En las horas previas a que fuera reanudada la sesión de este viernes en el Congreso local —que finalmente fue suspendida hasta nuevo aviso— ocurrió de todo un poco; hasta ‘halconeo’ amigo. En cada rincón del Palacio Legislativo se le vio ‘pasando corriente’, como se dice coloquialmente, a la diputada de Morena, Jessica Ramírez, y no a cualquiera, sino al propio fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz. Desde entrado el medio día, husmeó cada detalle y movimiento de los diputados de su partido para tener al tanto al que ahora parece su patrón, el abogado con membrete de fiscal, quien se llevó una nueva pifia al llegar al recinto y enterarse que no será hoy cuando se defina su futuro. Al final, Jessica Ramírez enseñó de qué está hecha, y no de mucho, pues igual que el fiscal, se quedó esperando la reanudación de la sesión con regaño de Winckler. Ni para ‘halconearle’ le sirvió.