La Ley para enfrentar la epidemia del vih tiene 10 años y se encuentra desactualizada, necesita modificarse su lenguaje, términos, contar con perspectiva de género e incluir una diferenciación que visibilice a la población indígena y migrante.
Esto es lo que se reconoció durante la segunda reunión para actualizar la Ley en mención y que requiere ser ahora actualizada con la nueva Norma Oficial Mexicana para atender el vih y el sida en el país.
A la reunión por parte del Congreso participaron la diputada Andrea Yunes, presidenta de la Comisión de Salud, Yolanda Olivares, directora del Instituto Veracruzano de las Mujeres, Patricia Ponce, integrante del Grupo Multisectorial y representantes de la Universidad Veracruzana y de la Secretaría de Salud.
En el encuentro, uno de los acuerdos que se tomó fue trabajar en una Comisión que aglutine las propuestas que sean enviadas por los diferentes sectores de la sociedad convocados para trabajar el tema de la reforma legislativa.
Esto permitirá incluir las nuevas perspectivas de género, de derechos humanos, indigenista, de la diversidad sexogenérica, migratoria y las nuevas disposiciones en materia de vih que se aplican a nivel nacional.
Patricia Ponce Jiménez, integrante del grupo Multisectorial, recordó que esta fue la primera ley aprobada en el país, propuesta por la sociedad civil organizada, en su momento mediante el levantamiento de 30 mil firmas de personas mayores de edad.
En ese entonces la Universidad Veracruzana apoyó a la sociedad civil en el levantamiento de las firmas y en mantener un acompañamiento a lo largo del proceso legislativo para atender las dudas que pudiera tener el Congreso Local.
En la actual legislación se pueden apreciar criterios obsoletos en materia de salud que obedecen a las disposiciones de hace más de 10 años y que se encuentran plasmados en la Norma Oficial Mexicana de 2011, pero que deben adaptarse a la actualización de esta que fue modificada en 2016.
También, en la reunión de trabajo se dijo que deben contemplarse los cambios que ha tenido la epidemia en la población de Veracruz, pues ahora se ha incrementado el número de mujeres que vive con el virus, así como también el volumen de población en comunidades indígenas y rurales que es diagnosticada como portadora del virus.
A su vez, la migración, tanto de tránsito, como la que ingresa y la que sale, es un factor a tomar en cuenta, pues se requiere garantizar tratamientos y atención a la población en tránsito y residente.
Brisa Gómez/Avc