Adiós, se acabó. “No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”. Ahora a cambiar lo que se deba cambiar.

Por lo pronto, en Veracruz, Duarte y Yunes pasan  casi  a la misma Historia; en este caso, se tiene la certeza que junto a otros significativos daños y retrocesos, heredan deuda pública que se incrementa y no se paga, que en gran parte se pasa a quienes ni siquiera han nacido y ya deben.

En fin, es la última semana, con su último día y su última hora. Los que están ya se van, pero también, en muchas formas, se quedan. Todavía tienen que asumir responsabilidades y, en su caso, culpabilidades.

Necesarias rendición de cuentas, fiscalización y evaluación social, para identificar aciertos y errores, retrocesos y avances. El interminable juicio histórico, apenas ha empezado.

En Veracruz, en los últimos años, la economía se contrajo, hasta la recesión;  no se generó empleo, ni ingresos y prestaciones a cientos de miles que lo buscan y necesitan. Además, administración y finanzas públicas insuficientes, cuestionadas  y en crisis.

Con Duarte y Yunes, el estado de Veracruz se ha caracterizado por sus pérdidas, retrocesos y sacrificios para su población…según Valeria Moy, “lleva alrededor de 8 años con un lamentable decremento en materia financiera y generación de empleo”.

Innumerables estudios, análisis y especialistas coinciden, al señalar que la situación es tan inocultable como lamentable.

La misma   Valeria, titular de la organización,  México, ¿cómo vamos?, “consideró que las razones por las que la entidad se encuentra en pésimas condiciones en materia financiera se deben a la inseguridad, impunidad, corrupción y falta de compromiso por parte de las autoridades para administrar de forma clara y transparente los recursos públicos. Señaló que pese a que Veracruz posee grandes riquezas naturales para ser una potencia a nivel nacional, pero mientras haya corrupción y falta de aplicación del Estado de Derecho, el nivel financiero y de inversión del estado no mejorará…”  (Alcalorpolítico. 241018)

Se estima que las presiones inflacionarias y los adversos contextos, nacional e internacional, contribuyen también al aumento de la pobreza, afectando casi a 200 mil por año. Es decir en Veracruz hay 5.6 millones de pobres.

Preocupa que se heredan más de 14 mil demandas laborales, ¿cuántas decenas de miles, fueron los corridos y cuántos  incorporados al efímero gobierno?

Y en relación a los hambrientos, la afectación por pobreza laboral (poco más del 50%), puede alcanzar y exponer a casi 4 millones de habitantes.  Paradójicamente, la entidad es una de las que cuentan con más programas asistenciales y de desarrollo social en el país.

Hambre y pobreza se incrementan con ineficiencia y corrupción gubernamental, que la inseguridad aprovecha para sostenerse y crecer. Según fuentes oficiales, solo en delitos denunciados a octubre de 2018,  Veracruz lleva 6,057 del fuero federal, y 48, 078 del fuero común.

En fin,  hay que insistir en la rendición de cuentas y  la evaluación, para lograr una puntual elaboración de diagnósticos actualizados, así como mejor y mayor participación social.

Para algunos, respecto al gobierno estatal que concluye, hay contados esfuerzos y escasos logros que reconocerse y consolidarse. Para muchos otros, termina un histórico y  fallido intento monárquico;  por fin  se va un gobierno discrecional, autoritario y de un solo responsable.

Gobierno caracterizado por un centralismo y protagonismo exagerado, cuyo titular lo mismo asumió, el papel estelar de justiciero, que de perseguidor y cuestionado recuperador de bienes y recursos públicos saqueados. Aunque también se  desempeñó, como sensacionalista  vocero estelar y casi único, de las investigaciones policiacas y captura de supuestos criminales.

Por lo pronto es tiempo de preguntar y preguntarse, de evaluar y diagnosticar.

Lo que viene es una oportunidad, no la solución en automático. Habrá, sin duda, resistencia al cambio: y también improvisaciones y obligado aprendizaje. Hay que participar y asumir  responsabilidades. Gobernar al gobierno, es el reto de toda Democracia.

Preciso recordar a los que ya se van, que  semana a semana, se ha insistido y preguntado al gobierno  de Veracruz, lo que han ignorado  y no contestado.

¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con elevados y ofensivos sueldos, más beneficios especiales?
Iniciar  el cambio verdadero, exige distinguir y aprender de errores y aciertos.

El esfuerzo continua

En nuestros lares, sigue la Historia interminable, conocida, padecida  y repetida.

Desde siempre sobrevive, la mayoría silenciosa, repleta de heroínas y héroes anónimos, que por generaciones padecen y conocen de pobreza y marginación; esos que día a día mueren en la raya y que ahora  recesión,  inflación,  devaluación, desempleo y los efectos negativos de las crisis económica, financiera y de inseguridad,  multiplican y amplían.

Estos héroes vienen de lejos y están en todas partes, sobre todo en los discursos oficiales y en las promesas de campaña. Los sacrificados de ayer y de hoy, poco saben de los mecanismos financieros, de los tecnicismos económicos, de los recursos legales y de los favoritismos políticos, que tanto favorecen, con cuantiosos rescates, increíbles subsidios y descomunales apoyos, a  grandes empresas,  bancos y  consorcios.

Y hay que repetirlo y repetirlo ¿Y el rescate de las personas? ¿Y los millones de héroes de la economía popular? ¿Qué acciones concretas y que recursos tangibles se orientan y aplican en su auxilio y apoyo?

Se repiten lección e historia: nadie está obligado a hacer lo imposible. A nadie se le puede condenar al sacrificio extremo.

Hoy como ayer, es preciso entender  magnitud, dinámica y alcances del cambio social que se ha impedido o pospuesto, que no se ha atendido bien y a tiempo.

*AcademicoIIESESUV @RafaelAriasH. Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH