Un estudio en Estados Unidos determinó que los sprays de protección solar están ingresando a la sangre. No se ha acreditado si es bueno o malo aún.
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La protección solar siempre se ha considerado un «desde» sanitario para evitar el cáncer a la piel. Incluso los dermatólogos recomiendan usarlo durante todo el año, ya que la radiación ultravioleta es alta aunque esté nublado.
Y hasta ahora, sólo cierta mitología decía que los famosos sprays protectores solares que se comercializan podrían llegar al torrente sanguíneo, provocando el ingreso de sustancias químicas a la sangre y acrecentando las posibilidades de problemas reproductivos, hormonales e incluso generar cáncer.
Lo cierto es que una investigación de la FDA (Food and Drug Administration)reveló que esto sí estaba pasando, pero con consecuencias aún no estudiadas a fondo.
Un pequeño ensayo clínico diseñado para probar cómo se comportan cuatro de las moléculas de filtro solar más comunes en el mercado después de rociarlas, indicó que efectivamente,al contrario de lo que dicen los fabricantes de protectores solares, los productos químicos que bloquean los rayos UV se filtran a la circulación.
Lo que aún no se logra determinar, y el llamado a la calma, es que aún no se determina su peligrosidad.
Theresa Michele, directora de la división de medicamentos sin receta de la FDA, manifiesta que se necesitarán pruebas adicionales.
«Todo el mundo siempre había pensado que, debido a que están destinados a trabajar en la superficie de la piel, no serían absorbidos, pero sí lo son», sostuvo.
Para llevar a cabo la investigación usaron:
24 voluntarios: 12 hombres y 12 mujeres
Se les aplicaron al azar uno de los cuatro protectores solares disponibles comercialmente: dos sprays, una loción y una crema.
Los participantes aplicaron sus pociones de acuerdo con el etiquetado recomendado; cuatro veces al día durante cuatro días al 75 por ciento de sus cuerpos, aproximadamente la cantidad de piel que estaría mostrando en un traje de baño.
Durante esos cuatro días, y tres días después, los investigadores recolectaron sangre cada pocas horas para analizar la presencia de avobenzona, oxibenzona, octocrileno y ecamsule, 30 muestras en total.
Descubrieron que, si bien solo llevaban unas pocas horas para que los productos químicos que bloquean los rayos UV se dispararan sobre el objetivo, tres de las cuatro formulaciones esos niveles se mantuvieron elevados hasta el final del estudio, tres días después de que los participantes habían dejado de pulverizar y manchar. Solo los usuarios de crema vieron que sus concentraciones químicas se redujeron antes.
Lo que ahora la FDA debe determinar es si por ejemplo el uso prolongado en el tiempo de estos productos y esta absorción en el cuerpo podría ser causante de alguna patología.
Por eso mismo, la Food and Drugs Administration pedirá a los fabricantes de bloqueadores solares que envíen datos adicionales de ingredientes y composición de estos productos.