Chinameca, Ver.- Al gobernador Cuitláhuac García Jiménez nunca se le olvidará lo que ocurrió durante la tarde de su día 40 al frente del estado de Veracruz.
Ni bien llegaba el mandatario al parque central de Chinameca y ya había gritos de parte cientos de pobladores que están en contra de la construcción de un relleno sanitario en terrenos de la empresa Gravas de Sureste, propiedad de la familia Quintanilla Hayek, ligada a la titular de la Secretaría de Energía (SENER), Rocío Nahle García.
El ejecutivo estatal habló de la cuarta transformación, de justicia social, de consultas, echó mano de sus orígenes y anunció obras, pero una y otra vez fue acorralado por la gente, que le pidió cualquier cantidad de veces que dijera “no” al basurero, como conocen al proyecto que hace una semana presumió en sus redes sociales el secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos y que desató bloqueos carreteros.
“¡Queremos que se cancele el basurero!”, interrumpían los presentes a la lectura que hacía el morenista sobre obras para Chinameca y sus comunidades. García Jiménez respondía que ésa era decisión del pueblo, les pedía que se informaran, pero la gente pronunció en coro “¡no al basurero!”.
“Entonces, el día en que ustedes lo consideren, ése día se consulta, avisan”, expresaba al tiempo que prometía regresar, pero de nueva cuenta hubo negativa “¡no, no, no, no!”.
Después de 22 minutos, el gobernador de Veracruz decidió dejar el micrófono y no le quedó más que escuchar. “Chinameca ya tiene su destino cantado, lo ha marcado con un no al relleno sanitario. Señor gobernador ésta es su tierra ¡ésta es la tierra de la carne enchileanchada! ¿y sabe qué señor gobernador? ¡Estamos enchileanchados! Porque no tomaron en cuenta nuestra opinión para un relleno sanitario obsoleto”, exclamaba la luchadora social, María Luisa Sánchez.
La dama de avanzada edad le recordó a Cuitláhuac los principios de Andrés Manuel López Obrador: no mentir, no robar y no traicionar.
“Ya nos mintieron, ya nos están traicionando, están a punto señor gobernador de robarnos la salud, la salud de nuestros niños, la salud de nuestros jóvenes, la salud de nuestras mujeres, de nosotros los ancianos”, reprochaba.
“Ya decidimos, no queremos el basurero y le voy a mostrar las firmas de mis compañeros y mis paisanos chinamecanos”, agregó mientras la multitud coreaba el “¡sí se puede!” y “¡que lo firme!”.
Parecía que Cuitláhuac García hablaba otro dialecto e incluso, que no quería firmar hasta que lo hizo. Al final, una mujer le preguntó si estaba de acuerdo con la obra del relleno sanitario y tras evadir nuevamente respondió: “Voy a hacer lo que acaban de decidir, no va a haber relleno sanitario, pero que quede claro que decidió el pueblo”. Instantes después, se retiró entre jaloneos, empujones y gritos que le pedían cumplir su palabra.
Armando Ramos/Avc