Tiene razón el escritor y activista español Paco Ignacio Taibo II, cuando presume –en el marco de la Feria internacional del Libro en Guadalajara- que una de las cosas buenas que ha dejado el triunfo electoral de Morena es la libertad de llamar a las cosas por su nombre. Es cierto, Paco Ignacio Taibo II es un pobre pendejo.

Hasta el momento de redactar estas líneas, el escritor seguía siendo el candidato del Presidente electo para encabezar el Fondo de Cultura Económica (FCE), una institución de muy buena cuna; la duda surge porque durante su participación en la FIL de Guadalajara, tuvo la insensata ocurrencia de burlarse de cómo se ha tenido que torcer la ley para convertirlo funcionario público.

“Sea como sea se las metimos doblada, camarada”, dijo un Taibo II pendenciero y arrogante. “Si algo conquistamos este último julio es el derecho de llamar las cosas por su nombre. A los ladrones, ladrones; los traidores, traidores; los enmascarados, enmascarados; los culeros, culeros; ya por lo menos (hay) lenguaje y claridad”, expelió ante una audiencia desconcertada.

Aún si el lunes no ha sido aprobada por el Pleno del Senado la denominada “ley Taibo”, el escritor sería nombrado titular del Fondo de Cultura Económica (FCE), aunque sea en calidad de encargado de despacho. Así, por decreto, por capricho, doblada, como él lo ha dicho.

El Senado deberá votar la reforma de ley para que Paco Ignacio Taibo II pueda ocupar el cargo, pues según el Artículo 21 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, uno de los requisitos para presidir el FCE – la institución fundada por don Daniel Cosío Villegas- es que sea mexicano de nacimiento. El escritor nació en Gijón, España.

Hace una semana, como una expresión del valemadrismo institucional de Morena, fue aprobada en comisiones la reforma que suprime el requisito de ser mexicano por nacimiento para ser director de una entidad paraestatal. A esa reforma es a la que Taibo se refirió como “sea como sea, se las metimos doblada, camarada”, algo que en cualquier otro gobierno, con cualquier otro personaje, hubiera sido inimaginable, pero no en la cuarta transformación.

En abril pasado, en medio de la campaña electoral, Taibo ya había metido en líos al próximo presidente. El escritor se convirtió en el protagonista de las redes sociales, tras la difusión de un video retomado por el diario Reforma, en el que sugiere al candidato López Obrador, expropiar a las empresas que lo quisieran chantajear.

«Si te quieren chantajear Andrés Manuel, exprópialos. Chinguen su madre. Exprópialos», dice Taibo a un grupo de personas, suponiendo entonces que López Obrador ganara las elecciones presidenciales, como sucedió finalmente. La expresión tuvo que ser desmentida por Marcelo Ebrard, quien dijo que en el plan de gobierno de Morena no estaba prevista expropiación alguna, algo que el propio Taibo tuvo que reconocer ante el escándalo de sus palabras.

La desafortunada y vulgar expresión de ayer –ni las mentadas de madre del pasado- no corresponden ni por asomo a lo que ha planteado el lopezobradorismo como programa de gobierno; y por supuesto no me refiero a la expresión fálica del poder político, sino a la actitud arrogante y revanchista mostrada por el español, a quien el país le obsequió una nacionalidad.

Sin embargo, el “se las metimos doblada, camarada” sí expresa de manera descarnada el sentimiento personal que invade a miles de activistas que ingresarán a las filas del gobierno, no con el ánimo de hacer las cosas bien, sino de ejercer su anarquismo trasnochado para aliviar sus frustraciones.

Si Roque Villanueva (PRI) pasó a la historia por la expresión corporal del coito político –aquélla ocasión en que se aprobó el aumento del IVA en la Cámara de Diputados-, hoy Paco Ignacio Taibo II lo acompaña con su promiscua expresión sobre la forma legal en que habrá de llegar al Fondo de Cultura Económica… si es que llega. A partir del sábado, desde el ejercicio del poder, Morena tendrá que lidiar con sus propios demonios.

Hoy el Fondo de Cultura Económica se ha puesto en manos de un anarquista que no tiene otro propósito que hacer propaganda el libro sagrado del nuevo gobierno; la difusión de la cultura ha sufrido un duro golpe –como antes lo fue el nombramiento de burócratas de medio pelo en la dirección del FCE- con la designación de un personaje oscuro, que se ha convertido en un eficaz polemista ante la falta evidente de argumentos literarios.

La orgullosa herencia que nos dejó Daniel Cosío Villegas, esa sí, se fue literalmente a la chingada.

Las del estribo…

  1. Raymundo Andrade y Ana Miriam Ferráez son el vivo ejemplo de la ignorancia, la falta de sentido común y su incapacidad política. Intentar apostar por la nota escandalosa, los ha llevado a ser exhibidos, incluso por sus propios compañeros. La agresión no es contra ellos, es de ellos para con el partido que representan y los ciudadanos que pagan su sueldo.
  2. El gobierno de Miguel Ángel Yunes incrementó la deuda pública del estado en dos mil 400 millones de pesos, según el secretario de Finanzas. Es decir, después de dos años, debemos más y durante más tiempo. La tragedia se cuenta sola.