La organización no gubernamental Alto al Secuestro, de Isabel Miranda de Wallace, dio a conocer de forma reciente las cifras de la incidencia de dicho ilícito.
Destaca que en todo el país, de enero a mayo del presente año se cometieron 814 secuestros, lo que equivale a 36.5 por ciento más que la cifra del mismo periodo de 2018, cuando se consignaron 596 casos.
Indica Alto al Secuestro que Veracruz, Estado México, CDMX, Puebla, Tamaulipas, Morelos y Guerrero concentran 7 de cada 10 secuestros del país.
De acuerdo con la fuente, Veracruz es el estado con mayores problemas en ese rubro; destaca también que no sólo es la entidad con mayor incidencia, sino también la que registra la tasa más alta por cada 100 mil habitantes.
Entre diciembre de 2018 y mayo del presente año, Veracruz registra 258 casos. Para ubicar en proporción, esa cifra es casi 4 veces mayor a la registrada en la Ciudad de México, que tiene una mayor población.
El número de casos de Veracruz es cinco veces mayor al de Puebla. De hecho, las cifras del secuestro en Veracruz de enero a mayo equivalen a la suma de los casos registrados en Tamaulipas, Ciudad de México, Puebla, Morelos y Guerrero.
El tema del secuestro resulta alarmante en la entidad y así ha sido desde hace una década; sin embargo, la incidencia registra niveles cada vez mayores. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por ejemplo, indica en su más reciente reporte, que de los 463 secuestros cometidos en territorio nacional de enero al mes de abril de 2019, 133 ocurrieron en Veracruz. Ello indica que esta entidad concentra el 29 por ciento de todos los casos del país.
El tema, por supuesto, tiene que ver mucho con el trabajo de la Secretaría de Seguridad Pública; sin embargo, también es un factor importante la muy lamentable imagen que tiene el trabajo de la Fiscalía General del Estado.
Habría que preguntarse cuántos de esos 133 secuestros han sido aclarados por la autoridad de procuración de justicia en Veracruz; y cuántos secuestradores están tras las rejas.
La percepción de impunidad es uno de los factores que ha detonado el problema del secuestro en la entidad, porque si los delincuentes creyeran que en Veracruz las autoridades investigan y aclaran esos casos, y que quienes cometen dichos delitos son castigados, entonces las cifras serían mucho menores.
La realidad es que la inmensa mayoría de los secuestros no son castigados y muchos de ellos ni siquiera se convierten en carpetas de investigación; eso fortalece la percepción de impunidad en un estado donde pareciera que cualquiera puede ser víctima: empresarios, comerciantes, ganaderos, productores agrícolas, profesionistas, periodistas amas de casa y hasta estudiantes.
Así, si bien el problema tiene que ver con la actuación de los cuerpos de seguridad, el panorama veracruzano se complica con una Fiscalía que al parecer hace muy poco para resolver los casos y procurar castigo para los responsables; probablemente a ello se debe la expresión usada de manera reciente por el gobernador Cuitláhuac García, quien al referirse a los secuestradores que operan en el territorio estatal, dijo “vamos a dar con todos ellos, a pesar del fiscal”. @luisromero85