Algo mal está ocurriendo en el gobierno de Morena. Sin partido, porque está volcado en el levantamiento del censo de programas sociales; con un gobernador que no parece haberse dado cuenta que ya es hora de gobernar; con unos dirigentes legislativos inexpertos en negociación política o sumergidos en su propia agenda personal; con una casi absoluta ausencia de comunicación, lo que ha propiciado que los rumores sobre renuncias o despidos en altos cargos se disparen como fuegos artificiales en una noche oscura y, para colmo, con una lucha fratricida por colocarse en el mejor sitio para una lejana sucesión que, al paso que van, no podrán ganar, la situación a menos de tres meses de iniciar no parece fácil.
Que el ‘Fiscalgate’ les haya estallado en las manos inesperadamente gracias a una inoperancia absoluta tanto en el poder Legislativo como en el Ejecutivo no es, digamos, un pecado menor: la Fiscalía General es una cabeza de playa del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien opera a placer tanto su propia impunidad y la de su equipo como el golpeteo persistente contra Morena, en el propio terreno de su sucesor.
Por eso, que hayan tomado a la ligera la obtención de los votos necesarios que les permitiera mandar al abogado oaxaqueño de Yunes a juicio político representa una verdadera derrota que no ha tenido como corolario el despido de al menos los subsecretarios Jurídico y de Gobierno, o el cambio de los líderes camerales, como una señal de ajuste y reacomodo ante una derrota de ese tamaño. Lo grave apenas viene, cuando formalmente no logren la resolución sobre los juicios políticos en el Congreso local, y va a ser el efecto emocional y psicológico devastador para un equipo que no acaba por cuajar en nada.
¿El gobernador Cuitláhuac García Jiménez está dejando todas las tareas políticas en su Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros, quien recibió por cierto todo el golpeteo mediático instrumentado por la oficina de prensa que mantiene (más viva y eficaz que la del Ejecutivo en funciones) Yunes Linares con recursos de los ayuntamientos de Veracruz y Boca del Río, y la propia Fiscalía? ¿Realmente está dedicando su tiempo y sus habilidades para comenzar su gobierno cuando están todavía por definirse tanto el plan estatal de desarrollo como, incluso, el presupuesto para el presente ejercicio fiscal, tareas que justificarían sus prolongadas ausencias de la arena pública?
Mientras eso sucede, en el Congreso, el presidente de la Mesa Directiva, diputado José Manuel Pozos Castro, siente que el traje le ha quedado pequeño (cuando todo mundo opina que le queda enorme) y ha convertido su oficina en una especie de franquicia de la Secretaría de Gobierno: ahí recibe a cuanto grupo ciudadano o político se le ocurra, ofrece sus muy limitadas influencias para atender problemas sociales, convoca a alcaldes y les ofrece ventajas, anuncia obras para su distrito, sin preocuparse porque nunca podrá cumplir, y todo porque aspira a ser Secretario de Gobierno.
Por su parte, con poca experiencia política y legislativa, el líder de la bancada morenista y presidente de la Junta de Coordinación Política, Javier Gómez Cazarín, tiene que lidiar con las ambiciones de su oponente Amado Cruz Malpica, quien sigue soñando con quitarle el puesto, y de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien en esta ocasión parece quererse cobrar las facturas por la incómoda posición en que quedó con Andrés Manuel López Obrador en la reciente gira presidencial.
Por el bien de Veracruz, esperamos que pronto se diriman las confrontaciones intestinas estériles de los morenistas; que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez haga una profunda revisión de su equipo de gobierno y recuerde que lo importante no es ayudar a sus amigos, aunque sean inexpertos, ni fortalecer su grupo político, sino servir a Veracruz: la entidad está sumergida en una verdadera crisis de seguridad, en mucho propiciada por su antecesor, y con graves problemas económicos y de empleo.
Las benditas redes sociales
“Lo he sostenido siempre. La prisión preventiva debe ser excepcional. Es una condena sin sentencia que no disminuye la delincuencia, viola la presunción de inocencia y castiga la pobreza”. Arturo Zaldívar @ArturoZaldivarL
Las traiciones estuvieron en oferta
La semana pasada, la votación por juicio político en contra del fiscal Jorge Winckler hizo saltar las traiciones al interior de la bancada de Morena, nada nuevo por cierto porque desde las primeras sesiones se hicieron notables con la creación de la bancada oficial y la bancada alterna, encabezada por Amado Cruz Malpica. Aunque finalmente entraron al redil, dos de esos diputados que le habían hecho el caldo gordo al diputado sureño mostraron su verdadera madera.
Uno de ellos es el diputado José Magdaleno Rosales Torres, quien desde antes de comenzar la actual Legislatura mostró a los cuatro vientos su interés por encabezar la bancada de su partido. Desde que recibió su constancia de mayoría, Maleno mostró su rebeldía frente a quienes quedaron en el poder tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, y hoy es muy posible que fomente el no al juicio político contra Jorge Winckler.
Otra exintegrante de la bancada Morenita o Morena II, hoy fuertemente vinculada con los traviesos del PAN, seguramente por la abundancia de los chocolates que estuvieron repartiendo por obra y gracia de Yunes Linares, es la diputada Jessica Ramírez Cisneros. En las horas previas a que fuera reanudada la sesión de este viernes en el Congreso local —que finalmente fue suspendida hasta nuevo aviso— se dedicó al ‘halconeo’ amigo. En cada rincón del Palacio Legislativo, a la diputada de Morena, Jessica Ramírez, se le vio ‘pasando corriente’, como se dice coloquialmente, y no a cualquiera, sino al propio fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz.
Desde entrado el medio día, la secretaria de la Comisión Instructora que aprobó dos dictámenes en favor del juicio político, husmeó cada detalle y movimiento de los diputados de su partido para tener al tanto al que ahora parece su patrón, el abogado con membrete de fiscal, quien se llevó una nueva pifia al llegar al recinto y enterarse que no sería el viernes cuando se definiera su futuro. Al final, Jessica Ramírez enseñó de qué está hecha, y no de mucho, pues igual que el fiscal, se quedó esperando la reanudación de la sesión con regaño de Winckler. Ni para ‘halconearle’ le sirvió.
Jessica Ramírez Cisneros es presidenta de la Comisión de Administración y Presupuesto del Congreso local, y hace poco se deslindó del compromiso de la Cámara de reducir en un 20 por ciento el gasto. Dijo que el responsable de la declaración fue el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Juan Javier Gómez Cazarín, por lo que la legisladora del grupo de Amado Cruz Malpica, afirmó que no se han “puesto de acuerdo” en cómo se va a generar el ahorro, y adelantó que una vez que se termine con el tema del juicio político contra el Fiscal Jorge Winckler, van a atender otros pendientes.
Eso sí, la legisladora señaló que como el presidente de la Jucopo no ha sido claro en cómo se va generar el ahorro, no han llegado a un acuerdo; no quiso confirmar si van a seguir cobrando 143 mil pesos mensuales, monto que supera lo que gana el gobernador Cuitláhuac García, por lo que incumplen con la Ley de Austeridad que ellos mismos aprobaron en diciembre.
Las benditas redes sociales 2
“Que la gasolina suba de precio, pasa; que se acaben las guarderías subrogadas, para eso están los abuelos… Pero que suba el costo por ver futbol por TV ¡Ese sí es problema de interés presidencial!”. Magú @MaguMonero
¿Del lado correcto de la historia… o del billete?
Otros que se fueron por la libre y prefirieron –según corrieron fuertes los rumores– el abundante apoyo financiero proveniente del señor de los esteros, fueron al menos dos integrantes de la fracción ‘Del lado correcto de la historia’ (ahora sabemos cuál es ese lado correcto): el coordinador de la bancadita, Gonzalo Guízar Valladares (del desaparecido Partido Encuentro Social, PES, aliado de Morena en los comicios de julio pasado), a quien se identificó como el gestor directo de la operación Chocolate, y Erick Iván Aguilar López, el folclórico diputado por Misantla, conocido por sus payasadas en las sesiones.
Ambos se unieron con los panistas para evitar que sea juzgado Winckler, y ya sabemos que un hermano de Guízar Valladares, Marco Antonio, funge como Secretario Técnico en la Fiscalía General y es cercano colaborador del oaxaqueño.
Gonzalo Guízar, quien aspira a ser alcalde de Coatzacoalcos para hincharse de billetes, echó además la culpa a Morena por la renuncia a su bancada del diputado Rubén Ríos Uribe, presidente de la Comisión Instructora que dictaminó los juicios políticos contra Winckler, con la intención de presionarlos y lograr un voto que, al menos él, no hará, por conflicto de intereses.
En el colmo del cinismo, dijo a la prensa: “Nuestro voto va a ser independiente, autónomo, lo hemos anunciado y no vamos a variar. Aunque me quedara yo solo, mi voto va a ser en conciencia, independiente y autónomo”. Ni independiente ni autónomo, sino todo lo contrario: establecido por intereses económicos en favor de lo que ya le ordenó su histórico jefe Miguel Ángel Yunes Linares.
Polvo de gis
Al fiscal le salió lo itinerante… Después de ocho días de la exhibida pública que le acomodó el alcalde de Atoyac, Oscar Pimentel Ugarte, al fiscal general Jorge Winckler Ortiz, por no atender ni el teléfono para notificarle el crimen de una persona en ese municipio, resulta que al oaxaqueño ya le dio por trabajar los fines de semana. Este domingo presumió en redes sociales ajenas su recorrido por San Andrés Tuxtla para atender inquietudes de los presidentes municipales. Cosa de risa; al fiscal le salió lo itinerante justo después de que –ante su ausencia– el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, junto con diputados locales, se apersonaron en esa unidad de la fiscalía perteneciente a la región de Córdoba, para exigirle al abogado de los Yunes que se ponga a trabajar y no solo ande de simulador… Martínez de la Torre, convertido en un infierno de violencia… Aquí lo hemos reiterado en varias ocasiones pero no parece caerles el veinte a ninguna autoridad: Martínez de la Torre se ha sobrecalentado por la violencia criminal. Ahora lo ha confirmado el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal: este municipio rebasó nueve veces la tasa promedio para el país en materia de secuestros, que es de 0.79, y se colocó en el primer puesto con 7.46 plagios. Le siguen Reynosa, Tamaulipas, con 6.61, y Zacatecas, Zacatecas, con 6.08. Ya hemos dado información sobre los frecuentes casos de homicidios dolosos, que se han intensificado durante la tercera administración del alcalde José de la Torre Sánchez, más interesado en que las patrullas y personal uniformado de la Policía Municipal se dediquen a cuidar sus domicilios particulares y sus negocios mercantiles. Así, pues, ¿cómo?…