Establecer tramos de control y fiscalización a los que deben de sujetarse los encargados del manejo del patrimonio y de los recursos todos de la administración de la Universidad Veracruzana es lo correcto. Deben de someterse a las leyes relacionadas con el manejo de los dineros, los dineros y las funciones administrativas, puesto que se trata de una Universidad pública que debe de ser fiscalizada de manera permanente, con lupa y telescopio, ya que se trata de un bien público de trascendente importancia para la formación profesional de los relevos generacionales, que es a lo que aspiran sus congéneres. Por ello les asiste la razón de la legalidad a los diputados de la LXV legislatura, quienes de manera reiterada proponen establecer las reglas a las que debe de sujetarse el manejo de los recursos económicos-administrativos de la Casa de Estudios, para garantizar que en la toma de decisiones participe la comunidad universitaria. Esa iniciativa de Decreto será el eje control al que deberán sujetarse los procedimientos que establezca la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, así como su previa elaboración.
Ya que en efecto la comisión para el “Ante Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica”, pretendiendo sorprender la rectora a la comunidad universitaria, instruyó se realizaran actividades de proselitismo indebidamente de un anteproyecto antes de la publicación en la Gaceta Oficial, por la instancia correspondiente, por lo que ahí, existe una irregularidad más, que debe de ser sancionada y no permitir la corrupción disfrazada de “autonomía”, que no es otra cosa, que la pretensión del control para el sometimiento de los derechos de los trabajadores y alumnos de la Universidad Veracruzana, disfrazada de Ley Orgánica hecha a modo bajo los intereses de la élite que encabeza el poder que pretende prolongarse a través de segundas o terceras personas, subyugados a los intereses de complicidad.
Insistir en una autonomía controlada, vigilada, normada, observada, fiscalizada, es lo conveniente, ya que como hasta ahora se ha observado, la academia de la Universidad, no ha sido atendida en sus necesidades prioritarias, mucho menos en las relevantes, lo que si se observa es el culto a la persona que Sara Deifilia Ladrón de Guevara, ha desplegado en su persona, con recursos de la propia Universidad.
Ominosa ha sido la declaración de los representantes de la Red Talloires, asociación, según nos dicen, de 380 universidades de 70 países, que de acuerdo a lo publicado en la prensa electrónica, la rectora de la Universidad Veracruzana, se encargará de ser la tercera vicepresidenta del Comité Directivo de esa Organización, que se fundó en el año 2005, en la comuna francesa del departamento de Alta Saboya, en ese año: “El mandato de la Dra. Ladrón de Guevara se ha caracterizado por un profundo compromiso con la justicia social y el activismo contra la corrupción. En 2016, organizó y lideró una protesta de 60 mil personas para exigir los fondos públicos de la Universidad al gobierno estatal. Esta protesta ha venido a simbolizar la defensa del derecho a la educación superior en México”. Nada más degradante y denigrante el contenido de este comunicado, y nada más espantoso, sucio y corrupto lo dicho por la señora Lorlene Hoyt, directora ejecutiva de la Red Talloires: “Ella demuestra con el ejemplo lo que es posible cuando un líder universitario guía con coraje y convicción…es una inspiración para nuestros miembros y la encarnación de los valores y la misión de la Red Talloires”.
¡Mentira!, Sara Deifilia Ladrón de Guevara, no lideró nada, para la defensa de la Universidad, se aprovechó del inconformismo social que en esos momentos prevalecía contra el gobernador Javier Duarte de Ochoa, al ver que el pueblo, los egresados de la UV, así como académicos, trabajadores y estudiantes, saldrían a las calles a manifestarse contra la falta de presupuesto, y el sometimiento al deterioro de la Alma Mater, ya que precisamente la rectora no actuaba. Sara Deifilia, aliada electoral del candidato a la gubernatura en el 2016 del Partido Acción Nacional, se puso al frente de la marcha, pero en ningún momento fue liderada por ella, exponiendo, precisamente la autonomía de la universidad, a ser violentada con el involucramiento a un proceso político-electoral.
Es por ello, entre otras muchas irregularidades, que la LXV Legislatura, no debe de permitir la intromisión de los intereses execrables, repulsivos, del grupúsculo, que daña los principios de la Universidad, que al igual que los magistrados de la Suprema Corte, se asignan salarios estratosféricos, y privilegios propios de la corrupción, en perjuicio de lo que otrora fue la prestigiosa Universidad Veracruzana.
Justicia y no corrupción, es lo que predica quien ahora conduce el destino esperanzador de la patria, estrechamente motivado en el pensamiento juarista. No a una autonomía corrupta, la Universidad Veracruzana NO debe excluirse a una rendición de cuentas, no debe de ser excluyente ni exclusionista.
Es por ello, que política y jurídicamente, los integrantes del Congreso del Estado de Veracruz encabezados por José Manuel Pozos Castro, no deben de permitir semejante propuesta que ha ido a exigir, Sara Deifilia Ladrón de Guevara al presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), diputado por el distrito de San Andrés Tuxtla, Juan Javier Gómez Cazarín, para seguir utilizando los recursos de la Universidad al servicio de los intereses degradantes de este aciago rectorado.
Sintácticas
Los sueldos demasiado elevados de los magistrados, no sólo están excesivamente pagados, sino que ellos se mantienen excesivamente pegados.
Del mareo del señor Luis María Aguilar Morales, Magistrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, durante su informe ante AMLO, Martí Batres, Porfirio Muñoz Ledo y asistentes:
Magistrado, está usted mareado porque sabe que esta maleado.
Se embellece Xalapa en sus jardines pero urge se embellezca en la seguridad.
Yturvides Vílchez. Trompeta. Live – Guajira: