HORA LIBRE | Apoyo a víctimas y la piedra en el zapato

El fiscal Jorge Winckler Ortiz y el presidente del Tribunal Superior de Justicia Edel Álvarez Peña no son las únicas herencias malditas de Miguel Ángel Yunes Linares en el gobierno de su sucesor para minar sus acciones en materia de justicia.

Para lograr la plena aplicación de la denominada alerta de crisis humanitaria hay al menos otra pieza que no encaja, que no funciona: Lorena del Carmen Mendoza Sánchez, a cargo de un mecanismo clave en la estrategia de atención al grave problema de la desaparición de personas, la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEEAIV).

Es cierto que prácticamente se le ha hecho a un lado en las mesas de trabajo que encabeza el gobernador Cuitláhuac García Jiménez con los 15 colectivos de familiares de personas desaparecidas, y que se le ha planteado abiertamente que no tiene ni el compromiso ni la capacidad para enfrentar un cargo de esa magnitud, que le fue entregado por un exgobernador que nunca estuvo comprometido con la tragedia de decenas de familiares de desaparecidos.

Pero, ¿qué espera el nuevo gobierno para pedirle directamente su renuncia e iniciar el trámite para el nombramiento de una persona realmente interesada en este tema tan sensible? Como en el caso del Fiscal General, el gobierno del Morena no ha hallado la fórmula para hacer a un lado a un personaje que no reúne los mínimos requisitos profesionales y éticos para una labor tan importante para Cuitláhuac García.

Y es que Lorena, puesta en el cargo a mediados de septiembre, luego de que Yunes se tomó un larguísimo periodo para decidir a quién elegir de la terna propuesta, fue cuestionada incluso antes de tomar protesta por los colectivos a los que supuestamente serviría.

Rechazo absoluto a Lorena Mendoza

Lucía Díaz Genao, integrante de Colectivo Solecito, dijo a medios el 18 de septiembre que la CEEAIV solo sería un “elefante blanco” ante lo comprometido de su operación, pues no cuenta con suficiente presupuesto y el nombramiento del comisionado se dio por un acuerdo político.

Para esa fecha ya había exhortado a Lorena Mendoza a no asumir el cargo ante el rechazo generalizado de los colectivos, y reveló que estos habían acordado que, desde la Cámara local, harían un llamado al entonces gobernador Yunes para que reconsiderara el nombramiento. No solo eso, señaló que nombrar a Mendoza Sánchez había sido “una bofetada” a los colectivos, a quienes habían solicitado proponer al comisionado.

Lorena Mendoza finalmente asumió al cargo, luego de renunciar un día antes a un puesto en la Secretaría de Gobierno a cargo del funesto perredista Rogelio Franco Castan. Su historial, sin embargo, no la deja bien parada. Hubo señalamientos de víctimas de desaparición forzada y un alto funcionario de la Fiscalía General cuestionando su trabajo en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), cuando estuvo bajo la presidencia de Fernando Perera Escamilla, en el gobierno de Javier Duarte, donde archivó al menos 300 casos que no culminaron con recomendaciones hacia funcionarios del estado.

Carolina Ramírez Suárez, de la asociación civil Aura, dijo que su gestión en la Dirección de Atención a Mujeres, Grupos Vulnerables y Víctimas, “quedó a deber” y añadió que se emitió una Alerta de Violencia de Género en Veracruz que se pudo evitar si ella y su grupo hubieran emitido quejas de agresiones contra la mujer.

Los colectivos no se han quedado callados: ya le dijeron en varias ocasiones al gobernador y a su secretario de gobierno, Eric Cisneros, que no quieren a Lorena en la CEEAIV, y la tachan de insensible, floja, pusilánime, burócrata, indiferente, y controladora… sobre todo, porque su función desde un principio con su jefe directo anterior fue la de obstaculizar y poner barreras a todo lo que pudiera significar apoyos o reparaciones a las víctimas.

Las benditas redes sociales

“Estamos en la PGR. Venimos a exigir que la red de huachicoleo que denunciaron @lopezobrador_ y @rocionahle sea perseguida y castigada. Y que se busque regresar los miles de millones de pesos desviados a las arcas del gobierno”. Jorge Álvarez Máynez @AlvarezMaynez

Presupuesto para apoyar a víctimas crecerá

Hasta donde sabemos, se han presupuestado 80 millones para el Fondo de Ayuda y Reparación para las víctimas y 20 millones para la operación de la Comisión, que gestionaron personas muy cercanas al gobernador y a los colectivos, donde no tuvo ninguna participación Lorena Mendoza, quien solo acudió a visitar a la diputada Rosalinda Galindo, presidenta de la Comisión de Hacienda del Congreso solo para pedirle dinero para aumentar su propio sueldo y el de sus colaboradores más cercanos. Nada que ver con el tema de las víctimas.

La Asamblea Consultiva Ciudadana de la Comisión Estatal de Víctimas se reunió en dos ocasiones con funcionarios de la Secretaria de Gobierno, y externaron su preocupación por la situación de la Comisión pero nunca defendieron a la comisionada Presidenta.

Aunque el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, no ha aceptado encontrarse con ella, Lorena Mendoza logró reunirse con el Subsecretario Jurídico, quien cayó en su juego e hizo quedar mal a Cisneros; por todos es sabido que la exduartista no tendría la confianza ni de él ni del gobernador para seguir en el puesto.

¿Por qué sigue en el puesto? No se sabe. Si bien fue nombrada para el puesto por cinco años, por designación del Gobernador, se trata de un puesto de confianza, no se entiende por qué no le piden la renuncia. Lo que queda claro es que, mientras a Lorena no le llegue el mensaje directo y claro de que su presencia ya no es grata, ella se seguirá moviendo con sus alfiles dentro de la propia Secretaría.

Lo peor de todo es que en Palacio todos saben que Lorena no informa de sus actividades ni sus convenios; la última jugada fue que, junto con la Asesoría Jurídica Federal, trabajó en una apelación para defender a las víctimas en el caso de Bermudez, algo que desde luego está muy bien, pero que en la Secretaría de Gobierno nunca se enteraron porque esta señora no informa y se maneja sola e independiente, y mientras no le jalen las riendas o no le pidan la renuncia seguirá moviéndose por la libre sin ningún tipo de control, aunque este año con un presupuesto de 100 millones de pesos.

El dinero le caerá del cielo…

Otro aspecto de la pésima gestión de Lorena es su ignorancia con respecto a la reparación integral de las víctimas. A pesar de que sabe que puede solicitar a la Comisión Nacional de Víctimas recursos para los apoyos y compensaciones conforme marca la ley, al no contar con el Fondo Estatal, no ha movido un dedo en ese sentido. Los cinco o seis casos que esa Comisión ha atraído para ser reparados han sido por gestiones y presiones de las propias víctimas, de Namiko Matzumoto, Presidenta de la CEDH, o de organizaciones de la sociedad civil, pero habría que preguntarle a Lorena si algún día se ha presentado en casa de las víctimas de desaparición forzada en Cardel, en Veracruz o en Playa Vicente, para saber qué necesitan y cómo puede apoyarlos.

En Playa Vicente, las cinco familias de los jóvenes víctimas de desaparición forzada no la quieren ni ver; el día que fue en compañía del exsecretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié (enfundado en una camiseta a rayas como Pepe el Toro) dizque a dar una disculpa pública, casi los linchan y tuvieron que salir corriendo por la falta de sensibilidad y empatía de personas como ella.

A propósito, está en puerta la disculpa pública a las familias de Tierra Blanca, que ordenó la CNDH, y sería muy conveniente que personas como Lorena Mnedoza ya no estén en tales actos porque son una afrenta a las propias víctimas.

Y así, hay varias recomendaciones y reparaciones integrales pendientes o en puerta tanto de la CNDH como de la CEDH que se deben de manejar con la mayor sensibilidad y profesionalismo posible conforme a los estándares y convenciones internacionales, y el nuevo gobierno mal haría en dejar como encargada de estos temas a una persona que no sólo no es de confianza y se maneja con sus propios criterios, sino que carece de la mínima sensibilidad y capacidad para dar un verdadero acompañamiento a las víctimas.