“Y la consulta al pueblo para que baje la gasolina y suba el mini salario, ¿para cuándo?” Yo

Igualito que cuando, hace dos años, dejó Javier Duarte hecha un desmadre la estructura gubernamental y el estado en situación de guerra, hoy los veracruzanos volvemos a vivir esa terrible situación que pronostica otra triste navidad.

Las comisiones que nombró el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez para que se hicieran cargo del proceso de entrega-recepción (casi, casi decepción) están siendo bombardeadas por trabajadores de las dependencias del Ejecutivo con denuncias de robos, abusos, despidos injustificados, y todo tipo de tropelías que los titulares cometieron en estos dos años que han estado al frente de las instituciones y que ahora pretenden dejar, como herencia maldita, a sus vasallos en plazas de primer nivel cuando no saben ni como resolver un problema de los tantos que hay en cada dependencia porque no sabían cuando entraron, porque su nula capacidad de aprendizaje no les da para eso y porque estaban confiados, montados en la más absurda arrogancia de que se quedarían succionando la ubre ocho años, no solo dos, como lo mandó el pueblo.

Si los encargados de la entrega recepción se están enterando del montón de actos de corrupción cometidos por los chamacos del yunismo, qué será ahora que en diciembre se hagan las auditorías que deben hacer los nuevos funcionarios en las áreas de sus funciones. Porque si no lo saben, las comisiones van solo en calidad de comités pero no pueden avalar legalmente nada, esto quedará planchado hasta que cada dependencia sea auditada para lo cual tienen un mes de plazo.

Y es verdaderamente triste enterarse de las tropelías que cometieron los chamacos de la yunicidad, unos chavo-rucos que se resisten a admitir el paso del tiempo por sus vidas, pero no por eso menos ambiciosos y corruptos.

Siguiendo la política que está marcando desde la presidencia de la república Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo en funciones (suena raro pero así es), de que sea el pueblo el que decida qué hacer con los corruptos, nosotros les podemos afirmar que en Veracruz hay una estridente demanda de que se les meta en la cárcel, se les quite lo que se robaron, se reintegre a las arcas públicas y se les deje en libertad a fin de evitar que el estado, o mejor dicho, los veracruzanos, tengamos todavía que mantener a güevones en la cárcel. Con quitarles lo que nos pertenece es suficiente, ahora que, si no hay de otra, pues que pasen a formar parte de la población de internos de Pacho o cualquier penal veracruzano.

Repetimos, las denuncias están a la orden del día, la demanda ciudadana es que se castigue y, al parecer, por lo que han venido advirtiendo, el gobierno actuará en consecuencia.

Yunes se clavó el bono sexenal 

Y vean si no tenemos razón: la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) anunció que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) autorizó la entrega de 15 mil 100 pesos por concepto de vales de despensa y bono sexenal a cada uno de los burócratas con motivo de fin de año.

Joel Ayala, presidente de la FSTSE, detalló que por vales de despensa con motivo de fin de año se otorgará a cada burócrata 12 mil 100 pesos y por concepto de bono sexenal se entregarán 3 mil pesos a cada trabajador sindicalizado, lo que en conjunto suma 15 mil 100 pesos.

El líder resaltó que en el caso de los vales de despensa, este monto pasó de 11 mil 700 pesos en 2018 a 12 mil 100 pesos, que se entregarán este fin de año y al término del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.

Este pago de bono sexenal, junto con el aguinaldo de los empleados federales, como lo son los de la Secretaría de Salud, debió pagarse el 15 de noviembre por el BuenFin; el dinero lo mandó la Federación, el todavía gobernador Miguel Ángel Yunes se lo quedó y deja en aprietos al gobierno entrante.

Contaminación sin atención

No solo los temas político-electorales son motivo de preocupación entre los veracruzanos. El arquitecto Rafael Carlos Islas Aguilar nos manda esta carta:

“Resulta preocupante este tema, he observado por años lo mismo, más sin embargo y después de lo mediático, ninguna autoridad de las mencionadas en las notas ha tomado cartas en el asunto. En este caso, el tema de las descargas de aguas negras al mar constituye ya de por sí un atentado a la ecología, a la fauna marina, y qué decir del hecho del factor turismo pues ya son famosas las playas de Coatzacoalcos (y no son las únicas en el estado) por estos vertederos a cielo abierto, sin control ni regulación sanitaria. El problema es de sobra conocido, y en este caso compete exclusivamente al organismo operador del agua y el saneamiento en el estado, la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), y bastaría citar que en este último de los ejemplos de muerte de una especie marina; pero igualmente en los anteriores casos, ninguna autoridad se ha hecho siquiera presente en el lugar de los hechos, llámese Profepa, Semarnat, Cofepris o CAEV. También es notoria la ausencia de organismos ecológicos internacionales como Greenpeace, World Wide Foundation, World Nature Organization, y nacionales como Pronatura, Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Fauna Natura, Naturalia, Eco Esfera; quienes ni siquiera han hecho pronunciamientos oficiales, o fijado postura alguna al respecto.

“Los cárcamos de bombeo de aguas residuales aún existentes están en deplorables condiciones, las plantas de tratamiento, inoperantes en su totalidad, y el gobierno estatal ni siquiera ha volteado a ver este problema. En el caso de Coatzacoalcos, no existe la infraestructura adecuada para contener la emisión de aguas negras y su tratamiento. Quieren desarrollar una zona económica especial para potencializar el sureste, cuando no se tiene ni la más mínima infraestructura operacional para atender de manera adecuada un tema tan importante. Considero se debería empezar por lo básico y de ahí ir escalando gradualmente; de lo contrario el problema en cuestión irá aumentando exponencialmente. Saludos cordiales”.

Periodistas priistas, panistas y ahora morenistas: ¡inmorales!

En nuestras clases de periodismo, cuando el maestro Alfonso Valencia Ríos nos orientaba sobre los principios morales de un comunicador, recordamos que nos decía que un periodista jamás debe pertenecer a un partido político porque con eso perdía toda credibilidad. Eso nos sirvió como ejemplo en el ejercicio de esta noble profesión, ejercida en cincuenta años. Nunca hemos pertenecido a ningún partido político y consideramos que un periodista profesional no debe hacerlo.

Esto lo comentamos porque da pena ver cómo varios improvisados del oficio no aprenden, piensan que hacer periodismo es lamerle las botas al gobierno en turno y así lo hacen. Hace apenas diez años eran fidelistas de hueso colorado, luego fueron duartistas, más tarde pepistas porque el candidato del PAN-PRD no dio nada, sin embargo, luego los cooptó en su segundo y último año de gobierno y les aventó una limosna a cambio de que difundieran, en sus famélicos medios, infundios y todo tipo de mentiras de las que dispara el gobernador cada que dice algo, cosas como decirle loco al hoy presidente electo.

Ahora, esos mismos “comunicadores” ya no saben cómo agradar a Cuitláhuac García con exagerados elogios, no saben que el gobernador electo está enterado de quién es quién y que si bien no los tratará mal, al contrario, tampoco cometerá el error de invertir en ellos dinero, como lo hicieron sus antecesores que tiraron al bote de la basura recursos mal invertidos.

Reflexión

Un lector habitual de APUNTES nos hace la siguiente reflexión. “Algunos suspicaces nos preguntamos: ¿Y la encuesta de las ruinas de lo que fue el PRD fue legal, transparente, apegada a técnicas y metodología de investigación, con muestras suficientes en números, de  sectores de la sociedad, áreas y zonas del municipio y preguntas neutras? Pues parece que sí, fue diseñada, preparada, organizada y levantada por la prestigiada «Fundación Arturo Bernalblueth». ¡Ni ellos se la creen!” Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas