+ Falleció otra leyenda policiaca de Veracruz.
+ Suburban de AMLO se accidenta; regresa en semana y media.
+ Toma tu reducción de tarifas.
Tanto borlote porque Cepillín fue a la refinería de Minatitlán; ya supérenlo, hijos de Raúl Velasco
–Chopenjawer
Hasta hace algunos años, Fortín de las Flores era un paraíso. Un sitio bonito, con buen clima y una envidiable tranquilidad. No está muy claro en qué momento es que inició a descomponerse. Hay unos que dicen que desde el Chirinato, otros que en el Alemanismo y otros que en el Fidelismo.
En lo que sí coinciden muchos (y resulta más que obvio), es que el narcomenudeo, la delincuencia organizada, la violencia, azotan al municipio y se expande a la región.
Ese lugar era conocido en el argot policiaco como «zona fría»: un lugar neutral donde se respetaría la paz en aras de que ahí pudieran vivir las familias de los capos y malosos de cualquier bando. Algo como lo que ocurre en Querétaro… dicen.
Incluso ubican un lugar como el «cuarto de guerra» y centro de reunión: el restaurant «Colorines».
En Fortín, a un lado de la caseta de cobro, sobre la carretera que va a Huatusco, está instalado un Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4). La delegación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se encuentra a dos cuadras del parque principal, y llegó a ser en su momento la más grande de todo el estado: con una jurisdicción de 57 municipios.
¿Debería haber más cuarteles policiacos? La verdad es que quién sabe, porque Fortín es un lugar que tiene muchas entradas y salidas. Es un punto geográficamente estratégico.
Hay quienes ubican un punto histórico en Fortín a raíz de un conflicto entre la familia Perdomo (dueña de ingenios en la región) y el ex gobernador Fidel Herrera, lo que finalmente derivó en la actual situación de violencia y el crecimiento de la misma. Lo anterior también ligado a los movimientos de policías que controlan a la región y que tienen años operando en la misma.
Durante mucho tiempo, por ejemplo, el comandante casi eterno de la zona Orizaba- Nogales-Ciudad Mendoza-Río Blanco fue Omar Escalona Morales, padre de Omar Escalona Barradas, alias «El Cachorro», vinculado a la delincuencia organizada en ese territorio. Otro personaje que controlaba la región era Ángel Márquez, ex inspector de la Policía Municipal de Orizaba, apodado «El Rambo».
Estos personajes son o eran cercanos a Filiberto Basilio Pérez, ex delegado de la SSP en diversas partes del estado y hoy oficial mayor en Atzacan.
Otro personaje vinculado a Omar Escalona cuando éste fue jefe de la Policía en Ciudad Mendoza, es Roberto de los Santos de Jesús, (a) «El Bukanas», quien trabajó en varias comandancias de municipios aledaños antes de convertirse en líder de los huachicoleros en los límites entre Veracruz y Puebla.
Existe una leyenda urbana de cómo se fortaleció «El Bukanas» en la región: resulta que en tiempos del Chirinato, a un delegado de la SSP en Ciudad Mendoza apodado «El Puma» (proveniente de Catemaco supuestamente para vigilar el paso del dinero de la delincuencia organizada) se le perdió un portatraje con una gran cantidad de dólares. Lo anterior obviamente armó un mitote y hubo retenes policiacos en las carreteras para recuperar dicho botín, que nunca apareció.
El que también se «esfumó» fue el delegado «Puma».
Según la leyenda, «El Bukanas» se habría «encontrado» con ese dinero y así empezó su propia empresa, reclutando a delegados y jefes policiacos de la zona, e incluso extendiéndose a la zona de Cardel y Veracruz conurbado, lo que al final lo fueron consolidando como el capo de la plaza.
La violencia en Fortín tiene nombres y apellidos; tiene su inicio histórico y su parteaguas; tiene a sus actores que, de acuerdo a la situación del momento, se fueron reacomodando con el paso de los años. Algunos sobrevivieron, otros desaparecieron y otros por ahí andan, sueltos, fuera de control.
Eso es lo que dicen que pasa en Fortín y no hay que buscarle mucho.
Lo que también coincide en obviedades, es que en la época del Chirinato, Alemanismo y Fidelismo se dieron las circunstancias para que floreciera todo lo que acontece hoy, dejando que los caciques o pistoleros como Toribio Gargallo parezcan leyendas mal trazadas.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Falleció otra leyenda policiaca en Veracruz: Antonio Pegueros Serrano, de los primeros delegados de Seguridad Pública (todavía no existía como Secretaría) en Veracruz, cuando las delegaciones solamente eran tres: norte, centro y sur; la pura vieja guardia de los policías de carrera. Descanse en paz.
OTRA NOTA: Que una Suburban de la Ayudantía del presidente López Obrador se accidentó en la carretera estatal Tierra Blanca-Barahúnda, a la altura del ejido Arroyo Tambor, cuando retornaba del evento en el pozo Ixachi 1 y estuvo a punto de chocar contra un camión cañero. Sólo hubo daños materiales… Por cierto que el «preciso» regresa en semana y media a Coatepec y Yanga, para arrancar el programa nacional de apoyo a cafetaleros y cañeros, aparte de estar en los festejos del Día de la Marina.
LA ÚLTIMA PORQUE TODAVÍA NO SUPERO LA MUERTE DE DAENERYS: Que el presidente López Obrador se fue por la tangente ante pregunta expresa sobre el tema de la reducción de tarifas de la luz en Veracruz, realizada por el reportero Joel Cruz, de XEU-Veracruz, en su conferencia mañanera; fiel a su estilo, volvió a la cantaleta demagógica de que no habrán gasolinazos, ni aumentos al gas y la luz; que ahorita no se pueden bajar las tarifas porque saquearon PEMEX y la CFE; finalmente, apuntó que lo de Tabasco «fue un asunto muy especial, ahí además del Gobierno del Estado se hizo cargo de esa deuda»… ¿Pues no que somos paisanos y que muy chocojarocho? Chale…