El colectivo Aves y Moras tiene varios proyectos, aunque nació como un espacio para la promoción de la lectura, principalmente entre la población infantil, la gran movilidad y el interés permanente de Ana Valderrama —fundadora y principal impulsora del colectivo— por todo lo que tiene que ver con la perspectiva de género, la ha llevado emprender acciones diversas como el impulso y la promoción de las ilustradoras mediante el proyecto Desde la raíz hasta el vuelo, y la reciente asociación con la guitarrista Viviana Garza y la cantante Isabel Esparza para crear un espectáculo que ella misma nos detalla:

«Con Isabel Esparza y Viviana Garza, Aves y Moras está haciendo una sesión musical con perspectiva de género. Le pusimos Si tuviera una hija porque si alguna de nosotras tres tuviera una hija, nos gustaría poder decirle que su mamá contribuyó a que este mundo fuera un lugar mejor. Son sesiones de guitarra, canto y voz, Viviana está en la guitarra, Isabel canta canciones latinoamericanas interpretadas por grandes de la canción como Chabuca Granda, Eugenia León, Mercedes Sosa, Susana Harp, Rita Payés, entre otras, y algunas composiciones como Una milonga, cosas así, ricas. Yo leo textos muy breves que hablan del acceso a una vida libre de violencia para las niñas y las mujeres, cómo evitar el acoso, desde el más chiquito hasta el más grande; hay unos poemas que tienen mucho punch para reírnos un poco de lo que a veces no vemos socialmente, porque lo que pretendemos hacer con la sesión es decir que vivimos en una sociedad que todavía es muy, muy machista en lo pequeño, y que por eso el problema no se percibe completamente.

«La mayoría de los textos son míos, hay dos cuentos y otros textos que hice a partir de una investigación sobre las estadísticas del acoso callejero. Haciendo honor a lo que estamos promoviendo, también nos acercamos a mujeres que crean textos desde otras trincheras: una joven estadounidense que se llama Sarah Kay, una española que usa el seudónimo Mississippi y una oaxaqueña que se llama Evelyn Acosta.

«Son sesiones muy amorosas, siempre que nos hemos presentado nos hemos dado cuenta de que sí llegamos a hacer una pequeña catarsis en el público, que todos tenemos una historia, ya sea propia o cercana, que tiene que ver con la violencia hacia las mujeres, y lo bonito es que le estamos apostando al lenguaje como una verdadera herramienta de cambio, el lenguaje lo tenemos todos, podemos empezar a nombrar las cosas de una manera diferente para que las cosas sean diferentes.

«La sesión dura una hora y cuarto, ya hemos hecho varias presentaciones, el fin de semana pasado nos presentamos en la calle de Xanati, fue una función que donamos a la colonia Marco Antonio Muñoz en la que hicimos una especie de invasión a un espacio público, que es de todos. La siguiente función es el jueves 4 de abril en la galería Flavia, hay una cooperación de 50 pesos, esperamos ver a todos por ahí».

 

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