Decir que Jorge Winckler es un costal de papas, además de tener como propósito no la justicia sino el revanchismo político de su real jefe, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, puede sonar a juicios subjetivos de este periodista o de varios que han coincidido en esa percepción. Sin embargo, el Índice Estatal de Desempeño de las Procuradurías y Fiscalías 2018, elaborado por la organización Impunidad Cero, ubicaba a la Fiscalía General de Veracruz, que encabeza Jorge Winckler Ortiz, entre las cinco más malas del país.
Con una calificación de 38.9, la de Veracruz quedó muy lejos de las de Chihuahua, Colima, Yucatán, Guanajuato y Nuevo León, que ocupaban los cinco primeros lugares, con calificaciones que van de 74 a 61.
Factores como el bajo presupuesto, el insuficiente número de agentes del ministerio público y de policías ministeriales, el largo tiempo usado para la recepción de denuncias, el bajísimo promedio de los delitos atendidos y, todavía más, el espectro tan bajo de delitos que logran ser esclarecidos y sobre los cuales se toma una determinación, colocan a los veracruzanos en una situación de enorme vulnerabilidad: no solo están cada vez más expuestos a ser víctimas de la delincuencia, sino a que los delitos que cometan sobre sus personas o bienes queden en la total impunidad.
Baste observar el presupuesto que se destinaba al rubro de procuración de justicia. Mientras que en la Ciudad de México se destinaban casi 700 pesos por persona, en Veracruz solo se etiquetó el equivalente a 136 pesos per cápita, apenas por encima de Puebla (127 pesos) y Tlaxcala (93 pesos), con los que conformaba la triada de los gobiernos más pichicates a la hora de pensar en cuánto gastar en procuración de justicia. Esto sin contar que buena parte de estos recursos se destinó, durante el gobierno de Yunes Linares, a perseguir a exfuncionarios duartistas, lista en mano, olvidando la investigación, esclarecimiento y castigo de los miles de delitos que se estaban cometiendo en nuestro territorio.
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“Dice @lopezobrador_ que para contratar publicidad oficial en medios se tomará en cuenta no solo “el alcance, la cobertura”, sino “también su profesionalismo, su objetividad”. ¿Decidirá el gobierno qué medios son profesionales y objetivos? Sergio Sarmiento @SergioSarmiento
Sin esclarecer, más del 85% de los casos delictivos
Aunque en el país la situación es todavía sobrecogedora por el bajísimo porcentaje de delitos que logran ser esclarecidos, con apenas el 1.14 por ciento, en Veracruz la situación era (y sigue siendo) terrible: solo se esclarece el 0.55 por ciento de los casos con carpeta de investigación.
Para tener una idea: a nivel nacional, el 94 por ciento de los casos ni siquiera se denuncian, lo que quiere decir que las fiscalías solo inician una investigación en 6 de cada 100 delitos que se cometen, y en solo 18 por ciento de estos casos se toma una determinación.
Por ello, según el estudio, Veracruz contaba con una de las proporciones más altas de impunidad en homicidios intencionales. El 85.23 por ciento de esos casos se quedaban sin esclarecer, lo que constituye el mejor aliciente para que tanto bandas criminales como individuos realicen ejecuciones a diestra y siniestra, a sabiendas de que la Fiscalía nunca los va a llevar ante la justicia.
En materia de recursos humanos orientados a la persecución de delincuentes, la situación en Veracruz es grave: la cantidad de agentes del Ministerio Público por cada 100 mil habitantes es de apenas 7.6, cuando en Chihuahua es de 24.8. Por ello, en este tema, Veracruz está ubicado en el lugar 24, solo por arriba de Guerrero, Tlaxcala, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Edomex, Puebla y Sonora.
Pero donde estamos de la patada es en el número de policías ministeriales por cada 100 mil habitantes: solo 10.3 elementos, lo que significa un policía ministerial por cada 9 mil 700 veracruzanos. Por eso estamos en el último lugar, mientras que la Ciudad de México encabeza la lista con 34, seguido por Chihuahua, Baja California y Baja California Sur (33).
En tiempo requerido por los agentes del Ministerio Público locales para atender una denuncia (factor que afecta gravemente la posibilidad de que haya justicia), en Veracruz se llevan en promedio 127.72 minutos, es decir, más de dos horas, mientras que en Chihuahua es de apenas 85 minutos.
Aunque el mayor foco rojo es Nayarit, donde solo se ejecuta con éxito el 12.7 por ciento de las órdenes de arresto, en Veracruz tenemos un peor desempeño que en el promedio nacional; solo el 41.5 por ciento de las órdenes de aprehensión se cumplimentan.
Así los números de Jorge Winckler Ortiz.
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“También los empresarios tenemos meses buscando un diálogo con @CuitlahuacGJ para abordar el problema de pagos a los proveedores del @GobiernoVer El silencio e indiferencia es una forma de violencia que asesina a las empresas veracruzanas. @lopezobrador_ @ahuedricardo . Empresas.SOS @EmpresasSos
¿El pleito es con Winckler o con Yunes?
Muchos analistas y veracruzanos de a pie piden tregua al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez frente al Fiscal Jorge Winckler Ortiz; le piden al morenista que haga las paces para que trabajen tomados de la mano en abatir los índices de violencia criminal que sufre Veracruz y que, además de la tragedia de Minatitlán, en el solar más cercano se ha cebado esta semana con el asesinato a mansalva de dos jóvenes peluqueros por el rumbo de la Unidad Habitacional Agua Santa II.
En cualquier cantina, para que haya pleito debe haber al menos dos peleoneros que se lanzan improperios y, eventualmente, se lían a golpes. Eso mismo pasa en el caso de Veracruz. ¿Fue Cuitláhuac el que escupió primero, o Jorge Winckler lanzó piedras a diestra y siniestra contra el gobernador electo y lo ha seguido haciendo ahora que está en funciones?
Hay muchos que, por conveniencia o ignorancia a modo, prefieren olvidar las razones profundas de la confrontación con el Fiscal General, impuesto por el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares como su hombre de confianza.
Se olvidan del ambicioso proyecto político-electoral del panista y cómo amarró al abogado oaxaqueño para que se mantuviera en el puesto y se ocupara de mantener a raya a sus enemigos políticos no solo durante su minigobierno, sino en los seis años que duraría su hijo primogénito en el edificio de Enríquez e, incluso, un año más, para proteger a ambos de denuncias por corrupción en su contra, e n caso de que en las elecciones de 2024 no ganara Fernandito, segundo en la línea de sucesión del fallido monarca choleño.
Ni Miguelito ganó ni Fernandito marcha viento en popa rumbo a su postulación para los comicios de 2024, pero el jefe de la tribu sigue trabajando para ello, golpeando al actual gobierno, entorpeciendo gracias a Winckler la impartición de justicia, lanzando carpetas de investigación contra exdiputados locales de Morena, hoy funcionarios estatales, comprando a periodistas que se la juegan por él y por Yunes en medios y redes sociales.
Pese a ello, he leído a colegas abogar por una reconciliación y alabar las supuestas investigaciones de Jorge Winckler sobre el caso de la tragedia de Minatitlán. Se olvidan de la grave impunidad que prevaleció en los dos años del anterior gobierno, de cómo doblaron las manos ante los grupos criminales, lo que ha convertido a Veracruz en un hervidero de criminales.
Ay de aquellos que piden que siga en la Fiscalía, que le den más recursos y que el Gobernador del Estado incline la cerviz ante su deshonrosa majestad.
En redes sociales, un chiste fifí a propósito de las culpas
Un señor que va en coche se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:
-¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y ¡no sé dónde me encuentro!
-Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche, a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte, y 58 y 60 de longitud oeste.
-Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche.
-Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
-Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es “técnicamente correcto” pero “prácticamente inútil”: continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
-Usted es “morenista” como el ganso, ¿verdad? -pregunta el de la calle.
-En efecto -responde orgulloso el del coche-. ¿Cómo lo ha sabido?
-Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir, y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme pero, ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía…
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