Entre la literatura infantil y juvenil no existen fronteras, etiquetas ni barreras, se les denomina así sólo para delimitar un nicho, porque la literatura es tan amplia y generosa que niños y jóvenes pueden transitar por sus ámbitos y encontrar gustos, afirmó la escritora María García Esperón en entrevista concedida a Universo, durante su estancia en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2019 para presentar su más reciente obra.
Autora de más de 60 libros, periodista y dueña de un carácter afable, la escritora recordó que se inició en la literatura cuando su hijo tenía 10 años de edad (2004), haciéndole acompañamiento en su lectura, “y desde ese momento me sentí invitada e involucrada a escribir un libro para niños”.
Siendo una de sus pasiones la arqueología, ese mismo año comenzó a escribir su primera novela que tituló El disco del tiempo, en la que postula el descubrimiento de un mensaje, el de Festos, encontrado en la isla de Creta y que no ha sido descifrado; la obra obtuvo en 2004 el Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor, que convoca anualmente la Fundación SM con el propósito de promover el gusto por la lectura para niños, transmitiendo valores humanos, sociales y culturales.
A este premio le siguieron otros más como el Hispanoamericano de Poesía para Niños 2005, y el Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma Fundalectura, por su novela Querida Alejandría.
Luego de referir que “los niños son imaginativos por excelencia”, García Esperón pidió no dejar de ser niños para continuar sintiendo la potencia de la imaginación, y señaló que uno de los objetivos que se propuso cuando comenzó a escribir fue “nunca perder la magia que sentía cuando era niña y leía, porque si la perdía entonces me dedicaría a otra cosa”.
La imaginación, dijo, abre la puerta a un mundo desconocido, como fue el éxito que alcanzaron Harry Potter y Narnia, “libros que liberan la fuerza infinita de la imaginación, seamos adultos, jóvenes o niños, cualquier circunstancia que tengamos, el ser humano encuentra un ámbito para volar a través de la facultad de la imaginación”.
Opinó que en México se da mucho impulso a la literatura, “incluso se puede hablar de una época de oro de la literatura infantil, porque es la mejor herramienta que puede tener el maestro en el aula, y no es bueno que nada más veamos nuestras carencias, sino también nuestros logros”.
El flamenco es literatura cantada
Otro de los gustos de García Esperón es la ejecución del canto flamenco. “Nací con la literatura y el baile flamenco me viene de genes, desde niña me gustaba cantar y me incliné por el flamenco, porque también es literatura cantada, como la Iliada y la Odisea, que son poemas cantados, y el flamenco es palabra, es canción que después se puede convertir en baile”.
La música corre por sus venas
Sobrina del músico y actor mexicano Manuel Esperón González, la escritora dijo sentir que la música corre por sus venas, la hace sentir orgullosa de su tío, considerado el más prolífico de la época de oro del cine mexicano.
Recuerda que aportó mucho material para las interpretaciones de Pedro Infante y Jorge Negrete, íconos del cine nacional. Actualmente, la escritora trabaja junto con su prima, Graciela Esperón, hija del compositor, en las memorias que tiene sobre la convivencia con Manuel Esperón, quien, recuerda, en ocasiones se reunía en su casa “con muchas personas, les ofrecía taquizas porque estaba trabajando para tres películas al mismo tiempo, así era de incesante su creatividad”.
De la FILU dijo sentirse gratamente impresionada por la organización y logística con la que se realiza, “miro que los visitantes están ya sensibilizados porque les traen aquí las mejores publicaciones para que las conozcan y tengan un panorama de lo que se está haciendo dentro de la literatura”.
José Luis Couttolenc Soto / Prensa UV