Este martes en Xalapa, por Whatsapp, circularon mensajes advirtiendo que “los que tengan vehículos carguen sus tanques de gasolina pues mañana no habrá en todo el estado de Veracruz, según fuentes confiables”. Y, por Twitter, se divulgó anoche que “hasta el momento” cuatro gasolineras en Xalapa –La Piedad, México, Ruiz Cortines y Arco Sur– presentaban desabasto del combustible tipo Magna.
Sin embargo la alerta no había prendido todavía. Todo parece indicar que, en este caso, sólo se trataban de mensajes falsos con el supuesto propósito de generar pánico entre los compradores de combustible, dada la crítica situación por la que atraviesan al menos seis entidades del país donde se agudizó el problema de abastecimiento de gasolina.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, ya aclaró que el desabasto de combustible, sobre todo en la zona del Bajío –en Guanajuato, principalmente, además de Jalisco, Michoacán, Hidalgo, Zacatecas y el Estado de México– se debe a que PEMEX decidió cerrar los ductos donde fue detectado el robo de hidrocarburos, por lo que pidió a toda la gente afectada una disculpa por las molestias causadas, reconociendo que quizás falló la logística y comunicación, motivando compras de pánico.
Nahle García recordó que desde el 27 de diciembre se anunció el plan para el combate de robo de combustible, problema que, dijo, es “muy complejo y hay que atacarlo”.
La ex diputada federal de Coatzacoalcos reconoció que “posiblemente a la hora del cálculo no tuvimos la logística suficiente”, pero afirmó que “ya se está normalizando el abasto”, y que ante “cualquier intento de robo o sabotaje” van a actuar de manera inmediata.
“Si detectamos, a la hora que sea, se va a cerrar la válvula, se va a identificar, se toman las medidas necesarias y luego se abre el ducto”, advirtió la senadora con licencia, quien aseguró que “poco a poco se va ir regularizando” el abasto, por lo que pidió el apoyo de la gente para atacar el robo de combustible que tan solo en 2018 ascendió a 66 mil 300 millones de pesos, según cifras oficiales de PEMEX.
El asunto es tan pantanoso que ayer, en su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que por este delito están investigando al General Eduardo León Trauwitz, quien fue jefe de escoltas de Enrique Peña Nieto en el gobierno del Estado de México y luego, ya con el mexiquense en la Presidencia, fue gerente de Servicios de Seguridad Física de PEMEX.
López Obrador exhortó a los concesionarios de gasolineras que no vendan gasolinas robadas. Mismo llamado hizo a los compradores de huachicol, particularmente a contratistas porque, dijo, “se hizo normal este robo”. El mandatario mexicano indicó que “donde hay una obra grande, ahí hay expendios de combustible robado.”
Hace más de un año, por ejemplo, en una carta abierta, la asociación nacional de expendedores de gasolina advirtió al presidente Peña Nieto acerca del combustible robado que presuntamente estaban comprando las empresas contratistas que construían el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Y ayer, en su columna del diario El Universal, Carlos Loret de Mola se refirió a “las empresas grandotas que compran gasolina robada”, señalando a “una dedicada a la comercialización de pan y golosinas, y otra dedicada a los útiles escolares”, que hace cuatro años fueron detectadas por las dependencias federales de Seguridad y de Inteligencia Financiera.
Ante las compras de pánico de gasolina que este martes se registraron en la Ciudad de México, PEMEX aseguró que hay suficiente combustible para atender la demanda en toda el área Metropolitana, por lo que se llamó a la población a no caer en especulaciones de escasez de hidrocarburo.
“Petróleos Mexicanos recuerda que hay suficiente inventario de producto en las Terminales de Almacenamiento y Despacho (TAD) para satisfacer la demanda de la población en todo el país, por lo que la situación que se vive en algunas regiones es sólo por un ajuste logístico”, precisó PEMEX en un comunicado, reiterando que quedará restablecido el suministro de combustible en los estados afectados lo más pronto posible.
“En un esfuerzo conjunto del Gobierno de México y 15 dependencias federales, Petróleos Mexicanos trabaja arduamente en erradicar el robo de combustible, al interior y fuera de la empresa”, dijo la petrolera.
Este martes, en algunas zonas de la Ciudad de México, se registraron estaciones de servicio donde escaseó el producto; incluso, algunas tuvieron que cerrar.
“Apelamos a la comprensión de la población por los retrasos que continúan en el suministro del hidrocarburo, el cual quedará regularizado lo más pronto posible”, dijo PEMEX.
El director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, ha sostenido comunicación con los gobernadores de los estados afectados, con los que se acordó restablecer el suministro de combustible en el corto plazo.
Esperemos que Veracruz no se quede sin gasolina.
J.C. Molina contra alta fructosa
Diputados que integran los grupos legislativos de Morena, PAN y del Lado Correcto de la Historia avalaron el anteproyecto de punto de acuerdo presentado por el diputado local Juan Carlos Molina Palacios para exhortar al Gobierno Federal a implementar políticas públicas que frenen la importación de alta fructosa que está colapsando la agroindustria azucarera del país.
Del mismo modo, el legislador independiente incluyó en el anteproyecto de punto de acuerdo el exhorto para que senadores y diputados federales revisen la situación que guarda el acuerdo sobre el azúcar entre México y Estados Unidos T-MEC (antes TLCAN), especialmente en el apartado que refiere la importación del jarabe de maíz (fructosa) elaborado con maíz transgénico.
El líder estatal de la CNC consideró que el desplazamiento de la azúcar mexicana por alta fructosa importada de Estados Unidos es una “amenaza” que genera una “emergencia nacional”, la cual debe ser atendida de inmediato por el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Estas importaciones, destacó el diputado, no sólo representan un problema económico, sino también de salud, puesto que su composición no cumple con las normas ni los niveles internacionales de calidad requeridos y son obtenidas a través de semillas transgénicas, por lo que es necesario implementar políticas públicas que detengan su entrada al país.
En ese sentido, Molina Palacios advirtió que la industria cañera nacional se encuentra en peligro, no sólo por la competencia desleal que representa la importación de fructuosa, sino porque desde 1995 su consumo en México ha aumentado casi dos mil por ciento –Un mil 843 %–, además de que la industria refresquera ha dejado de consumir, desde 2017, alrededor de 300 mil toneladas de azúcar mexicana.
En el anteproyecto de punto de acuerdo –avalado por diputados de Morena, PAN y del Lado Correcto de la Historia y turnado a la Junta de Coordinación Política–, se establece que la industria de la caña de azúcar en México es fuente de empleo, desarrollo y bienestar de casi 200 mil familias rurales mexicanas, generando 500 mil empleos directos.
México, menciona el documento, es el séptimo productor de azúcar en el mundo y se cultivan 900 mil hectáreas con caña, representando una producción nacional de 55 millones de toneladas de caña de azúcar.
Las importaciones de fructosa transgénica provenientes de los Estados Unidos desplazan del mercado el 30 por ciento de la azúcar de caña que se produce en México.
Molina Palacios detalló en su exposición que desde la entrada en vigor del TLCAN, las importaciones de fructosa pasaron de 46 mil 505 toneladas en 1995 a 903 mil 776 toneladas en 2016, incrementando un 1843 por ciento.
“Estas prácticas desleales de comercio afectan a nuestra agroindustria y ponen en riesgo la economía de nuestro Estado y la de la República Mexicana, afectando directamente la economía de más de un millón de veracruzanos.
Aunado a lo anterior, el legislador comentó que otro problema que enfrenta la industria azucarera mexicana es una fuerte caída desde el año 2017, cuando las empresas refresqueras dejaron de consumir 300 mil toneladas de azúcar.
La industria de bebidas embotelladas está haciendo una sustitución de azúcar por otros endulzantes como el jarabe de maíz (transgénico) de Alta Fructosa, incluso edulcorantes artificiales.
En la zafra 2018-2019, expuso, México estima una producción nacional de azúcar de 6 millones 250 mil toneladas, de las cuales en el país se consume el 68% de este volumen, estimando colocar en el mercado regional T-MEC (TLCAN) y las industrias IMMEX, un millón 100 mil toneladas y casi otro millón de toneladas –el 16 por ciento de la producción nacional– tendrá que exportarse al mercado mundial, donde la pérdida de ingresos para los cañeros alcanzará los 8 mil millones de pesos.