No sorprende que el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, actualmente preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México por asociación delictuosa y lavado de dinero, haya decidido arremeter públicamente en contra de Alberto Elías Beltrán, ex encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR), y del ex presidente Enrique Peña Nieto.

Según la conversación telefónica que sostuvo con el periodista xalapeño Alejandro Aguirre Guerrero, el ex mandatario veracruzano aseguró que sí le entregó dinero a Elías Beltrán a cambio de que le variaran el delito de Delincuencia Organizada por el de Asociación Delictuosa –el primero implicaba una penalidad mínima de 20 años inconmutables, y por el segundo recibió 9 que podrían reducirse a la mitad por ser “primo delincuente”–, pero, además, Duarte de Ochoa involucró también a Peña Nieto al afirmar que “ese dinero me lo dio el ex Presidente (…) por el cargo de conciencia que tenía, por lo que me había hecho, y se lo entregamos al entonces encargado de despacho de la PGR, como bien se dice ahora en las noticias”.

Duarte le puntualizó a su entrevistador que él fue quien se entregó voluntariamente en Guatemala en abril de 2017 “a cambio de que dejaran en paz a mi familia; a mí no me detuvieron, yo decidí entregarme”, dijo, precisando también que inicialmente había pactado con la PGR una condena de solo 7 años.

Es obvio que el ex gobernador expulsado del PRI se siente traicionado por Peña y los suyos, entre ellos el que estuvo encargado de la PGR al final de la administración del mexiquense, pues en 2011 el todavía priista veracruzano había encabezado a los gobernadores del partido tricolor para destapar a su homólogo del Estado de México rumbo a la sucesión presidencial del año siguiente.

Y es que días antes, en septiembre de ese año, al acudir al acto protocolario del hermanamiento de Xalapa con Toluca, en un evento posterior celebrado en el Salón Yanga de Casa Veracruz, Peña Nieto se sinceró y abiertamente expresó: “en Veracruz me siento en familia y voy a decirlo públicamente: Quiero ser presidente de la República”.

Ya como precandidato presidencial, paradójicamente Duarte le organizó a Peña como primer acto, a principios de 2012, una visita a la casa del ex presidente Adolfo Ruiz Cortines, un ex gobernante con fama de honesto y austero.

Sin embargo, desde entonces, entre Peña y Duarte inició una complicidad que presuntamente implicó millonarios desvíos del mandatario veracruzano a la campaña presidencial priista.

Uno de los indicios, por ejemplo, fue precisamente el decomiso que realizó el 28 de enero de 2012 en el aeropuerto de Toluca la Policía Federal de 25 millones de pesos en efectivo que eran transportados en un avión del gobierno de Veracruz; ello dio pie a la averiguación previa AP/PGR/MEX/TOL/VI/310ª/2012, que parecía conducir al presunto desvío de los 2 mil 993 millones de pesos que, en los 13 meses previos –desde diciembre de 2011–, habían sido retirados, en efectivo, de una cuenta del gobierno encabezado por Duarte en el Banco Santander, según acreditó la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Jamás se supo con precisión a dónde fue a parar todo ese dinero, pues la PGR y la SHCP no continuaron ese año con las pesquisas por orden judicial, según pretextó en mayo de 2016 el ex presidente Felipe Calderón, quien en Boca del Río, en un mitin de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz, dejó entrever que parte de esos recursos se habían canalizado a la campaña de Peña cuatro años atrás.

No obstante, cuando Duarte fue “capturado” en Guatemala, Peña expresó que la detención del ex mandatario veracruzano representaba “un mensaje firme y contundente del Estado mexicano contra la impunidad.”

Pero precisamente por esa complicidad con el mexiquense, Duarte jamás imaginó terminar así. En 2015, un año antes de su sucesión, le preguntaron al ex gobernador que cómo se veía en el 2017. “Disfrutando a mis hijos, donde sea y donde no estorbe. Quiero recuperar el tiempo que le quité a mi familia. Por eso, el primero de diciembre de 2016 me declararé como ‘mantenido’, para estar todo el tiempo con mi esposa y mis hijos”, respondió.

Sin embargo ahora, mientras Duarte está encarcelado, el ex presidente Peña anda baila y baila con su nueva novia, de la que aparenta estar muy enamorado.

Reconocimiento a Luis H. Palacios

Este lunes, al celebrar el Día del Abogado, el Colegio Nacional de Abogados Foro México entregó un reconocimiento por su trayectoria profesional al Procurador Agrario, Luis Hernández Palacios Mirón, un distinguido egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana y orgullosamente xalapeño.

En este mismo evento fue reconocida también por su gremio la Magistrada Paola García Villegas Sánchez Cordero, otra destacada abogada de la que se dice que para sobresalir profesionalmente no ha necesitado valerse de los apellidos de su madre, la Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.