecimiento turístico que tiene Cancún.
Visita de Edel Álvarez el CECOFAM de Xalapa
Al señalar que la creación de los Centros de Convivencia Familiar Asistida es un programa impulsado por la actual administración del Tribunal Superior de Justicia en diversas regiones del estado para contribuir en el mejor desarrollo de niñas, niños y adolescentes, el magistrado presidente Edel Álvarez Peña, supervisó el pasado sábado la labor que realizan psicólogos, trabajadores sociales y personal del centro de convivencia del Distrito Judicial de Xalapa.
Durante su visita, Álvarez Peña destacó que preservar el interés superior del menor es una de las prioridades del Poder Judicial del Estado, por lo cual llevó a cabo esta supervisión a fin de constatar las condiciones en que se desarrolla la convivencia entre progenitores custodios y no custodios con los menores de edad, así como la atención que se brinda a los usuarios.
Dijo que dichos centros surgen de la necesidad de la convivencia entre padres e hijos, a partir de la determinación que realizan los titulares de órganos jurisdiccionales a fin de preservar en todo momento los derechos humanos de los menores, derivado de situaciones de separación o divorcio.
Agregó que durante los primeros dos años de su administración, se han creado Centros de Convivencia Familiar en los distritos judiciales de Xalapa, Córdoba, Pánuco Veracruz y San Andrés Tuxtla, y se tiene proyectada la creación de más.
“Ahora ya contamos con instalaciones dignas, atendidas por profesionales en diversas disciplinas, lo que permite garantizar los derechos humanos de padres e hijos cuando hay procesos de divorcio y así lo determinan los jueces especializados en esta materia”, señaló.
Finalmente, sostuvo que estos centros cuentan con salas de convivencia simultáneas, área médica, trabajo social y psicología; así como un sistema de videovigilancia las 24 horas del día, un seguro de responsabilidad civil, el cual protege a los menores de 0 a 17 años que acuden a las distintas salas; funcionan durante todo el año y sus instalaciones se encuentran incorporadas a la Red Nacional de Centros de Convivencia Familiar.