Veracruz, Ver.- El obispo de la diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, reconoció que los abusos sexuales cometidos en contra de menores de edad por parte de sacerdotes provocan tristeza y vergüenza a la Iglesia Católica.
Entrevistado en el inicio de la cuaresma, el prelado aseguró que no tiene registrado un caso de abuso sexual en contra de menores en la diócesis de Veracruz desde que asumió el cargo a la fecha. “Por supuesto que es algo que a la Iglesia nos llena de tristeza y de vergüenza, porque, a final de cuentas, es algo que no debe ser de ninguna manera”, expresó.
El jerarca católico comentó que la reunión que presidió el papa Francisco en Roma, para analizar los casos de abuso sexual a menores de edad por parte de ministros de la Iglesia Católica, dio como resultado que se elaborara un protocolo donde se establece la atención a las víctimas, iniciar el proceso legal para deslindar responsabilidades y la prevención desde la formación en los seminarios.
Al cuestionarlo sobre los feminicidios registrados en la entidad veracruzana, cuya incidencia resulta en aumento, Carlos Briseño se pronunció a favor del respeto a la vida y a la dignidad de la mujer.
Briseño Arch consideró que la autoridad no es la única responsable de prevenir los feminicidios, sino que se debe involucrar a la sociedad en su conjunto para resolver esa problemática. “Nosotros siempre estamos potenciando la dignidad de todo ser humano, no solo de la mujer, sino del hombre, el niño, del adulto, todos, pero, en este caso, sí se necesita ver de qué manera prevenir ese tipo de cosas, ver en qué circunstancias se dan, desapariciones, abusos, muertes”, insistió.
Por último, el obispo hizo un llamado a la conversión a los católicos en el miércoles de ceniza, que representa el inicio de la cuaresma, con la finalidad de que sean mejores consigo y con los demás, así como abrirse a la acción de dios para que actúe en su persona.
José Juan García/AVC