Los ejemplos son muchos. Pero basta conocer las razones del gobierno federal para cancelar el programa de estancias infantiles –dar el dinero directamente no es cambiar las reglas de operación, como justifican- y la realización del tamiz neonatal a los recién nacidos para entender que la política anticorrupción ha resultado una especie de quimioterapia, donde lo mismo mata las células cancerígenas que al resto del organismo sano.

Según ha dicho el presidente, en ambos casos se encontraron casos graves de corrupción; de acuerdo con el censo realizado al programa operado por Sedesol, encontraron más de 97 mil registros falsos –no hay niños fantasma como los llaman de manera peyorativa-, lo que representaba un desvío de casi cien millones de pesos al mes.

En el caso de la prueba a los bebés, la Secretaría de Salud dijo que la suspensión se debía a que el contrato con el proveedor de las pruebas finalizó el pasado 26 de marzo, además de que se revisará el proceso de licitación y adquisición de las pruebas, hechas por la administración anterior, debido a denuncias públicas e indicios de prácticas administrativas inadecuadas.

Vamos por partes. Según diversos actores involucrados en el tema de las estancias infantiles, si bien es real el caso de registros falsos, también lo es el hecho de que estos registros no corrían a cargo de los responsables de las estancias sino de los supervisores.

Según las reglas de operación, para evitar la simulación y el desvío de recursos, los datos de los niños atendidos en las estancias y de sus madres –acta de nacimiento, CURP, comprobantes de domicilio, etc-, eran recabados directamente por los funcionarios de Sedesol para incorporarlos a una base de datos a los que los dueños de las estancias no tenían acceso. Es decir, habría caso en que una guardería tenía un registro de 100 infantes cuando sólo atendía a 70, sin que esa información la conocieran los responsables.

Hace un par de días, la subsecretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, dio a conocer que 97 mil niños inscritos en el padrón del programa de estancias infantiles no fueron localizados durante el censo que se realizó, y explicó que tras la validación del padrón puerta por puerta, los menores no fueron localizados debido a que los domicilios son inexistentes.

Otras de las inconsistencias que encontraron fueron registros de calles que no correspondían con las colonias, esta situación se presentó en varios estados del país. También hallaron registros de personas o de hijos en un municipio o estados con datos de otros estados. Se detectaron niños que nunca existieron o que dejaron de asistir a las estancias. En los registros también había estancias sin funcionamiento desde 2018. Pero, ¿no era esa la chamba de la Sedesol y no de las estancias?

Por supuesto también se detectaron casos en que el dinero obtenido por los registros falsos terminaba en los bolsillos de ambos, es decir, de los funcionarios de Sedesol y de algunas estancias. Pero si esto es así, la sanción tendría que venir en contra de los supervisores y de quienes desde las estancias se habrían prestado a la transa, pero no dejar a los padres de familia trabajadores sin esta prestación.

La propia Sedesol ha reconocido que muchas estancias tenían altos estándares de calidad en el servicio. Sin embargo, con la entrega directa de los apoyos a las madres de familia que inició ayer, se consumó la aplicación de esta especie de quimioterapia convertida en dinero. Se intenta matar el cáncer de la corrupción pero están lesionando el resto del cuerpo que está sano.

Por cuanto hace a la prueba del tamiz, si los señalamientos contra el proveedor fueran ciertos, ¿por qué el gobierno no previno su abastecimiento en tanto se realiza un nuevo proceso de compra?

El examen de tamiz neonatal es una prueba que permite detectar diversos padecimientos congénitos y metabólicos, misma que se aplica de manera obligatoria en los hospitales públicos. El examen identifica en el recién nacido trastornos que son tratables si se detectan a tiempo. Por ahorrarse unos pesos, el gobierno ha puesto en riesgo la salud de miles de pequeños recién nacidos.

Nuevamente, la suspicacia sin datos duros echó por tierra un programa tan importante para la población universal. De hecho, luego de que la dependencia anunciara la suspensión de la prueba, se pidió a los gobiernos estatales las compraran por su cuenta. Hoy hay desabasto en la mitad de los estados del país.

Pero eso no importa. En medio de la crisis, la gente ya tiene un poco de dinero a cambio de su conformismo.

Las del estribo…

  1. Vaya fiesta que tuvieron miles de estudiantes veracruzanos, quienes desde ayer empezaron a recibir los apoyos del gobierno federal. Las redes se llenaron de fotos y selfies de muchachos presumiendo su efímera riqueza dispuestos a gastarla en cualquier cosa, gracias a la generosidad de “nuestra cabecita de algodón”, como llaman al Presidente. Las mascotas ya recibieron sus croquetas.
  2. Ayer se registró otro severo accidente vial en la avenida Lázaro Cárdenas a causa del tránsito diurno de tráilers de todos tamaños. Por fortuna no hubo muertes que lamentar. Hipólito ni enterado; acaso dirá que no hay restricción que impida el libre tránsito. Seguramente no vivía en Xalapa cuando Ricardo Ahued implementó los horarios restringidos y los carruseles que acompañaban a estas unidades.