Hace siete años, sin tener consciencia plena de lo que estaban haciendo, los estudiantes de JazzUV Abraham Díaz (batería) y Santiago Von (saxofón) iniciaron un proyecto que ha tenido mucha más vida de la que hubieran imaginado y que este año se ha concretado en la grabación de su primer disco. Así me platicó Abraham la génesis de Blah, Blah Jazz Trío y del registro fonográfico:

«Cuando Santiago [Von] llegó aquí a Xalapa, hace siete años, lo conocí fortuitamente en la escuela [JazzUV], me comentó que su hermano que vive en Alemania venía a presentarse en el Festival de Danza de Córdoba. La familia de Santiago hace es multidisciplinaria, ese hermano que venía hace danza, su papá hace teatro, su otro hermano hace artes visuales y cine, y Santiago es músico, entonces montaron un show para la inauguración del Festival y me invitó participar. La idea era hacer un cuarteto o un quinteto: sax, piano, guitarra, bajo y batería, pero por azares del destino fue súper complicado; cancelaba uno, cancelaba el otro, éste no podía, el otro no podía. Ya estábamos medio cansados de que nos cancelaran y le dije oye, ¿y por qué no nos vamos así nada más: bajo, saxofón y batería? Yo siempre soy de la idea de ‹hagamos lo que podamos con lo que tenemos›, que creo que es el mismo lema que nos tiene hasta el día de hoy en donde estamos. Al final siguieron los problemas: iba a ir un bajista, canceló; iba a ir otro bajista, canceló; terminamos yendo con un bajista que se llama David Alcaraz, fue el único que, un día antes, se animó a ir y a ensayar todo el día.

«Tocamos, salió bien y nos gustó mucho cómo funcionó, en ese entonces ni entendíamos muy bien de qué se trataba un trío de esa naturaleza, sin armonía, pero nos gustó y dijimos hay que seguirle. Se acabó el semestre y al siguiente, invitamos a Kevin Zabdiel, que estaba estudiando bajo eléctrico, y estuvimos trabajando un rato con él. Conseguimos un ‹hueso› en un lugar que estaba por Los Berros, era un café en el que vendían hamburguesas y hot dogs, tenían un escenario y ahí nos poníamos a tocar free jazz (risas), era súper loco. En ese lugar nos tuvieron mucha paciencia, nunca nos corrieron ni nos dijeron nada de la música que tocábamos, y nosotros hacíamos nuestros acercamientos free, ese fue como un laboratorio para probar lo que queríamos y lo que no queríamos.

«Kevin estaba muy ocupado, siempre estaba viajando con el asunto del arpa y del folclor, llegó Erick Quijivix de Guatemala, lo invitamos a integrarse y ahí cuajó el concepto que queríamos. Empezamos a hacer y a montar mucha música, y agarró impulso el trío. Estuvimos como un año estudiando cada semana hasta que un día Erick dijo oigan, ya hay que presentarnos. Pero siempre estaba la duda de si estaba bien lo que estábamos haciendo, porque no teníamos un panorama musical tan amplio, sabíamos que queríamos algo, lo buscábamos con mucho entusiasmo, con mucho compromiso, pero no estábamos seguros, y dijimos bueno, pues vamos a ver qué le parece a la gente

«Nos presentamos, tuvimos buen recibimiento y empezamos a tocar más seguido, nos empezamos a presentar aquí en Xalapa, luego fuimos a Morelia, ahí nos conocieron Germán Palomares, de Horizonte Radio, y Antonio Malacara, de La Jornada, les gustó mucho el proyecto y nos invitaron al DF. Fuimos y grabamos en el estudio «A» del Imer, nos presentamos en el Zinco [Jazz Club] y en El Convite. Empezamos a introducirnos un poquito más en la escena: fuimos al Festival de Jazz de la Escuela Superior de Música, a Jazzatlán. Hicimos un par de grabaciones en La Casa de Nadie, las cuales se subieron a Internet así, crudas, porque la verdad es que nos gustaba mucho el sonido y queríamos hacer un registro.

«Le presentamos el proyecto a Tim [Mayer] y le interesó mucho. Lo invitamos en algunas ocasiones a participar como invitado especial aquí en Xalapa y nos encantaba porque tocar con el maestro Tim, que acaba de llegar de Boston, era como un sueño hecho realidad. Luego hicimos un concierto completo con Tim en Puebla, en el Museo de los Ferrocarriles, ese fue uno de los últimos conciertos que hicimos en ese ciclo tan intenso. Estábamos tocando mucho, hacíamos mucha música, estábamos metidísimos con el trío, pero Santiago se regresó al DF, y en el concierto de la Superior de Música nos dijo ¿saben qué?, me voy para Holanda, buena suerte (risas). En ese momento estábamos en el proceso de hacer música basada en los relatos de Kafka para grabar un disco con eso. Todavía me gusta mucho la idea, ojalá algún día lo podamos hacer, pero se quedó en el estante de las buenas ideas.

«Erick terminó la escuela y se fue a Uruguay, y el Blah, Blah se quedó en el aire; me dio mucho gusto que después conocí chavos que vinieron a estudiar a JazzUV y me preguntaban por el Blah, Blah, yo les preguntaba en dónde habían escuchado al trío y unos me decían que en el radio, otros que en el Zinco, otros que en el Festival de la Superior, para mí fue súper chido saber que alguien se había enterado del grupo, que a alguien le gustaba y que a alguien le había significado algo y se acordaba de lo que hacíamos. Nunca sabes a quién le llega lo que haces y fue bonito para mí ver en la perspectiva del tiempo que había gente a la que le interesaba el proyecto.

«Este año me escribió Santiago, me dijo que venía de vacaciones y me pidió que lo invitara a tocar con Tétragon, el grupo que tengo de composiciones mías, y le dije sí, si tenemos fecha, por supuesto. Después le dije oye, ¿por qué no tocamos con el Blah, Blah?, y me dijo sí, hay que hacerlo. Le marqué a la gente del Festival de Córdoba y les dije viene Santiago, tenemos el Blah, Blah que ya tiene su trayectoria y sus años con su música, ¿qué les parece si vamos?, aceptaron y todavía se pudo insertar en el programa. Luego conseguí una fecha en Oaxaca.

«Me puse a buscar bajista, había un par de opciones de gente con la que ya hemos tocado, pero era verano y todo mundo estaba en su casa, fuera de Xalapa, y se complicaba, entonces me acordé que alguna vez había visto a Charly [Rodríguez], de hecho tocamos una vez, me gustó mucho lo que hizo y dije Charly vive en Morelia, para a ir a Xalapa va a pasar por el DF y nosotros vamos a estar ensayando ahí, entonces le queda de paso, nada más se tiene que desviar un poco para ir a Córdoba y de ahí nos vamos todos a Xalapa.

«Yo no me llevaba casi nada con Charly, lo conocía de hola y adiós, le llamé y le dije:
«—Oye, tenemos un festival y queremos invitarte a que toques con nosotros
«—Bueno, déjame ver, te aviso en una semana
«—No, no manches, en una semana y ya le hablé a alguien más, dime de una vez, ¿puedes o no puedes?
«—Bueno, pues sí, va

«En realidad yo no sabía si a Charly le iba a gustar la música, nada más fue la pura corazonada de que podía funcionar. Nos reunimos en el DF, ensayamos unos días y fue súper chido porque hicimos click súper bien desde el primer ensayo, parecía que ya habíamos tocado años. Fuimos a Córdoba y el concierto fue increíble, terminamos súper contentos porque para Santiago y para mí fue como regresar a esa música que nos había acompañado varios años y ver que había crecido, que cada quien, individualmente, aportaba lo propio y eso sumaba un montón al proyecto. Fue una experiencia muy bonita y después nos fuimos a Oaxaca.

«Luego le dije a Santiago oye, ¿por qué no hacemos el proyecto que se quedó pendiente cuando te fuiste a Holanda para, por lo menos, capturar algo de la música que tenemos y formalizarla en un producto?, mira, dinero nunca hemos tenido y casi siempre ha sido el tema por el cual no hemos hecho cosas, ¿por qué no intentamos hacerlo con lo que tenemos y vemos hasta dónde llegamos? No hay ninguna prisa, vamos viendo cómo resolvemos sin la presión de ir a contrarreloj, si tú le entras, llegando a Xalapa me empiezo a mover y veo cómo le hacemos, y me dijo va, le entro.

«Llegando acá me puse como loco a marcarle a gente y a organizar y ver qué tanto íbamos a hacer, porque dije además del disco, vamos a aprovechar para hacer unos vídeos; obviamente necesitamos el arte del disco, las fotos, etcétera. Empecé a convocar a los súper amigos y la verdad es que tuve una respuesta muy buena porque toda la gente con la que hemos trabajado desde entonces, y alguna con la que hemos colaborado en otros proyectos, dijo le entramos.

«Logramos un convenio con JazzUV para hacer el disco en coproducción, conseguimos una coproducción también con Grifo de Luz, de Ignacio Chávez. Conseguimos un lugar muy bonito para grabar vídeo, un set que de verdad está increíble, el piso 16 de un edificio, con una vista muy xalapeña. Se formó un gran equipo de trabajo: Leticia Sánchez en la fotografía, León del Moral en el diseño gráfico, Montserrat Sánchez con Jorge Alcalá en la gestión, el equipo de Ignacio en el video, Elier Contreras en la ingeniería de audio, los apoyos de Rafael Alcalá, de JazzUV, y de Diego Salas del Ayuntamiento. Además, Tim y Arodi Martínez se sumaron a la grabación y Arodi compuso una pieza para el disco.

«Cuando nos dimos cuenta, éramos un equipo de 16 personas trabajando en un proyecto que empezamos tres estudiantes. Hasta que vimos que había un montón de gente trabajando en el proyecto, nos cayó el 20 de lo que estábamos haciendo y eso nos dio mucha pila para darle con todo y con un compromiso muy alto porque son gente muy profesional en lo que hace, con una trayectoria muy buena, cada quien en su rama, y además son personas con una calidad humana increíble.

«Antes de irse a Holanda, Santiago se vino una semana a Xalapa, grabamos el audio durante tres o cuatro días, luego grabamos la live session, Santiago se fue al DF y, literalmente, llegando allá se subió al avión para irse a Holanda. Para la parte de postproducción, se sumó Sergio Reynoso, de VYA training, para hacer la mezcla y el máster del disco. Es un disco xalapeñisimo.

«La live session tiene tres cortes, esta semana vamos a estrenar uno y posteriormente, de manera espaciada, los otros dos. En el estreno —que es el primer paso para la presentación del disco que va a ser en febrero— vamos a ver el video por primera vez en público, después vamos a tocar un par de piezas del disco, nos van a acompañar Arodi en el sax tenor y Tim en el sax alto, y después queremos celebrar con una jam session, vamos abrir la invitación a todos los amigos que vayan ese ese día a que se suban a tocar con nosotros, queremos que sea una fiesta. Va a ser el jueves 6 de diciembre a las 9:00 de la noche en el foro Cauz»



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