Ciudad de México.- Mónica Cházaro Martínez, licenciada en Psicología de 32 años, era conocida entre la comunidad activista y artística de Veracruz por su fuerte compromiso con las causas sociales y la protesta, siempre en busca de “un país mejor”. Su voz fue apagada justo por la violencia e inseguridad que tanto repudiaba y por la que también se manifestó en público y en privado.
Mónica fue asesinada al final de 2018, cuando acudió por arena para su gatos a la Laguna de Lagartos, en Veracruz. “Nos duele que al final ella sea una más”, dicen sus amigos y conocidos, en entrevista con SinEmbargo.
“Nara era una de las voces que gritaban: ‘Ni una menos’, y el que callen una voz más, es algo que duele”, dice Kjalil Beyruti García. Luis Alberto López, otro amigo de Mónica, comenta que “el hecho que ella saliera a buscar arena y ya no regresara, nos duele y nos lastima”.
Mónica Cházaro era conocida entre sus amigos cercanos y allegados como “Nara”. Así se hacía llamar la joven amante del anime, la lectura, las manualidades, la psicología y los video juegos. Fue simpatizante de varios colectivos y animalista.
Luis Alberto y Kjalil conocieron a “Nara” en las manifestaciones de 2012, cuando eran miembros en Veracruz de #YoSoy132, un movimiento que se conformó a partir del rechazo de la comunidad universitaria del país al entonces candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto.
“Nara quería una comunidad mejor y quería un país más tranquilo”, coinciden los allegados de Cházaro Martínez.
En especial repudiaba la violencia y los feminicidios, cuenta su amigo Luis Alberto. El allegado de la joven destaca que Mónica apoyaba los círculos de lectura y el arte, como integrante de del Frente Artístico Veracruzano, donde hacían gestión con artistas locales.
“Ella tenía un gran enfoque social. Apoyo a marchar contra varias de las Reformas de Enrique Peña, como la Educativa. A nivel estatal, también protestaba contra el alza al transporte público, se incorporaba a manifestaciones también en apoyo a actividades de Green Peace”, agrega Luis Alberto López.
Otro de los aspectos que caracterizaban a Mónica era su amor por los animales.
“Le encantaba la naturaleza; su fascinación eran los gatos. Incluso ella, en su personalidad y no es ofensa, era un poco como gato: vigilante y atenta con los seres allegados, que quería”, dice Kjalil.
Luis Alberto recuerda que Nara junto con su madre rescataban animales maltratados o de la calle, perros, gatos e incluíso tlacuaches. Los alimentaban, vacunaban y después los daban en adaptación.
Quería su propio consultorio
Nara egresó de la licenciatura de Psicología de la Universidad del Golfo de México (UGMEX) y anhelaba poner su propio consultorio para ayudar a los demás. Ella ahorraba para cumplir con su sueño.
Luis Alberto recuerda que Mónica era muy estudiosa y una alumna de alto promedio académico desde la universidad y perfeccionista. “Ella estuvo becada”, destaca.
Kjalil rememora que después de muchos esfuerzos ella logró graduarse, tenía poco año de recibirse como psicólogo. “Estaba entusiasmada de crecer y conjuntar todo lo que le gusta con su carrera. Era una mujer muy aguerrida”, recuerda el joven
La UGMEX se unió a la indignación por el crimen de la joven. “Tenemos presente el recuerdo de quien fuera egresada y compañera de trabajo, leal, honesta y gran amiga. Descanse en paz Mony”, consignó en sus redes sociales el día de los hechos.
Investigación sin avances
La tarde del 30 de diciembre, Mónica Cházaro Martínez salió a la Laguna de Lagartos a buscar arena para sus gatos, pero jamás regresó.
La mamá de Mónica es una adulta mayor que además usa bastón y le era difícil salir a buscar a la chica. La mujer, comenta Luis Alberto López, llamó a los amigos de Nara cuando transcurrieron las horas y la joven no llegaba al hogar. Los amigos iniciaron con la búsqueda por redes sociales.
Al día siguiente, fue localizado el cuerpo de la joven en la Laguna de Lagartos, en Veracruz. De acuerdo al relato de amigos de Mónica, un entrenador de perros y un vecino que circulaban por el lugar encontraron el cadáver de la joven.
Los datos que han trascendido es que la Fiscalía de Veracruz informó que la joven tenía huellas de estrangulamiento, de acuerdo con una versión que difundieron medios locales de Veracruz.
“Lo que nos comenta la mamá es que además tenía un golpe en la mejilla”, dice Luis Alberto. Las autoridades tardaron en llegar al sitio donde se encontraba al menos dos horas después de la llamada que reportaba el hallazgo de la joven, añade.
También se supo, según comenta el amigo de la víctima, que el cuerpo de Nara “aún estaba tibio” cuando la localizaron. Un amigo de ella, que es entrenador de perros, así como el vecino, trataron de seguir –con el canino– el rastro del asesino pero no hubo resultados. “El hecho de que saliera a buscar arena y ya no regresara, nos duele y nos lastima”, dice el amigo de Mónica.
De enero a noviembre de 2018, 177 mujeres fueron asesinadas Veracruz, de las cuales, 85 de los casos son investigados como feminicidio, y 92 está catalogados como homicidio doloso, de acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
De acuerdo a información de medios estatales, al menos 18 mujeres habrían sido asesinadas en Veracruz durante el mes de diciembre.
SinEmbargo solicitó a la Fiscalía General de Justicia de Veracruz, a través de su vocería la versión sobre el hallazgo y asesinato de Mónica, así como las líneas de investigación y la situación que guarda la indagatoria, pero la información fue negada y no se brindaron los datos.
Con información de SinEmbargo