Hay mucha preocupación en Palacio de gobierno porque a gente como Emilio Benítez Obeso, hermano de Fernando Benítez, exsecretario de Salud de Javier Duarte de Ochoa, y a sus socios los Aguayo, que apoyaron con fuertes sumas de dinero al ex Gobernador MIguel Ángel Yunes Linares para que impusiera a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez,en la pasada elección; les han asignado contratos millonarios en dos importantes Secretarias del gobierno estatal. Lo anterior ignorando el veto que les impuso el Gobernador Cuitláhuac debido a sus fuertes ligas con la familia Yunes y el Fiscal Jorge Winckler.

Uno de los más señalados en estas transas con empresas fantasma propiedad de los Benítez y los Aguayo es el doctor Roberto Ramos Alor (Doctor Besitos), titular de la Secretaría de Salud, quien durante el bienio de Yunes Linares se vió favorecido con la dirección de una clínica en Coatzacoalcos, en la que el entonces gobernador y el “Doctor Besitos” fingieron un rompimiento para abrir un espacio en el morenismo. Ramos Alor se comprometió con Yunes a infiltrarse entre los cercanos a López Obrador y lo consiguió con la hoy secretaría de Energía Rocío Nahle, quien recomendó al doctor para que ocupara la Secretaría de Salud, sin tener idea de lo que es la salud pública, solo con la intención de tener a esa importante dependencia de su lado para el proyecto de sucesión en el 2024 cuando Nahle quiere ser gobernadora.

Con ese apoyo, el doctor Ramos Alor ha hecho lo que ha querido en la dependencia a su cargo, beneficiando sobre todo a los recomendados de su jefe real Miguel Ángel Yunes Linares. Un gran escándalo de corrupción, más bien otro,  se podría destapar en estos días al darse a conocer los millonarios contratos entregados por Ramos Alor a los personajes mencionados al principio de este comentario. ¿No que serían muy honestos y transparentes?.