Los nombramientos de funcionarios públicos, en los tres niveles de
gobierno, siguen siendo el talón de Aquiles de los gobiernos morenistas.
No importa si se trata de personajes que no cumplen con los requisitos que
impone la ley y por tanto hay que cambiarla, tampoco si hablamos de viejos
priistas redimidos del viejo régimen, de personas que carecen con el perfil
profesional y que no tienen más mérito que su vínculo personal con algún alto
funcionario o de plano si se trata de un familiar directo, ante la ignorancia de
estar cometiendo un grave delito de corrupción.

Desde los nombramientos de viejos priistas como Manuel Bartlett (CFE) e
Ignacio Ovalle (Segalmex), pasando por la obligada reforma de la ley para
nombrar a Paco Ignacio Taibo (FCE) y los recientes escándalos en el Conacyt
por los casos de David Alexir Ledesma Feregrino, un joven de 29 años, sin
licenciatura terminada, y de Edith Arrieta Meza, licenciada en diseño de modas
–ambos ya removido de sus cargos-, el gobierno federal ha mostrado que está
más comprometido en pagar facturas políticas que en facilitar perfiles idóneos.
Luego del escándalo en Conacyt, el propio Presidente reiteró que en el
gobierno federal “no se va a permitir el influyentismo, amiguismo, nepotismo,
ninguna de esas lacras de la política”. No obstante, en Veracruz han hecho
oídos sordos.

Hoy sabemos que la Secretaría de Salud de Veracruz, esa misma que ha
denunciado actos de corrupción por compras y gastos irregulares, también ha
hecho su propia fiesta. El Secretario Roberto Ramos Alor impuso a sobrinos en
primer grado de parentesco en clínicas, hospitales y direcciones de sanidad
internacional.

Según documentó ayer el portal Plumas Libres, Roberto Ramos Alor impuso a
su sobrino Marco Antonio Ramos como director de Sanidad Internacional en el
puerto de Coatzacoalcos. Marco Antonio sigue laborando como director de
sanidad internacional en el puerto de Coatzacoalcos a pesar de que no cuenta
con título profesional y estudió ingeniería química.

A su sobrina Regina Córdoba Díaz la impuso como directora del Hospital de
Oluta, mientras que a su hermana Amalia Córdoba Diaz Alor la designó en una
dirección dentro de la Secretaría de salud a su cargo en Xalapa. Otras de sus
sobrinas, Guadalupe Jiménez Yeladaqui, ocupa el cargo de subdirectora del
hospital comunitario en el puerto de Coatzacoalcos; mientras que a Juan
Carlos Saviñón Santander -medio hermano de Marco Antonio-, también está
cobrando en una subdirección en la jurisdicción sanitaria de Coatzacoalcos.

Además, el propio Secretario de Salud mantiene a su pareja sentimental
cobrando como su asistente personal en la Secretaría de Salud del estado.
En el caso de la Secretaria del Trabajo, Guadalupe Argüelles Lozano, quien
habría nombrado a su hija como jefa de departamento a su mando, resulta que
también les vio trayectoria y méritos suficientes a varios de sus familiares. Tal
vez el gobernador no los sepa, pero en la dependencia laboran –si no es el que
el escándalo ya los tiró de la nómina también-, dos hermanos (chofer y asesor),
su cuñada (secretaria), su yerno (analista administrativo) y un sobrino (analista
administrativo).

Ayer el propio Cuitláhuac García salió en su defensa y dijo que el
nombramiento de la hija no se había consumado y que por tanto no habría
incurrido en falta alguna. ¿Y los nombramientos del resto de su familia? Da
pena ver como exponen al Gobernador, mientras sus colaboradores hacen
hasta lo imposible para meter a la familia en la nómina oficial, a pesar de que
se trata de un delito grave.
Todos los casos mencionados se tratan de familiares que se encuentran bajo
este supuesto. Eso es lo que sabemos hasta ahora. Pero ¿cuántos se están
tronando los dedos por el temor de ser despedidos cuando se conozcan sus
casos? Muchos.
Falta la suma de las facturas políticas, como el reciente nombramiento del ex
priista y diputado local por el Partido Verde, Fernando Kuri, un oscuro
personaje que traicionó a Pepe Yunes y trabajó a favor de la causa morenista.
Hoy es el delegado federal del ISSSTE, pese a la inconformidad manifiesta del
súper delegado Manuel Huerta. Así llegarán más priistas a cargos federales.
Ha sido el propio delegado Manuel Huerta quien dijo ayer que se investigarían
los señalamientos en contra de la Secretaria del Trabajo, abriendo una vez más
la polémica sobre las diferencias que prevalecen entre el gobierno estatal y la
delegación federal. Mientras uno se apresura a decir que se revisará el caso, el
gobernador asegura que no “se actuó a tiempo” y no hay tema que aclarar.
¿Qué eso lo hacían antes priistas y panistas? Claro, pero entonces para qué
aluden a la cuarta transformación si al menos en el nepotismo, compadrazgo,
amiguismo y pago de facturas políticas seguimos igual que antes, igual que
siempre.

La del estribo…
1. “Este pinche hospital cuando”, reza su puerta principal. Están por
cumplirse casi dos décadas de que se autorizó la construcción del
Hospital General de Nautla en 2001, por gestión del entonces diputado
local José Luis Salas Torres. Pasaron los gobiernos de Miguel Alemán,
Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes y el inmueble sigue
siendo nido de fauna nociva y malvivientes. ¿Dónde quedó el dinero que
ya estaba autorizado?

2. ¿Y si hoy, miércoles de ceniza, el Gobernador sale públicamente a
felicitar al Ayuntamiento de Veracruz y al Comité Organizador del
Carnaval Veracruz 2019 por su extraordinaria organización, que
demuestra que con imaginación y empeño se pueden cumplir los
objetivos sin necesidad de recurrir a recursos públicos? No creo que se
les ocurra…