Para repetir la historia de su anterior partido, también de ámbito estatal, Francisco Garrido Sánchez (junto a un experimentado operador político, Gonzalo Morgado Huesca, expriista) ha iniciado los trámites para lograr el registro de “Podemos” (en adelante, sin comillas) como partido político estatal. Según los cálculos de varios de los impulsores del proyecto, Podemos prenderá como mecha con la incorporación de militantes y simpatizantes cansados de la corrupción y antidemocracia imperante en partidos a los que han estado ligados por años y por décadas.

¿Qué puede ofrecer un partido que quiere atraer a priistas, panistas, perredistas e, incluso, morenistas, además de a ciudadanos que han preferido marchar al margen de cualquier sigla política? Ya lo veremos en caso de constituirse como tal. Lo que es cierto es que muchos jóvenes no identificados con siglas anquilosadas o con propuestas viejas lanzadas por partidos nuevos pueden apostar por esta nueva opción, lo mismo que militantes que han intentado hacer carrera política en partidos que siempre estuvieron enfocados en los mismos cuadros, quitando posibilidad a nuevas figuras.

Que Podemos no será la única propuesta que vaya al OPLE a declarar su intención de constituirse en partido político estatal lo demuestra el hecho de que el viernes también acudió la organización Fénix, que representa Guillermo Peinado Brizio, y es posible que tomen el mismo camino organizaciones como Vía Veracruzana, que encabeza Amadeo Flores Espinoza, y Alianza Generacional del diputado Héctor Yunes Landa.

El consejero del OPLE, Quintín Andar Dovarganes Escandón, habla de entre cinco y siete organizaciones ciudadanas que buscarían conformarse en partidos políticos estatales. No todos, sin embargo, podrán cumplir con los requisitos establecidos por la ley, como realizar asambleas en por lo menos 20 de los 30 distritos locales electorales, o en al menos 141 de los 212 municipios, y contar con un padrón de 15 mil ciudadanos que no estén inscritos en otros partidos políticos.

Garrido, con la oportunidad

Francisco Garrido, impulsor del nuevo partido, ya estuvo en el nacimiento de Alternativa Veracruzana, un partido estatal considerado en el más exitoso en la historia de Veracruz, pues en su primera incursión logró el 6.4 por ciento de la votación, con 250 mil votos, logrando para sus siglas 16 alcaldías, convirtiéndose en la cuarta opción en el estado hace poco más de tres años. Sin embargo, la desmesurada ambición de su dirigente, Alfredo Tress Jiménez, quien quiso vender al mejor postor su alianza con los partidos dominantes.

El jueves pasado, al presentar ante el OPLE su voluntad de constituirse en partido político estatal, Garrido Sánchez dijo que los veracruzanos demandan tener espacios de participación “y creo que nuestra organización será en el 2021 una opción independiente, ciudadana, honrada que permita a Veracruz progresar y transformarse”.

Según el político, Podemos busca aglutinar a ciudadanos que tienen trabajo en sus regiones y que ante la falta de espacios en Morena, y dado que el PRI y el PAN han dejado de ser opción para los veracruzanos, no encuentran cómo ayudar.

Reconoció que la formación de un partido político en Veracruz es complicada debido a los requisitos que se tienen que cumplir, sin embargo, realizarán las asambleas que se requieren por ley y, aunque el órgano electoral pide 20 asambleas distritales con una participación mínima de 600 personas cada una, el reto de Podemos es reunir 25 de estas asambleas.

La aportación de Podemos será “trabajar para profesionalizar la política en Veracruz, porque la entidad era un semillero de buenos políticos y un referente nacional”.

Las benditas redes sociales

“El país está dividido, polarizado: los que dicen que todo lo que hace AMLO está bien, y los que dicen que todo lo que hace AMLO está mal !!! No puede ser, ni todo está bien ni todo está mal, debemos ser más racionales !”. Manuel Clouthier C. @ClouthierManuel

¿Nuevos partidos? ¿Para qué?

Desde el periodismo es posible captar una constante en la opinión de los ciudadanos: No más partidos políticos y, de preferencia, desaparecer el mayor número de los que aún funcionan. Es fácil intuir la razón de este deseo: los partidos aportan poco, gastan demasiado y colocan en el poder a personajes impresentables.

Pero, ¿qué tanto es deseable disminuir la nómina de los partidos políticos al grado de hacer languidecer la paleta de colores y opciones ideológicas? Desde que sufrimos el unipartidismo con el PRI y, acto seguido, el bipartidismo (que solo permitía pensar el máximo poder entre el PRI y el PAN), hasta la irrupción de Morena, que el año pasado logró la victoria más aplastante de la democracia mexicana moderna, se han mantenido en el margen los partidos pequeños.

Lo deleznable de estas rémoras es que, en su mayoría, han sido creación de un personaje o una familia. Así, el PVEM es un negocio redondo para la familia González Torres, Movimiento Ciudadano ha servido a los intereses políticos de Dante Delgado, el Partido del Trabajo es una empresa que ha dado muy jugosos dividendos a Alberto Anaya, el PES fue creado por el impulso evangelizante de Érick Flores Cervantes y el Panal fue creado por la maestra Elba Esther Gordillo como el partido magisterial.

Pero casi todos ellos, con la excepción del Partido del Trabajo, que vio crecer sus votos hasta colocarse en la cuarta posición con más de 3.3 millones de sufragios, recibieron su merecido el pasado 1  de julio, al igual que agrupaciones como el PRD, que apenas obtuvo arriba de 1 millón 600 mil.

A seis meses de esa lapidaria condena, sin embargo, tanto a nivel nacional como estatal, el organismo electoral ha abierto la llave para aquellas organizaciones políticas que quieran dar inicio al proceso que les lleve (si cumplen con todas las regulaciones) a constituirse en partidos políticos nacionales o estatales y, con ello, puedan participar en los comicios y, gracias a ello, tener acceso a prerrogativas.

Las benditas redes sociales / 2

“Voy saliendo de una semana de gripe, y de corregir exámenes. Tres noches de fiebre. Tuve sueños ridículos. El más ridículo de todos: que las naves aqueas no podían moverse porque no había gasolina. Y por eso la cólera de Aquiles. Háganme el favor”. Aurelio Asiain @aasiain

Necesitamos nuevas opciones electorales

¿Se vale invocar a los grupos que quieran constituir nuevos partidos políticos? Desde mi punto de vista, nunca más válido que ahora, cuando los partidos políticos tradicionales se desinflaron, algunos cayeron a la antesala de su desaparición y dos (Partido Nueva Alianza, Panal, y Partido Encuentro Social, PES) perdieron sus registros.

En efecto, tanto el Partido Acción Nacional (PAN) como el Revolucionario Institucional (PRI) vieron caer dramáticamente sus ganancias electorales, y ambos enfrentan la necesidad de su reinvención en condiciones internas particularmente duras; el otro, el tradicionalmente visto como el partido de la izquierda, el PRD, prácticamente fue despojado de su militancia tanto por su alianza con la derecha como por el fuerte imán generado por Morena.

Quienes quedan en el filo de la navaja es posible que desaparezcan en la siguiente elección definitoria: además del PRD (que solo logró 2.83% en la elección presidencial), habrá que anotar al PVEM (con la salvedad de que, fiel a su filosofía, sigue siendo el partido del Presidente, y AMLO ha dado muchas muestras de necesitarlo), y al Movimiento Ciudadano, que apenas obtuvo el 1.79 % en la elección presidencial, si bien logró un fuerte impacto en elecciones locales, como Jalisco donde ganó la gubernatura.

De manera que nos quedará muy acotado el abanico de opciones. Y lo peor, con al menos cuatro partidos con una mínima credibilidad, verdaderamente destrozados internamente, con fugas de militantes y votantes hacia otras opciones, y con tendencias hacia una vertiginosa caída.

Desde mi punto de vista, entonces, bienvenidos nuevos partidos políticos, locales y nacionales, y que los electores decidamos si siguen o no recibiendo la oportunidad de representarnos.

Polvo de gis

TLACOTALPAN SIN JARANEROS… De nada ha servido que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez haya anunciado la creación, en su gobierno, de la Secretaría de Cultura, a cargo de Silvia Alejandre, con sede en Tlacotalpan; tampoco, que la secretaria de Turismo sea la sureña Xóchitl Arbesú Lago, la de la eterna sonrisa (esperemos que en actos luctuosos se la quite) siempre esté dispuesta a lucir sus blusas étnicas, porque por tercera ocasión consecutiva, en las Fiestas de la Candelaria, no habrá apoyo del Ayuntamiento de Tlacotalpan para la infraestructura necesaria del XVI Encuentro de Jaraneros, Decimeros e improvisadores orales, por lo que el evento será suspendido. En una carta abierta, la asociación Custodia de la Biodiversidad, Medio Ambiente y Cultura Popular, señala: “Como asociación civil nos lastima dicha actitud, pues después de 16 años de esfuerzo por crear y mantener un espacio para todos, […] nunca pensamos en la posibilidad de que el Foro Guillermo Cházaro Lagos, quedara desprotegido y fuera además eliminado del programa de las fiestas  intempestivas por intenciones y razones que quedan fuera de nuestra comprensión” MÁS MUNICIPIOS, MÁS POBREZA… Mientras los diputados de Morena en la anterior Legislatura tomaron el edificio sede para evitar que se diera luz verde a la creación del municipio 213 en Tres Zapotes, en demérito de Santiago Tuxtla, una iniciativa con que Miguel Ángel Yunes Linares quería pagar el servilismo de la entonces diputada perredista y fracasada candidata al Senado, Yazmín Copete Zapot, ahora resulta que desde la Secretaría de Gobierno se busca impulsar la creación del municipio 213, pero ahora en la zona serrana de Ixhuatlán de Madero, en el norte de Veracruz, cuyo caso está en estudio en las comisiones de Gobernación y de Límites Territoriales Intermunicipales, que presiden la morenista Adriana Linares Capitanachi y el panista Rodrigo García Escalante, respectivamente. Lo menos que se podría pedir al gobierno de Morena es un poco de mesura y evitar generar conflictos regionales que luego escalan… CON WINCKLER, MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES… Pese a que gracias a la mayoría de los municipios veracruzanos, incluyendo a la casi totalidad de los ayuntamientos ganados por el PAN, se ha aprobado la reforma constitucional para dotar al Congreso de la facultad de retirarle el nombramiento al Fiscal General Jorge Winckler, lo cierto es que el gobierno estatal está entrampado y las fechas fatales impuestas para sacarlo se han cumplido sin mayores resultados. Con juicios políticos a punto de ser enviados a la Comisión Instructora y esta posibilidad legal, lo cierto es que el conflicto va para largo y, mientras tanto, toda acción para llamar a cuentas al exgobernador Yunes por actos de corrupción se van diluyendo porque chocarán contra el muro de acero que dejó sembrado con el abogado oaxaqueño… VERACRUZ PIDE AYUDA A AMLO… Entrampado en el tema del huachicoleo, que también nos atañe, Andrés Manuel López Obrador está dejando a un lado el tema de la creciente violencia criminal en el país, y los veracruzanos cada vez tienen menos paciencia frente a la libre actuación de los grupos criminales. Desde que a Alfonso Durazo no le aprueban la Guardia Nacional, y esto urge, lo cierto es que las cosas están desatadas. Hace poco escuchamos al padre José Manuel Suazo, vocero de la Arquidiócesis, con quien compartimos un agradable desayuno la semana pasada, su preocupación por las declaraciones del gobernador Cuitláhuac García, quien dijo que las fuerzas locales de seguridad pública estaban siendo rebasadas por el poder belicoso de las seis o siete bandas criminales asentadas en nuestro territorio, y se preguntaba si eso no significaba reconocer que Veracruz es un Estado fallido. Es grave que empiece a generalizarse la opinión sobre que hay incapacidad del gobierno de Morena para detener los índices delictivos, al grado de observar la conformación de grupos de autodefensa.

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