Dos meses después de la elección de julio pasado comenzaron a correr versiones de supuestas confrontaciones personales entre las cabezas de los principales grupos de Morena en Veracruz: el gobernador electo Cuitláhuac García, la senadora electa Rocío Nahle y Manuel Huerta, dirigente estatal del partido lopezobradorista.
En su momento todos negaron tajantemente esta versión. Pero dos meses después terminaron exhibiendo sus pugnas por la mezquina disputa de parcelas de poder.
Y aunque anteriormente protagonizaron otras reyertas por el control del partido y el reparto de las candidaturas en los procesos locales de 2016, 2017 y 2018, el primer incidente grave que exhibió el choque de intereses se dio a principios de noviembre con la instalación de la LXV Legislatura, cuando las tres corrientes morenistas midieron fuerzas para designar al coordinador de sus diputados.
Todo mundo daba por hecho que el diputado reelecto por Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, cercano a Nahle, repetiría como coordinador. Pero no fue así. Otro que alzó la mano fue José Magdaleno Rosales Torres, impulsado por Huerta. Finalmente la cargada operada desde Palacio de Gobierno favoreció a Javier Gómez Cazarín.
Desplazado, Cruz Malpica quiso liderar un grupo minoritario, pero fue persuadido para que se integrara a una sola bancada con el propósito de que Morena, de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Legislativo, pudiera retener durante los tres años de la LXV Legislatura la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Durante el primer mes transitaron bien, pues todavía a principios de diciembre permanecieron unidos y consiguieron inclusive ocho votos más para rebasar la mayoría calificada que requerían para reformar el artículo 33 de la Constitución Política de Veracruz que faculta al Congreso para destituir al fiscal general del estado.
Sin embargo, en un lapso de quince días, entre el jueves 7 y el pasado viernes 22 de febrero, el grupo legislativo de Morena ya no pudo sumar los 34 votos mínimos de la mayoría calificada para aprobar los juicios políticos en contra del yunista Jorge Winckler. Por lo menos cuatro diputados se rebelaron y terminaron formando un grupo mixto independiente que ahora lidera Magdaleno Rosales, del distrito local de Medellín, quien a pesar de haber cursado sólo la secundaria ocupó en el Comité Ejecutivo Nacional de Morena la Secretaría de Estudios y Proyecto de Nación.
Este domingo, en la toma de posesión de Hugo Alberto Martínez Lino como dirigente de Morena en el estado, llamó la atención la presencia de Huerta y de los diputados locales que boicotearon el juicio político contra Winckler, mismos que ahora, con su separación de la bancada, han puesto en jaque al operador de Cuitláhuac García en el Congreso, cuyo grupo legislativo, al no contar con 25 o más diputados, por ley deberá rotar entre las otras bancadas mayoritarias la presidencia de la Jucopo los dos años siguientes.
Aprueba S&P manejo financiero
Muy buen punto se acaba de anotar la administración del gobernador Cuitláhuac García, ya que la prestigiada calificadora de valores a nivel mundial, S&P Global Ratings, le otorgó al Estado de Veracruz el nivel mxBBB-, enviando así un confiable mensaje de que en estos tres primeros meses el manejo de las finanzas públicas ha sido acertado y que seguirá en buenas manos, descartando a futuro la menor desconfianza sobre probables impagos.
Usualmente una calificadora toma en cuenta factores numéricos, razones financieras, perspectivas de la economía, entre muchos factores más, sin embargo siempre tendrá un peso muy relevante cuando se evalúa al responsable de las políticas públicas, en este caso al Gobierno del Estado de Veracruz, dado que las medidas de austeridad, de enfoque para incrementar los ingresos propios, inyectar recursos en áreas estratégicas y sensibles, son acciones que suman al momento de ser evaluados por una calificadora de esta talla.
La confianza que existe en la actual administración es tal, que se considera que si se continua con el manejo presupuestal como hasta ahora, el nivel de la deuda pública seguirá bajando, liberando recursos que hoy en día están comprometidos para pagar a los bancos principalmente.
Además, cuando comiencen a aterrizar las inversiones con el plan federal del Istmo de Tehuantepec, y que sin duda alguna tendrá un gran impacto positivo en la zona sur veracruzana, los índices de crecimiento económico y de empleo se verán impactados positivamente, lo que tendrá también un efecto positivo en las finanzas públicas estatales.
Por ello es que la perspectiva otorgada al Estado de Veracruz de estable tiene un fuerte sustento que pronto se verá reflejada en los índices económicos básicos.