Prefacio.

“Allá no sé cómo se vea, pero acá, en Puebla, no hay luto. De ladrones y dictadores no los bajan”. *** Desde la óptica de un experimentado comunicador que radica en Puebla, así de cruda es la actitud de los ciudadanos de aquella entidad frente a la tragedia vivida el pasado lunes, con la caída del helicóptero en el que viajaban la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y su esposo, el exgobernador de esa misma entidad, Rafael Moreno Valle, además de los dos tripulantes y un asistente del exmandatario estatal, todos fallecidos. *** Sin embargo, la especialista en temas de Seguridad, Ana María Salazar (fue Subsecretaria Adjunta del Departamento de Defensa de Estados Unidos y asesora de la Casa Blanca) advierte sobre el impacto que este suceso puede tener en el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador: “Que le pregunte Andrés Manuel a Enrique qué tan incómodo y frustrante es que en eventos nacionales e internacionales le estén gritando ‘¡asesino!’. Enrique Peña Nieto y su equipo claramente fracasaron en el manejo político y penal de la investigación de la desaparición y probable asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa”. *** Andrés Manuel López Obrador no acudió a la ceremonia luctuosa para despedir a la gobernadora y el exgobernador, pero su representante, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, fue recibida con gritos de “¡asesina!”, que le hubieran tocado al Presidente de haber estado presente. *** La especialista considera oportuno seguir de cerca los siguientes factores que definirán el impacto de esta crisis: credibilidad, transparencia, liderazgo, creación de consensos, costos políticos, y seguridad. *** Ese último tema –seguridad- es fundamental, y Ana María Salazar lo plantea así: “Obviamente estas muertes tendrán que ser un recordatorio de la importancia de la seguridad, no sólo de los gobernadores, sino del mismo Presidente. El helicóptero era de uso comercial, sin probablemente ningún procedimiento especial para funcionarios que posiblemente estaban amenazados. Urge proteger a los gobernadores y al Presidente”. *** Te lo digo Andrés Manuel, para que me entiendas, Cuitláhuac.

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Ya se había anticipado en este mismo espacio: Si un gran porcentaje de los recursos que maneja el gobierno de Veracruz depende de lo que le haga llegar la Federación, resulta absurdo pretender que se defina el presupuesto de esta entidad sin conocer el del gobierno federal.
Este miércoles el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso del Estado, Juan Javier Gómez Cazarín, confirmó que se habrá de presentar este jueves la petición del gobernador Cuitláhuac García de que le otorguen una prórroga de tres meses para adecuar el Presupuesto de Egresos 2019.
“Vamos a poner los candados pertinentes para que no haya fuga de efectivo (…) en la mañana estuve platicando con el coordinador de la bancada del PAN Sergio Hernández y estamos en buenos términos, en una discusión sana y nos vamos a reunir para analizar y hacer todo bien”, explicó Gómez Cazarín.
Morena y sus aliados conseguirían fácilmente los votos para respaldar la petición del gobernador, pero será interesante conocer la postura de la bancada del PAN, que ha prometido ser una “oposición responsable”. Si votan en contra, deberán explicar por qué votaron a favor hace dos años, cuando pidió el mismo plazo Miguel Ángel Yunes.
Y aunque la petición es similar, las condiciones no serán las mismas.
Gómez Cazarín anticipó que la aprobación tendrá sus candados, pues se pretende que no sea de forma unilateral, por parte del Poder Ejecutivo, la tarea de adecuar el Presupuesto, ya que se habrá de plantear que cada modificación que se pretenda, sea analizada de forma conjunta con el Poder Legislativo.
El mecanismo para otorgar esta prórroga consiste en aprobar el Decreto presentado por Yunes Linares para el presupuesto del 2019, pero incorporar en los Transitorios la posibilidad de que se hagan modificaciones en los próximos 90 días.
Otra acotación que se incorporará, será la prohibición expresa al gobierno estatal del uso de la famosa “licuadora”, esto es, la creación de una cuenta concentradora a donde vayan a parar todos los fondos que envíe el gobierno federal, vicio que denunció en su momento Yunes Linares, pero en el que él también incurrió.

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Epílogo.
El estado se quedó “caliente”. La tarea de enfriarlo será titánica. Este miércoles, el primer comandante de la Policía Municipal de Yanga, Édgar Hernández Blanco, fue “levantado”, luego de un enfrentamiento entre policías y un grupo armado, que dejó como saldo a tres oficiales heridos. Horas más tarde su cuerpo fue encontrado, sin vida y desmembrado, cerca de la comunidad de Tamarindo, a unos metros de la carretera Veracruz-Córdoba. *** Por lo pronto el gobernador ya salió a advertir que la entidad no se habrá de militarizar, pues la suma de fuerzas federales será siempre apegada a la Ley. Cuitláhuac García confirmó la llegada de 12 mil elementos de las fuerzas federales a Veracruz para reforzar las tareas de seguridad, aunque siempre “en un marco de respeto a los derechos de los ciudadanos”. *** A diferencia de su antecesor, Cuitláhuac García no se la pasó lamentándose por haber recibido las arcas vacías. Hizo lo que se requería y resolvió los compromisos más urgentes del gobierno estatal. Este miércoles el gobernador dio cierta luz sobre lo que tuvo que hacer para cumplir con salarios y aguinaldos. Explicó que el gobierno federal lo apoyó con 3 mil 400 millones de pesos que requería para terminar el año, pues la administración pasada mintió al asegurar que dejaba dinero suficiente. “Cuando nosotros llegamos el primero de diciembre, nos encontramos con las arcas vacías, la verdad es que no había nada, puras deudas (…) 3 mil 400 millones de pesos que tuvimos que buscar hasta de donde se pudiera, para terminar el año porque la administración pasada incumplió”. *** ¡Qué distinta es la realidad al discurso!

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